Parte 8

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Narra Julieta:

Estaba tranquila ayudando al pueblo como todos los días. En eso, a la distancia pude ver a Amira con una caja en sus manos y a su lado Nicolas Gutierrez, el sobrino del carpintero.

¿Que hacían juntos?

Salude con una sonrisa y mi gesto fue correspondido por Ami, más creo que se me notaba un poco el hecho de que no me gustase su compañero.

Luego de un rato, no la podía sacar de mi cabeza, ni a ella, ni a ese tipo. Se dice que el es el chico por el que todas mueren, a mi excepción. Pero incluso Pepa le tira los perros de ves en cuando. No se que le ven, de seguro es solo un zoquete.

Mnm... Me gustaría creer solo esta haciendo un favor y que Amira no es otra de sus fans.

— Julieta, despierta, llevas como 5 minutos mirando el piso con el ceño fruncido. ¿Que te hizo el suelo para que le des esa mirada tan atrevida? - La voz de mi hermano me sacó de mis pensamientos donde insultaba la existencia de Nicolas.

Obvio, no soy de ese estilo de personas que se la pasan diciendo groserías, lo juró. Así que no crean que enserio estaba lanzando madrazos en mi cabeza.

— El piso no hizo nada, Bruno. - Lo miré algo molesta pero no podía resistirme a reír ante su broma medio fallida.

— ¿Entonces? ¿Acaso Agustín te hizo algo? ¿Quieres que le parte la cara? - Hizo una posición de pelea.

Se veía tierno así, aun que, hay que admitir que Bruno no seria capaz de matar ni a una mosca. Literalmente.

— Tranquilo, ninja. El no hizo nada, es más, que no ha hecho.. - Sentí mis mejillas arder un poco. - Es.. otra cosa. Mejor olvídalo.

— Anda hermana, puedes decirme lo que sea. Además, por tu cara de hace unos minutos y el hecho de que no dejabas de murmurar un nombre, ¿"Nico"?, algo así. Por deducción propia, y porque té conozco, yo digo que estas celosa. - Bruno puso sus manos en su cadera y se paró derecho con la cabeza en alto, presumiendo que dedujo algo así.

— ¿Como que por mi cara?

— Bueno, no es muy común verte celosa o algo parecido, pero aún tienes la misma expresión que antes. Encima, somos trillizos, y sorprendentemente.. Tenemos ciertos gestos similares. Ósea, pusiste la misma cara que Pepa cuando se pone celosita. - Mi hermano empezó a acomodar su cabello detrás de su oreja e imitar a nuestra melliza dramáticamente.

— ¡Puedo oírlos, zopencos! ¡Bruno deja de burlarte de mi! - La anteriormente mencionada, apareció de la nada detrás de nosotros con una expresión de fastidio pero por más que quisiera sabía que quería reírse. Solo se estaba mostrando amenazante.

— Jajaja, vale, tal vez sea cierto. Ahh.... Si puede que este celosa. - Dije sin más.

Los ojos de mis mellizos se posaron sobre mi como clavos en la pared. Simplemente, la sensación de estar vigilada por treinta personas divido en en 15 para que me de dos, dos hermanos que me miran con los rostros más impactados como resultado final.

— ¿Julieta celosa? ¿Es eso posible?

— ¿Tenía razón?

— ¿Es este el día de los inocentes? ¿El día contrario? ¿Que día es hoy? 

— Ahg.. ¿para que les dije? - Puse mi mano en mi frente. Ellos solo se empezaron a reír.

— ¡Jajajajajaja! Ok, ok, perdón.. Jajaja.. Ay, a ver, dinos quién es la tipa que te causa esos celos~

Mi hermana hizo que sus labios tuvieran una forma de beso, luego con malicia en su rostro volteó a ver a Bruno y ambos volvieron a reír. Sin duda, no les iba a decir nada.

No dije más y me dirigí a mi cuarto a pensar un poco.

