POWER RANGERS: Beginning

Capítulo 6. Alpha 5

• Nick Roux es Chad

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En horas de la madrugada, el pequeño barco en el que se escondía Rita llegó a Brooklyn. En cuanto éste se detuvo, Rita se puso alerta, se fijó si en el puerto habían varias personas o policías que le causaran más problemas, pero no, el lugar estaba tan desierto como lo había estado esos días el de Staten Island, eso la hizo sonreír -al fin algo de paz- pensó mientras se acercaba a la tripulación del barco y se encargaba de no dejar ni uno vivo, esa era su mejor forma de recuperarse, y para ella, esas alimañas lo merecían. Rápidamente salió del barco y tiró uno de los cuerpos en la parte baja de la rampa de embarque; observó un momento el lugar y pensó que hacer, no podía quedarse tan cerca del agua, ya la habían encontrado una vez y esas personas no contarían con tanta suerte en una próxima ocasión. Decidió salir del puerto y aprovechando que no había personas debido a la hora, se escabulló y caminó durante un rato hasta que encontró una zona industrial; había muchas bodegas y partes donde podría esconderse mientras tanto -perfecto- fue lo que pensó mientras se adentraba en la zona, ahí no la encontrarían tan fácilmente. Lo que Rita no sabía, era que en el puerto un hombre la había visto, pero éste se escondió cuando vio su aspecto y que traía consigo el cuerpo de un pobre hombre, -¿Que acababa de ver?- era lo que pensaba el hombre. Luego de darle tiempo a Rita para que se alejara del lugar, el pobre hombre aun con las piernas temblando como gelatina se levantó del lugar donde se había escondido para acercarse al barco del que había descendido esa "cosa". Se acercó muy despacio, y cuando estuvo a 2 metros del cuerpo del hombre, tragó saliva, tal vez aún estuviera vivo. Sin embargo, gracias a la poca luz que había y como estaba acomodado el cuerpo, no podía ver bien el rostro del hombre y no sabía cuál era su estado. Después de mentalizarse varias veces y de respirar profundamente, el hombre empezó a acercarse al cuerpo mientras lo llamaba.

-Oye- susurró el hombre aún asustado -Amigo ¿Está bien?- insistió el pobre pescador, y al no obtener respuesta, se acercó al cuerpo y sacó una pequeña linterna de su bolsillo, la encendió mientras se arrodillaba al costado del hombre -Tranquilo amigo, llamaré una ambulanc...- empezó a decir el hombre mientras giraba el cuerpo, pero se llevó un susto de muerte al ver el estado del mismo. El pobre hombre no pudo evitar pegar un grito que rápidamente cayó por miedo a que esa cosa volviera. Se tragó el jadeo que salió de su garganta cuando reparó más el cuerpo, parecía una de esas momias que aparecían en las películas. Sin más, el hombre obligó a sus piernas a reaccionar mientras corría a su barco para conseguir un teléfono, debía llamar a la policía.

De vuelta a Queens, Elena llegó nuevamente a la preparatoria con el suficiente tiempo para darse cuenta que ahora todos, sin excepción, la miraban y susurraban, ahí va lo más preciado que tenía, el pasar desapercibida. Luego de mentalizarse e ignorar las miradas que le daban gracias al repulsivo ser que es Tiffany, cruzó el estacionamiento para entrar al establecimiento e ir a su casillero; en cuanto llegó notó que éste también tenía "mejoras", ahora tenía la palabra "perdedora" escrita con marcador, permanente al parecer. Dios, como esperaba la hora en la que podría salir de ese lugar, lo peor es que quien hacía este tipo de cosas no era un gran porcentaje de personas, pero éstas se encargaban de intimidar al resto, menos mal Caroline le dijo que se adelantara porque a ella se le había hecho tarde, porque si no, ya se imaginaba lo que la rubia tenía para decir. Resignada abrió su casillero para sacar su cuaderno, y cuando lo cerró de golpe se topó con el rostro de Steve. Elena no pudo evitar sonrojarse, no había caído en cuenta que él también tenía conocimiento de que le había gustado desde que llegó a Midtown.

-Hola- dijo Steve sonriendo y Elena le devolvió la sonrisa, aunque se veía confundida y avergonzada.

-Hola- respondió Elena dudosa.