DESPUÉS DE DECIRLE AL EMPERADOR QUE LOS TIE-FIGHTERS ESTABAN BIEN HECHOS, ME PIDIÓ QUE HICIERA cientos. Quiere que los clones tengan las mejores mejoras mientras luchan en esta guerra. Él asume que cuanto más material avanzado tengamos, más nos acercará al final de esta guerra con una victoria.
Yo, por otro lado, creo que esta guerra puede durar años sin importar lo que tengamos. No importa cuántos rebeldes elimine, siempre quedan miles o más. La gente se une constantemente a esta causa contra el Imperio, y seguirán uniéndose a diario. Hay miles de millones, si no trillones de formas de vida en esta galaxia; es un suministro rebelde interminable.
Ya hablé con Adam sobre conseguir más de sus armas de mierda, no es que tenga la más mínima confianza en él. Pero él no es mi problema si falla, es el de Tarkin, ya que él es el que está todo el tiempo en su culo. No me sorprendería si estuvieran literalmente en el culo del otro.
Ahora estaba en camino a decirle a esa hermosa mecánica que habla mal que una vez que haya terminado con las del hangar, le daré más que hacer. Lo cual estoy seguro de que ella puede manejar sola, ya que sus pensamientos son los que me dijeron que preferiría trabajar sola en primer lugar. Lo cual acomodé, generalmente se supone que tiene dos o más personas con ella, pero las moví a partes separadas de la Estrella de la Muerte para cumplir su deseo.
Entré al hangar para ver a Aspen tirada en el suelo, con Adam acostado junto a ella. Mi sangre inmediatamente hirvió al verlo, —Viniendo de la chica que me dijo esta mañana que prefiere trabajar sola—. Adam se rió entre dientes mientras la miraba fijamente mientras ella miraba hacia el techo pensativa. Me acerqué y me paré justo en frente de ellos mientras miraba hacia abajo a su proximidad.
Ni siquiera se han dado cuenta de que estaba aquí todavía.
—Cambié de opinión.— arrugó la cara con una carcajada mientras giraba la cabeza para encontrarse con su mirada.
Se ve tan perfecta con este atuendo. Realmente muestra sus maravillosas curvas y esos pantalones cortos son increíbles para un fácil acceso. Me estoy poniendo duro solo con mirarla.
Le entrecerré los ojos mientras cruzaba los brazos sobre mi pecho.
—Eres hermosa, ¿lo sabías?— sonrió mientras intentaba coquetear inocentemente con ella. Pero conozco sus verdaderos pensamientos. Y estoy seguro de que si ella los conociera estaría tan aterrada como yo, y yo soy... yo, así que eso dice algo.
