POWER RANGERS: Beginning

Capítulo 31. Enojo de un Mikaelson

Elena empezó a abrir los ojos con dificultad, sentía un pequeño zumbido en sus oídos y de pasó estaba confundida. Cuando sus ojos se estaban enfocando, vio un techo y una pared blanca, y a lo lejos escuchaba un pitido de forma continua, por un momento no pudo descifrar que era, no se sentía lúcida, aún así, cuando sus ojos se enfocaron bien, no reconoció la habitación en la que estaba y eso encendió sus alarmas y aumentó su pánico, a tal punto que a pesar de estar mareada intentó levantarse, pero dos manos la detuvieron con suavidad e hicieron que se volviera a recostar.

-Tranquila Cielo, respira, no puedes levantarte tan rápido- la voz sonaba entre aliviada y preocupada, era raro, pero Elena la reconocía, así que aún confundida giró un poco su cabeza y vio la figura de su tía, la cual la miraba con alivio.

-¿Jenna? ¿Qué pasó?- murmuró Elena aún confundida, aunque miró la forma de la cama en la que estaba acostada y se dio cuenta que era una camilla, se miró lentamente y notó que tenía una bata, unos aparatos en su pecho que parecían ir conectados a la maquina, además, notaba algo raro en la nariz y cuando puso su mano sobre eso notó que era una cánula nasal, y tenía una aguja enterrada en su mano ¿Qué había pasado? pero al estar más lúcida se dio cuenta que estaba en el hospital.

-¿No recuerdas lo que pasó?- preguntó Jenna con suavidad mientras acariciaba su cabello, Elena intentó pensar pero se sentía rara, como si no recordara partes o como si fuera parte de un sueño, recordaba estar en su cita con Kol, luego un ataque y...

-Jenna ¡¿Dónde está Kol?!- dijo Elena con pánico, no recordaba cómo acabó el ataque y él estaba con ella ¿Y si lo habían herido?. Jenna sonrió con suavidad mientras acariciaba la mano de su sobrina.

-Está abajo, en la cafetería-

-¿Pero está bien?- volvió a preguntar Elena con miedo pero la castaña sonrió mucho más tranquila, sin duda su niña estaba bien.

-Él está bien, por suerte ambos lo están, pero tú te desmayaste y te dejaron aquí en observación, el médico dice que estas bien, con una leve contusión pero en un rato te dejaran salir- Elena asintió más tranquila, pero igual de confundida ¿En que momento pasó eso?, entonces miró el reloj y abrió los ojos sorprendida.

-¿Ya amaneció? ¿Cuánto llevo aquí?- Jenna sonrió con tristeza mientras miraba de igual forma el reloj, ya eran las 7 am, había sido una larga noche.

-Te ingresaron a eso de las 10 de la noche, pero tranquila, el médico solo estaba esperando que despertaras- Elena no podía creer lo que escuchaba, tuvo que ser feo el golpe para dejarla toda la noche aquí.

-Lo lamento tía, no quería que te preocuparas- Jenna negó mientras sonreía más tranquila.

-Tranquila, no fue tu culpa, los policías son unos idiotas, pero estas bien y es lo que me importa- dijo Jenna tiernamente pero alguien tocó la puerta interrumpiendo su charla.

-Adelante- dijo Jenna mientras miraban en esa dirección, por ella entró Richard Mikaelson seguido de Kol, el cual suspiró aliviado cuando vio a la pelinegra despierta, Elena sonrió pero notó que éste llevaba la misma ropa del día anterior.

-Hola Elena- saludó Richard mientras se acercaba, éste también se veía aliviado, y en respuesta la pelinegra sonrió.

-Hola señor Mikaelson, es un gusto verlo- el hombre sonrió mientras asentía.

-A mi también me da gusto verte despierta, pasaba a saludarte y a decirles a ambas que cualquier cosa que necesiten me llamen por favor, en lo que pueda las ayudaré- Jenna y Elena se miraron confundidas pero sonrieron ante la amabilidad del hombre.

-Muchas gracias señor Mikaelson, le agradezco mucho lo atento que se portó- comentó Jenna con una sonrisa mientras le extendía la mano al hombre, el cual no dudó en tomarla.