DIJO QUE SE IRÍA POR EL DÍA, PERO ESO ERA MENTIRA.
Ha sido una semana entera.
Incluso terminé con todos los cazas TIE en el hangar, después de que finalmente acepté la ayuda, por supuesto. Estaba muy reacia al principio, pero Adam insistió, así que me ayudó mientras Mike y Kyle trabajaban en las armas, sabía que era su forma de intentar acercarse a mí. Especialmente porque pasaba mucho tiempo parado demasiado cerca, prácticamente tuve que enviarlo a un caza TIE separado al otro lado de la habitación para poder respirar aire que aún no estaba asociado con él. Pero lo mantuve cerca ya que resulta ser una de las pocas personas aquí que no camina con un palo en el trasero.
Todavía pienso constantemente en esa noche y en lo que Vader podría haberle hecho a ese hombre, aunque estoy cien por ciento segura de que no fue nada bueno. Tampoco es algo que le haya mencionado a nadie más. La imagen de él sobre mí todavía me persigue y si no fuera por la nueva cerradura de seguridad en mi puerta, lo más probable es que no hubiera estado durmiendo bien.
Me desperté a la mañana siguiente y había un guardia instalando un teclado con cerradura junto a mi puerta y me dijo que Vader insistió en que lo pusieran allí para que no haya más "incidentes". Me hizo sentir mejor, nunca pensé que algo así sería algo de lo que tendría que preocuparme aquí.
Eso me lleva a donde estoy ahora, ocho días completos desde que sucedió esa noche y desde la última vez que vi a Vader. Estaba sentada en la cafetería con Kyle, Adam y Mike, charlando mientras cenaba, al menos ellos lo hacían. Yo, por otro lado, estaba desconectada de su conversación y me quedé perdida en mis propios pensamientos.
No podía dejar de pensar en el Lord Sith, la forma en que curó suavemente mi herida, la forma en que se veía en ese sofá con sus abdominales tonificados brillando a la luz, y la forma en que mi corazón se aceleraba cada vez que estaba tan cerca de él. Era una mezcla de miedo pero también de deseo, algo en él era embriagador. No había pensado de esa manera hasta que me salvó esa noche y no estaba segura si era por lo agradecida que estaba o por algo completamente distinto. Pero me refiero, quién no lo haría si tuviera enfrente el cuerpo de un dios y la cara de un ángel.
-Aspen, ¿estás escuchando?- La voz de Adam me sacó de mis pensamientos y levanté la mirada para encontrarme con la suya.
-¿Hm?- pregunté, demostrando que realmente no estaba escuchando.
Se rió entre dientes: -Te preguntábamos si querías venir con nosotros al hangar donde Kyle ha escondido una buena botella de whisky-. Preguntó con una sonrisa traviesa.
