SUSPIRÉ MIENTRAS LIMPIABA EL CONTENIDO BRILLANTE DE R2 mientras él repetidamente me pitaba molesto, —Lo siento mucho, amigo—. No puedo creer que Aspen pensó que esto era una buena idea.
La puerta de mi oficina se abrió, y me di cuenta por la falta de pensamientos y los pequeños pasos; era Piett, —¿Qué está haciendo, mi señor?— preguntó mientras se acercaba a mí.
Suspiré de nuevo y continué quitando las pequeñas joyas, —Le estoy quitando esta mierda a R2. Por alguna razón, Aspen pensó que necesitaba que le agregaran un poco de brillo—. No dejaba de recordarme a mí mismo que la amo con todo mi corazón, así que no salgo y la ahogo, y tampoco de la manera que a ella le gusta. Mi pequeño bicho raro pervertido, —Ni siquiera sé de dónde sacó estas cosas—. Me quejé con un gemido cuando uno de ellos estaba demasiado apretado y estaba luchando por quitárselo. Mientras hacía eso, Piett se quedó en silencio, lo cual era inusual en él. Lentamente miré y entrecerré los ojos cuando vi su expresión de culpabilidad, —No sabrás de dónde sacó estas cosas, ¿verdad?
Él asintió de mala gana con una sonrisa tímida, —Puede que se lo haya dado—, reveló, y estaba a punto de levantar la mano para abofetearlo con la fuerza como lo hice en el hangar no hace mucho tiempo, pero me detuve cuando él puso levantó las manos en defensa, —Pero no sabía que ella haría esto—, señaló un deslumbrante R2, —Pensé que solo iba a ponérselo a BB-4—. Se encogió de hombros.
Suspiré y puse los ojos en blanco ante este inconveniente. No puedo culparlo exactamente, ¿verdad? Aunque me gustaría.
Volví mi atención a mi droide, —Bueno, ella lo puso en BB-4, luego aparentemente, tenía extra—. Me burlé de su voz en un tono agudo, lo que provocó que Piett se riera.
Le dije que nunca volviera a hacer algo así y su respuesta fue: '¿Por qué, me vas a castigar?' con una ligera sonrisa. Ella claramente ya no me encuentra intimidante.
—Pero todavía la amas—. Continuó riendo y yo asentí en respuesta con otro suspiro.
Lo hago, es una bendición y una maldición.
Decidí cambiar el tema a algo importante, —Me alegro de que estés aquí, estaba a punto de ir a buscarte—, me puse de pie mientras sacaba las últimas piezas de mi droide. Me giré para mirar a Piett, —Me iré a Coruscant por un día o dos, aparentemente hay un motín afuera del Palacio Imperial con el que el Emperador quiere que me ocupe, así que me iré en unas horas—. Gracias a los dioses, él tampoco estará allí, todavía está en Byss, —Aparentemente a la gente no le gusta la idea de una estación espacial que tiene la capacidad de destruir un planeta entero—. Una vez que se corrió la voz sobre Tatooine, hubo un pequeño alboroto de miedo.
