—¿CUÁL ES EL TRABAJO? —CUESTIONÉ. ME DESCONCERTÓ SU ACTITUD SERIA.
—Se ha encontrado un naufragio de rebeldes abandonados en Kashyyyk. Es demasiado grande para traerlo aquí, pero el emperador ha pedido que lo hagamos funcionar para ver si hay secretos rebeldes a bordo. Como nombres y ubicaciones de sus bases ocultas—, informó. —Nos vamos por la mañana, así que dile a tu novio que te perderás el desayuno—. Puso los ojos en blanco y se dio la vuelta para irse, pero agarré su muñeca para detenerlo y lo hizo, pero no se dio la vuelta para mirarme.
—Por favor, no te vayas—. Supliqué, estaba volviendo a ser como siempre. Frío y distante. Pero no iba a dejarlo esta vez. Lo que pasó en esa habitación significó algo para mí y sé que significó algo para él, solo quiere seguir negándolo.
—Déjame ir.— Exigió, pero su tono no era tan enfadado como suele ser.
Suspiré, —No me hagas decirte 'no' otra vez.— Apreté su muñeca con más fuerza e incluso traté de tirar de él para darle la vuelta. Por supuesto que no funcionó, es un idiota tan terco.
—¿Soy terco?— Se dio la vuelta rápidamente, soltándose de mi agarre y ahuecando mi cara con sus manos. Me miró fijamente a los ojos. —Eres la persona más terca que he conocido—, gruñó mientras se inclinaba más cerca de mí, —te dije que soy un asesino, que he matado a miles de personas, y aún así no me dejas en paz.
Levanté mis manos y sostuve sus muñecas suavemente, —No me has dicho nada que no supiera cuando te conocí.
—Eres increible.— Suspiró mientras sacudía la cabeza. —Soy un monstruo, Aspen, no quieres esto.
—Sí, lo hago y sé que tú también—. Me puse de puntillas y puse un suave beso en sus labios que él me devolvió. Él era tan amable conmigo como yo lo era con él.
Para mí, él no era un monstruo.
Se alejó de mí y me miró suavemente a los ojos, —¿Por qué?— Me colocó el cabello detrás de la oreja, —¿Por qué no me dejas en paz?— Cerró los ojos y colocó su frente suavemente sobre la mía mientras su pulgar acariciaba mi mejilla.
—Porque nadie me ha hecho sentir como tú y no creo que nadie lo haga nunca—. Admití nerviosamente. Ni en un millón de años pensé que sería alguien que se enamoraría de Darth Vader, pero aquí estamos.
Suspiró y me empujó lejos de él, —Si el Emperador se entera de ti, te matará—. Se alejó de mí hacia la puerta, causando que me doliera el corazón al saber que estaba a punto de dejarme, —Ya sea que esto sea algo que quiero o no, no puede suceder. Estoy tratando de protegerte, Aspen , de mí y de él—. Se dio la vuelta para irse, pero se detuvo por un momento cuando llegó a la puerta, —Significó algo para mí, pero nunca volverá a suceder—. Habló en un tono tan bajo que casi no lo escuché, —Te veré en la mañana—. Y con el movimiento de su mano, la puerta se abrió y salió.
