—PERO NO QUIERO DEJARTE—, ASPEN ME MIRÓ CON OJOS ASUSTADOS, —¿QUÉ PASA SI ÉL-?
Presioné suavemente mi dedo enguantado en sus labios para cortarla, sé lo que va a decir. Está preocupada de que me mate, sé que no lo hará, pero podría llevarme al borde de la muerte. Aunque eso no es algo que pueda decirle, necesito que no se preocupe, —Estaré bien, lo prometo—, tomé su rostro entre mis manos, —pero no puedo arriesgarme a que estés aquí mientras él está aquí. Por favor, necesito que te vayas o no podré concentrarme en nada más que en ti.
Dejó escapar un suspiro y asintió de mala gana con ojos tristes: —Está bien, iré. Pero si mueres, juro por los dioses que me volveré a casar solo para fastidiarte.
Me reí con una pequeña sonrisa mientras apoyaba mi frente contra la de ella, —Cierto, como si pudiera ser reemplazado—, respondí en mi habitual tono arrogante mientras ponía los ojos en blanco juguetonamente. Dejó escapar una sonrisa melancólica cuando bajé la cabeza y llevé mis labios a los suyos. La besé lenta y tiernamente, no estoy seguro de cuánto tiempo pasará hasta que pueda volver a hacer esto. Esperemos que no se quede mucho tiempo como predijo Piett: —Piett o yo te llamaremos para avisarte cuándo es seguro que tú y Ellie regresen—. Le informé cuando me separé del abrazo, —Te amo y te veré pronto, ¿de acuerdo?
Ella asintió, —Está bien y yo también te amo—. Lentamente se alejó de mi agarre y comenzó a caminar por la rampa de la nave donde Ellie la estaba esperando. Sus ojos estaban ligeramente rojos y miraba fijamente a Piett, quien le estaba dando una mirada solemne.
Se paró a mi lado cuando la rampa comenzó a levantarse, lo último que vimos fueron los ojos asustados de las mujeres que amamos mirándonos, antes de que la rampa se cerrara por completo impidiendo nuestra vista.
[...]
Me quedé en el hangar, esperando nerviosamente a que el Emperador bajara de su nave; su nave que acaba de llegar. Han pasado algunas horas desde que las chicas se fueron, y acabo de hablar con ellas hace aproximadamente media hora cuando aterrizaron a salvo en Naboo. Se quedarán en la cabaña de Ellie hasta que sea seguro regresar. Me siento mucho menos estresado sabiendo que ella no está aquí, así que ahora lo único en lo que estoy enfocado; es mi propio bienestar.
Todos en el hangar y yo nos arrodillamos en el suelo cuando la rampa de su nave comenzó a descender, su figura oscura apareció a la vista y sus amarillos inmediatamente aterrizaron sobre mí. Caminó lentamente por la rampa y para mi horror; él sonrió. Una sonrisa torcida y sádica y supe lo que siguió. Levantó la mano y me estremecí, solo para sorprenderme cuando sentí su mano en mi hombro. Lo miré confundido, —Hola, mi chico, por favor levántate y vamos a tu oficina—. Habló suave y... dulce. Por supuesto, él simplemente no quiere una audiencia.
