Capítulo 49. La tan esperada revancha

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...No entendía como había llegado ahí, reconocía el lugar, claro, parte de su infancia la vivió en esta casa, pero no le encontraba el sentido, los últimos acontecimientos eran borrosos, y se sentía perdida, porque no recordaba haber venido hasta aquí, tampoco tenía un motivo, pero aquí estaba, en el que había sido su cuarto cuando era niña, ella siempre amó los peluches, y su cuarto estaba rodeado de ellos, y en el centro de la habitación estaba la pequeña cama, mejor dicho, todo estaba como lo recordaba; aun así, decidió salir de la habitación, encontrándose con un gran pasillo, las paredes eran de un color neutral, algo aburrido, y los cuadros eran pinturas sin sentido, o eso pensaba ella, nunca entendió el arte, empezó a recorrer el pasillo lentamente, hasta que llegó a las escaleras, sin demora empezó a bajarlas, hasta llegar al gran salón, definitivamente la casa estaba tal cual la recordaba, honestamente desde que murió su papá y se mudó con su tía, jamás volvió a poner un pie en ese lugar; pero al llegar a la mitad del salón se quedó en blanco.

-¿Qué se supone que haga? debo estar soñando- murmuró la pelinegra confundida, sin embargo, algo llamó su atención, encima de la chimenea había una gran foto, y Elena sonrió en cuanto la observó, estaban los tres, su papá abrazaba con cariño a su mamá, y ella estaba en medio de ambos, para ese momento debía tener unos cinco años, era extraño lo feliz y tranquila que se veía, justo ahora sentía que algo estaba mal.

-¿Princesa?- esa voz hizo que Elena se quedara pasmada, sus manos empezaron a temblar, y sin darse cuenta sus ojos se llenaron de lágrimas, se mordió un labio mientras se giraba lentamente, y no pudo evitar dejar escapar un sollozo.

-¿Papá?- Herc Hansen estaba ahí parado como si nada, tal cual lo recordaba, y éste le sonreía con cariño.

-¿Tuviste una pesadilla? te dije que no comieras tantos dulces- su voz era tierna, y Elena no podía hablar, solo se quedó ahí parada llorando, pero su papá la miró con preocupación -¿Por qué lloras? las princesas se ven más hermosas sonriendo- Herc se había acercado a su hija y limpió las lágrimas con cariño, pero Elena sonrió mientras se lanzaba sobre su papá para abrazarlo con fuerza, y éste no tardó en devolverle el abrazo con cariño.

-Me has hecho mucha falta papá- Herc rió con suavidad.

-Pero princesa, si nos vimos hace unas horas- Elena frunció el ceño y se separó lentamente de su papá, eso no era posible.

-Papá, eso es imposible...- Herc sonrió mientras la miraba confundido.

-Claro que sí, fui a recogerte a la escuela, fuimos por helado y por dulces, volvimos a ver una película, y te quedaste dormida, pero te dije que no comieras todos los dulces, eso explicaría porque estas así ¿Mal sueño?- Elena seguía confundida, debía estar soñando, esa era la mejor explicación, y así fuera un sueño, estaba frente a su papá.

-Si papá, solo un mal sueño, me alegra tanto verte- el hombre sonrió mientras tomaba las manos de su hija.

-A mi también me alegra mucho verte, ahora cuéntale a papá ¿Qué ha pasado?- los sueños no siempre tienen sentido, es más, Elena jamás sueña algo que tenga lógica, pero viendo a su papá, este era el mejor sueño de todos.

-Todo ha sido muy extraño papá, creí que sería un año normal, un semestre como todos los demás, pero ha sido de locos, nunca se me pasó por la cabeza que todo esto podría pasar, nunca he sido buena trabajando bajo presión, y me equivoqué, no me sorprendería que te avergonzaras de la mujer en la que me he convertido- Herc frunció el ceño y negó suavemente.

-Sin duda has tenido que enfrentar cosas que ninguna persona siquiera se imaginaría, pero lo has hecho muy bien, has ayudado a muchas personas, y no siempre se puede salvar a todas, pero te esfuerzas, no te rindes a pesar de que el miedo te domine por momentos, y sabes que, yo me siento muy orgulloso de eso, muchos padres tienen la oportunidad de ver crecer su hija y ver la clase de mujer en la que se convirtió, yo no tuve esa oportunidad, pero me siento muy orgulloso- Elena no había notado el momento en el que empezó a llorar otra vez, sentía que volvía a tener 5 años, y corría a los brazos de su papá cuando algo la asustaba.

POWER RANGERS: BeginningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora