POWER RANGERS: Beginning

Introducción

La Tierra, un lugar lleno de vida. Durante años, se ha estudiado la evolución de esta y cómo llegamos hasta aquí, pero son muy pocos los que conocen su verdadero origen. En un principio, este lugar era solo un desierto, donde abundaban arena y rocas; sin embargo, esto cambió cuando un meteorito cayó del espacio. Pero este no era un meteorito cualquiera; junto a él cayó un cristal conocido como el cristal Zeo, que guardaba en su interior un poder infinito, más allá del conocimiento de cualquiera.

Al caer en ese desierto, el cristal comenzó a transmitir su poder a la Tierra, y como consecuencia, esta empezó a cambiar: crecieron innumerables bosques, llanuras, lagunas y ríos que desembocaban en una gran extensión de agua conocida como el mar. Con todo esto, llegó la vida, comenzando por pequeños microorganismos.

Durante años, ese poder que el cristal otorgó a la Tierra hizo que esta misma evolucionara y se convirtiera en un hermoso paraíso. Sin embargo, debido a su poder infinito, el cristal era muy deseado por las diferentes criaturas que se extendían por el universo. Por ello, junto con el cristal, llegó una especie conocida como los guardianes de la vida. Estos se encargaron de esconder el cristal con la esperanza de que no fuera encontrado, pero todos sabían que no podrían ocultarlo eternamente.

ERA CENOZOICA

Muchos años después de que el cristal Zeo llegara a la Tierra, los guardianes se habían adaptado a la vida en este lugar. Esos pequeños microorganismos evolucionaron hasta convertirse en una especie que nosotros conocemos como los dinosaurios. Por un tiempo, todo fue paz y armonía; todos los organismos vivientes coexistían. Pero entonces, todo cambió. Del espacio, justo como habían llegado los guardianes, llegaron unos seres malignos que se alimentaban de la energía vital de todo ser viviente. Para ellos, obtener el cristal Zeo implicaba poder infinito y un control sobre todo ser que coexistiera con él.

Los guardianes, al verlos llegar a la Tierra, sabían que esto significaba guerra, y ellos, como protectores de la vida, debían hacer algo. El líder de los guardianes, un maestro con gran sabiduría y poder, logró extraer del cristal Zeo dos pequeñas Gemas: una de un color rosa brillante y la otra de un rojo intenso. Juntas, podrían otorgar poder infinito a quien las portara. Por ello, el maestro se encargó de que la Gema Rosa fuera portada por una guerrera que, al igual que el color de la Gema, representara amabilidad, valor, armonía y esperanza. Por otro lado, la Gema Roja sería portada por un guerrero que, al igual que su color, representara fuerza, pasión, revolución y un gran temperamento. Las Gemas se encargarían de escoger a sus portadores, quienes serían "almas gemelas," término que utilizaban para simbolizar la unión entre ambos. Lucharían siempre espalda con espalda, y su vínculo sería tan fuerte que, sin importar si se encontraban a miles de kilómetros, buscarían la manera de encontrarse y, por ello, nunca se traicionarían.

Esta fue una manera en que los guardianes se aseguraron de que ese poder siempre estuviera dividido entre dos personas, porque si ambas Gemas caían en una sola persona y esta abusaba de ese poder, traería un desequilibrio que pondría en riesgo a todo organismo viviente en la Tierra y hasta a aquellos que estaban fuera de ella.

Cuando los seres malignos atacaron, las Gemas escogieron a dos guerreros: Zordon y Dulcea, quienes cumplían con todas las características que el maestro había predicho. Eran almas gemelas que lucharon con valor contra estos seres para proteger la vida en la Tierra. Cuando necesitaron ayuda, el poder de las Gemas se materializó tomando la forma del organismo más poderoso que habitaba el planeta: los dinosaurios. La Gema Roja se materializó como un imponente Tyrannosaurus que protegía desde tierra, y el poder de la Gema Rosa tomó la forma de un Pterodáctilo que surcaba los cielos, protegiendo desde la distancia. De esta forma, los primeros portadores protegieron durante décadas el cristal. Cuando llegó el momento, Zordon se encargó de que la Gema Roja encontrara al próximo guerrero, y aunque esto tomó tiempo, lo logró. Pero algo sorprendente ocurrió: en cuanto la Gema Roja tuvo un nuevo portador, Dulcea perdió los poderes que le otorgaba la Gema Rosa. Aunque al principio nadie entendió qué pasó, pronto descubrieron que esta Gema había encontrado el alma gemela del nuevo portador de la Gema Roja, por lo cual esta nueva guerrera estaba destinada a ser la nueva portadora.