ME DESPERTÉ CON EL SONIDO DE MI ALARMA A TODO VOLUMEN EN TODA LA HABITACIÓN. GEMÍ MIENTRAS PATEABA PEREZOSAMENTE mis pies sobre la cama para levantarme y presionar el botón para apagarlo. Me cambié el pijama y me puse ropa limpia, todavía no me han dado ningún uniforme, así que mi ropa normal tendría que ser suficiente por ahora. Me puse algo que no me importaría si se ensuciara.
Tan pronto como terminé de colocar mi cabello en un moño, llamaron a mi puerta. Me acerqué a abrir y me saludó un hombre de cabello castaño con brillantes ojos verdes. Se quedó allí con una sonrisa en su rostro, lo que me pareció un poco extraño ya que todavía no he visto a nadie sonreír aquí, —Hola, soy Adam, se supone que debo llevarte a nuestro hangar y mostrarte dónde los cazas TIE están.
Le devolví una pequeña sonrisa, —Hola, Adam, soy Aspen—, le tendí la mano para saludarla y él la estrechó suavemente antes de soltarla, —Me alegro de que estés aquí, No tengo ninguna duda en mi mente de que me hubiera perdido—. Me reí levemente mientras salía y la puerta mecánica se cerraba detrás de mí. Me debatí en desayunar primero, pero estaba ansiosa por empezar.
—Todos se pierden, yo llevo aquí tres meses y todavía me pierdo de vez en cuando. Es un lugar grande—. Su rostro todavía tenía una sonrisa y sus ojos brillaban cuando eran iluminados por las luces del techo. —Vamos, por suerte para ti, el hangar no está lejos de tu habitación y está justo aquí abajo—. Me hizo un gesto para que lo siguiera y caminé a su lado.
—Entonces, ¿qué es lo que haces aquí?— No soy de las que inician pequeñas conversaciones, pero no quería que nuestro pequeño paseo se llenara de un silencio incómodo.
—Soy el experto en armas, construí parte de la maquinaria que quieren que coloques en los TIE. Por eso me eligieron para acompañarte—. Se volvió hacia un lado para darme una cálida sonrisa, —Aunque no me dijeron lo hermosa que eres.
Un ligero sonrojo apareció en mis mejillas y dejé escapar una risa nerviosa, —Gracias, eso es dulce de tu parte—. No sabía qué más decir, nunca antes había recibido un cumplido tan directo como ese. Me tomó un poco desprevenida. ¿Se suponía que debía hacerle un cumplido? Él era guapo, pero yo no era del tipo coqueta.
—No lo menciones—, guiñó un ojo y abrió una puerta para revelar una gran sala con múltiples filas de TIE-Fighters, caminó hacia el extremo derecho y colocó su palma en el primero. —Este es con el que comenzarás, tan pronto como termines, Lord Vader va a ver si le gusta y si lo hace—, señaló a toda la habitación, —Tú harás el resto.
