Capítulo 56. Amenaza dorada: Goldar vs Los guardianes

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Jenna acariciaba con suavidad la mejilla de Mark, cuando recién entró en la habitación, las lagrimas se acumularon en sus ojos y tuvo que morderse el labio, pensaba que se había preparado psicológicamente, que sabía que Mark estaba en un hospital y que por ello no estaría bien, que estaría rodeado de máquinas, que estaría inconsciente, que la situación de él había sido grave porque llegó con una herida que puso en riesgo su vida, pero una cosa era imaginárselo, y otra muy diferente vivirlo, porque sentía un vacío en el estómago, un dolor en el pecho que no la dejaba respirar bien, no quería verlo más así, quería que despertara.

-...honestamente pensé que sabría qué decir, yo, que nunca puedo mantener la boca cerrada, justo ahora...siento que empezaré a llorar, pero no puedo, porque debo aprovechar el momento, fueron dos días eternos, ese médico dijo que no podía verte ¿Puedes creerlo? ¿Cómo va a impedir que vea...al amor de mi vida?, tal vez dirán que debí fijarme en un jardinero, o en un maestro, alguien que no arriesgara su vida, porque siempre supe que tú no dudarías en atravesarte entre un golpe y una persona, aunque esta no te agrade, y es una de las cosas que más amo de ti, el gran hombre que eres; mi hermano siempre dijo que debía buscar a alguien que me mereciera, un buen hombre, atento, amoroso, responsable...un sinfín de cualidades, me encantaría decirle que después de años y de malas relaciones lo encontré...así que te lo pido, no me dejes, vuelve conmigo, por favor, no quiero sonar como una mujer que presiona las cosas, porque quiero que nos lo tomemos con calma, pero te juro que de manera soñadora ya me imagino una vida juntos, al ritmo que quieras, pero las cosas no pueden terminar así...te amo mi amor- dijo la castaña entre lágrimas mientras besaba la frente de su novio, y lo abrazaba, como negándose a soltarlo.

Kol salió del hospital lentamente, y para su sorpresa se encontró de frente con Karsh e Illeana, quienes sonrieron al verlo.

-Oigan no es que no me alegre verlos pero ¿Qué hacen aquí?- preguntó el castaño sonriendo, pero los guardianes se miraron, e Illeana besó la mejilla de Karsh y acarició la de Kol antes de responder.

-Nuestro trabajo, nos vemos más tarde- respondió la rubia antes de dirigirse a la entrada del hospital, pero Kol la observó irse y se giró hacía Karsh, quien le hizo una seña para que caminaran.

-Ven, creo que tú y yo debemos hablar- Kol entendió a qué se refería Illeana, es muy probable que lo que sea que fuera a decirle Karsh, Illeana se lo diría a Elena, no es que no apreciara la ayuda, pero sentía que era una especie de terapia.

-¿Hablaste con Lucian?- preguntó Kol mientras empezaban a caminar por los alrededores del hospital.

-Algo así, estaba preocupado por lo que ibas a hacer, no sabía que era, así que nos llamó a Illeana y a mi, no queremos ser entrometidos, solo que ustedes hablen con nosotros si lo necesitan, para eso estamos-

-Gracias, pero estoy bien, no pasó nada grave-

-¿Le diste la Gema?...no me mires así, yo conocí algunos Ranger Rojo, no le diré nada a Lucian, tranquilo, pero puedo entender porque lo hiciste, confianza, saber que puedes confiarle tu vida a tu compañera es esencial en estas situaciones, y se que ustedes, a diferencia de las otras duplas, tienen el factor del vínculo sentimental, y eso solo los pone en situaciones más complicadas, pero confiamos en que lo resolverán-

-¿No crees que fue estúpido?- preguntó Kol sonriendo, pero Karsh en respuesta rió y negó.

-No, Elena es inteligente, sé qué todos hemos dicho eso, y no hará nada que perjudique a alguien, porque asumo que no le dijiste que si ella usaba las Gemas para salvar a alguien lo más probable es que tú mueras ¿O si?- Kol negó suavemente -Lo ves, confianza, confías lo suficiente en ella como para saber que no hará nada aunque no sepa que tú morirías-

POWER RANGERS: BeginningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora