PIETT IRRUMPIÓ EN LA HABITACIÓN SIN AMIENTO POR SEGUNDA VEZ HOY, -VINE LO MÁS RÁPIDO QUE PUDE-, ANUNCIÓ Y su mirada se volvió hacia Anakin, que caminaba de un lado a otro sumido en sus pensamientos. No entiendo por qué está tan asustado y he tratado de preguntar pero casi no me dice nada, -¿Qué está pasando?- Piett preguntó mientras su mirada se movía entre Anakin y yo.
Mi prometido finalmente dejó de pasearse y miró a nuestra amigo, -Creo que está embarazada-. Admitió y los ojos de Piett se agrandaron cuando me miró a mí y luego a mi estómago.
-Ani, no lo sabes con certeza-. ¿Cómo llega a esta conclusión? Le dije que tuve mi último periodo hace tres semanas, así que todavía tengo mucho tiempo. Pero en lugar de hablar conmigo, inmediatamente llamó a Piett.
Me lanzó una mirada, -Puedo sentirlo, Aspen- se acercó a mí y colocó una mano sobre mi estómago, -Es muy débil, pero definitivamente hay algo diferente. Podría estar equivocado, nunca he sentido un embarazo antes, pero estoy noventa y nueve por ciento seguro de que tengo razón-. Volvió su atención a Piett, que todavía me miraba con sorpresa, -No puedo ser exactamente el que la lleve al médico, necesito que lo hagas tú.
Piett se compuso, -No digas más-, se acercó y me agarró del hombro para sacarme de la habitación, -Vamos, cariño, hora de un chequeo.
Le entrecerré los ojos, -No me llames así-. Giré la cabeza para ver a Anakin sentado en el borde de su cama con la cabeza en la mano, antes de que finalmente saliéramos de la habitación. Piett comenzó a arrastrarme por el pasillo hacia la bahía médica.
Esto no puede estar pasando, ¿y si es verdad? No puedo criar a un niño aquí, ¿verdad? O qué pasa si lo estoy y él me dice que no lo quiere... ¿lo querría yo? Oh dios, voy a vomitar de nuevo.
Respiraba con dificultad y Piett lo notó: -No, no, no hay ataques de pánico todavía hasta que lo sepamos con certeza-. Apretó suavemente mi hombro en un esfuerzo por calmarme.
-Pero todavía tengo tiempo para mi periodo, es demasiado pronto, es posible que ni siquiera puedan detectarlo si lo estoy-. Le dije que, por lo general, se supone que debes esperar hasta que tu periodo se retrase.
[...]
-Muy bien, Aspen cuál parece ser el problema-. Mi médico habitual entró en la habitación, -¿Tu dedo está bien?- Preguntó mientras miraba al pequeño elenco.
Asentí, -Sí, no estoy aquí para eso-. Respondí con timidez mientras miraba hacia abajo avergonzada.
-Necesitamos que le hagas una prueba de embarazo-. Piett habló sin rodeos. Volví mi mirada hacia el médico, cuyos ojos se habían ensanchado ligeramente.
