Parte 16

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Narra Amira:

No se, pero, ¿era la única que creía que esto parecía mas bien una especie de sueño completamente increíble en el cual solo un ingenuo sin sentido común caería? Quizás. Y también, quizás, yo era esa ingenua sin sentido común.

Pero si era tan solo un invento de mi subconsciente, entonces pensaba aprovechar que mi mente por fin hacía algo a mi favor, al cien por ciento.

Me encontraba arrodillada ante ella, con su mano entre las mías. Parecía que le estuviera pidiendo matrimonio, pero solo estaba.. simplemente.. declarándome. Esperando a que mis sentimientos fueran correspondidos. Y si no lo eran, entonces no entendía porque me beso con tanto entusiasmo y deseo.

¿Se dan cuenta de lo que digo?

Me le estaba declarando a la novia de mi hermano mayor.

¿Debería estar orgullosa?

Oh, por supuesto que si.

¿Debería de estar asustada y nerviosa?

Obvio.

¿Debería arrepentirme o sentir culpa?

Nah. Tampoco hasta allá jajaja. Tengo valores, pero en esta especial ocasión, no cuentan.

— ¿Juli? - Ella cubría su boca con su mano, primero lo hizo por la sorpresa, luego ya no estaba segura porque..

— Ami... Tu sabes que no podemos. Esta prohibido. Tengo pareja y es TU HERMANO. Y ambas sabemos que nunca se nos aceptaría. Nadie lo haría...

Tenía razón.. Ahh... ¿En que estaba pensando?

Según yo, habría forma de estar juntas, pero santos cielos, es obvio que no. ¡¿Por que soy tan tonta e ilusa?! ¡Tonta, tonta, tonta!

— Es cierto... - No quise decir nada más y me levanté rápido soltando su mano. Estaba tan avergonzada.

Como cuando haces una presentación en frente de una centena de personas y te equivocas en lo que tenias planeado decir.

Me di la vuelta para que la morena no me viese la cara, y puse mis manos sobre mi cabeza, dando pequeños golpes.

— Mierda... - Sentí mis ojos cristalizarse, pero no era no hora para esas mamadas.

— Ami.. - Julieta puso su mano sobre mi hombro delicadamente. - Lo siento muchísimo, créeme que también quisiera estar contigo... Pero, es que no podemos.

Como que de repente las ganas de estar aquí, con ella, en este específico lugar, se me quitaron.
No lo podía creer, era una tonta ingenua...

Pero espero que tampoco se lo estén creyendo.

De ninguna manera pensaba dejar que la oportunidad de estar con la mujer por la que me muero, se me escape así por así.

— Juli.. Mírame a los ojos. - La Madrigal me miro confundida y algo preocupada.

Sus luceros de color avellana un poco oscuro, puesto en los míos. Nos quedamos observando por al menos unos 45 segundos. Sin pestañear. Luego, creo que ya se había perdido bastante en la situación y sin pensarlo dos veces cerró los ojos para voltear la mirada hacía otra parte.

— E-ehh.. Ami, ¿a que viene esto? ¿Por qu–

— Dime la verdad. - Dije para captar su atención. Lo cual funcionó, efectivamente. - ¿Mi hermano o yo?

Sabía que estaba mal hacerla escoger, pero en ese momento, necesitaba estar completamente segura que lugar ocupaba en su vida.

— No se.. Quiero decir– - Según yo, los nervios se estaban apoderando de ella.

- Que Sea Nuestro Secreto - (Julieta Madrigal x Oc) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora