—MALDITOS WOOKIES—. VADER MURMURÓ MIENTRAS SALÍAMOS DE NUESTRA NAVE AHORA QUEMADA Y NOS dirigíamos de regreso a la rebelde. —Voy a matarlos a todos cuando los encuentre.
—Cálmate, ni siquiera sabes si fue un wookie—. Rodé los ojos mientras seguía su ritmo rápido. Me rodeé con los brazos para protegerme del frío, además parecía que estaba a punto de llover.
Se detuvo y se dio la vuelta; haciéndome chocar contra su pecho, —¿Quién más podría haber sido?— me miró con molestia clara en sus rasgos.
Me encogí de hombros, —No sé, tal vez dejaste algo encendido—, comencé y lo vi entrecerrar los ojos, —O tal vez hubo problemas técnicos que no sabías o si estaba preparado para explotar y nosotros tuvimos la suerte de salvarnos. No puedes saltar a una conclusión cuando hay tantas posibilidades—. Le sermoneé, con la esperanza de salvar algunas vidas de pobres wookies.
—Uno, no dejé nada encendido y si lo hiciera, no causaría una explosión como esa—, levantó un dedo mientras comenzaba a contrarrestar las posibilidades que mencioné, —Dos, esa nave estaba en perfectas condiciones, era mía—, dos dedos hacia arriba, luego tres, —tres, no seas estúpida, ¿quién atacaría mi nave?
Incliné la cabeza con una expresión de 'eso es lindo', —Esto podría ser una sorpresa, mi Señor, pero hay muchas personas que lo harían. No eres tan querido—. Rodé los ojos y su rostro molesto cambió a uno de diversión.
—Puedo pensar en una persona a la que le gusto—. Se paró más cerca mientras me sonreía.
—Yo no.— Sonreí sarcásticamente y lo empujé para alcanzar la nave naufragada. No iba a dejar que jugara con mis sentimientos. Dijo que había terminado con todo lo que teníamos, así que está hecho.
Además, estaba empezando a llover, podía sentir las gotas que me caían en la cara y quería refugiarme antes de que empezara a llover.
Lo escuché gruñir de irritación detrás de mí antes de tirar de mi brazo; impidiéndome alejarme, —No puedes empujarme así y no olvidemos la bofetada de antes—, me agarró con más fuerza, —Te estás volviendo demasiado audaz, Aspen.
Oh cariño, estoy a punto de ponerme más audaz.
Entrecerré los ojos, —Suéltame el brazo—. Tiré, pero su agarre dejó de aflojarse, irritándome aún más.