— ¡Oye, pero no te vallas! - Empezó. - ¡Aun tienes que contarnos el chisme! - las carcajadas de su parte no cesaban.

Decidí ignorarlos.

***

Narra Amira:

Estuve cociendo por unas, emnm, 5 horas. Ya no veía. Tenía hambre pero demasiado flojera para moverme. Entre mis labios recargaba una aguja desde ya más de 10 minutos y no se crean, me la enterré en uno de mis labios hace unos 2 minutos. Mis dedos estaban "hermosamente" decorados con vendajes que tengo por doquier en local, justamente, para ocasiones como estas.

Ocasiones que suceden todos los días.

Ya el sol recorrió mitad del cielo, y ya no me daba luz de frente. No era de cuestionarse que ya era hora de volver a casa y de paso buscar a Julieta para ver si me da algo de comer, no quiero que cuando me vea con Nicolas, noté todas mis heridas.

— Uff... Al menos terminé un pedido completito. Soy toda una profesional. - Me levanté de mi silla e hice una pose de orgullosa.

¿Que? Tengo que demostrar cuanto me quiero y presumo lo buena que soy.

— Más bien una retrasada. - Espera, ¿quien carajos dijo eso?

Rápidamente miré hacia fuera de las rejillas y vi la presencia de alguien que conozco como la palma de mi mano. Ese chico que quiero y odio.

— ¿Como osas decir eso de mi? - Modo dramática, activado.

— Jajajaja, no te agüites hermanita.

Gus y yo empezamos a reír como los mensos que somos.

— ¿Vienes a buscarme? Ya terminé.

— Si, tranquila, yo te esperó mientras acomodas todo.

Le agradecí y empecé a guardar las telas, hilos y demás cosas. En eso, una voz intrusa comenzó a conversar con mi hermano.

— ¡Valla, Nicolas! Pero que sorpresa verte por aquí. ¿Vienes a hacer algún pedido?

— Agustín, hola. No exactamente, vine a ver a tu hermana, vamos a salir un rato.

Rayos, se adelantó más de lo que esperaba. No tendré tiempo de ir a ver a Julieta.

Salude al joven y ellos dos siguieron hablando mientras yo terminaba en lo mío. Entonces si era cierto de que Nico podía llegar a ser muy comunicativo. Jeje, eso lo hace adorable.

— Hola Agus... y Nicolas. - Una tercera dulce y melodiosa voz, bastante familiar, se unió. - ¡Hola Ami!

— ¡Juli! ¿Que haces aquí?

No enserio, ¿que hacen todos tres aquí, al mismo tiempo?

— Solo pasaba a ver si estabas ocupada. Supuse que no habías comido nada desde que viniste, porque no se, lo presentía. Quería invitarte algo en casa.

Mientras Julieta hablaba, mi hermano no desaprovechó para acercarse a ella y tratarla como si su novia fuera. Así que la abrazó y beso su mejilla como si nada. Mi mente me decía "mátalo, mátalo", pero no pensaba hacerle caso a menos que fuera completamente necesario. Digo– Es mi hermano y todo pero ¿con que derecho?

— Oh, justamente y-yo quería también invitarla a cenar jeje. - La risa nerviosa de Nicolas llamó bastante la atención de Gus, en el sentido que puso su típica cara de "hermano sobre protector". El rubio solo rasco su nuca después de delatar sus intenciones ante mi hermano mayor.

Pero grande fue mi sorpresa al ver como Julieta también tenía una expresión extraña.

— Oye, mamá ya hizo comida en casa. Se enojará si no vienes. - La Madrigal volteó a mirar a Agustín desconcertada.

— Bueno, - Dijo totalmente seria para luego dirigir su rostro a mi, al igual que los otros dos hicieron. - ¿Con quién de nosotros vendrás a comer, Ami? - Aun neutra, me preguntó.

Emnm... ¿Que se supone que tengo que hacer ahora?

Continuará.....

- Que Sea Nuestro Secreto - (Julieta Madrigal x Oc) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora