POWER RANGERS: Beginning

Capítulo 52. Indagando en el alma

Esa mañana, antes de que Jenna despertara, Kol salió de la casa y fingió que apenas llegaba para salir a hacer ejercicio con Elena, en un principio Jenna se mostró reacia hasta que la pelinegra fuera a la escuela, no quería que su sobrina saliera de la casa, pero tanto los médicos como el mismo FBI le habían recomendado que retomara su vida, y como Elena físicamente estaba mejor, ella quería ir a la escuela, y ver a sus amigos, sin embargo, parecía que la pelinegra no era la única con secuelas, porque Jenna no quería que saliera sola, tenía miedo de que algo le pasara, así que Kol le prometió que no se separaría de ella, cosa que dado lo que pasó, dejó más tranquila a la castaña; por lo que Kol y Elena salieron de la casa a ejercitarse, cosa que no hicieron, porque había mucho de qué hablar.

-No estoy loca Kol- dijo Elena con frustración, ahora que estaba de día, que estaba rodeada de personas y junto a su novio, se sentía sumamente tranquila, como si nada hubiese pasado, pero, aunque ella quería actuar como si nada, a Kol no se le olvidaría que prácticamente estuvo a nada de sufrir un ataque de pánico, cosa que no era normal, pero dado todo lo que había pasado la pelinegra los últimos meses, era una reacción que tenían que haber esperado.

-Yo no estoy diciendo eso, pero es natural que tengas alguna secuela después de todo lo que has pasado, y es algo que no podemos ignorar- respondió éste tranquilamente mientras se sentaban en la banca de un parque cerca de la residencia de las Hansen.

-Pero ya me siento bien- dijo Elena ahora con calma.

-Y me alegra escuchar eso, pero no vamos a ignorar lo que pasó, debes estar tranquila-

-Estoy tranquila y no quiero un médico o un psicólogo, es ridículo Kol ¿Qué le diría? ¿Cómo le explicaría lo que ha pasado? Además, no quiero hablar con un extraño de esto, no me agradan los psicólogos, me ponen nerviosa- el castaño suspiró pero asintió dándole la razón en una parte, pero no se rendiría.

-De acuerdo, no quieres llevar esto a un psicólogo ni nada, pero habla con alguien Elena, si no es conmigo, entonces con Lucian o Illeana, personas en las que confíes, pero no te guardes las cosas, queremos ayudarte- Elena sintió que la culpa volvía a ella, no podía culparlo por preocuparse, lo despertó a las 2 am en medio de un ataque de pánico y lo hizo cruzar media ciudad, es lógico que no dejara pasar algo así.

-Me ayudaría que Goldar muera- Kol la miró un momento como analizándola, y al final negó suavemente.

-No es solo por eso, puede que sí influya en su mayoría que ese simio siga por ahí, pero Elena, Rita sigue viva, hay que buscarla, y ella también tiene culpa de que ahora...te sientas así, culpable, triste, y como veo las cosas, debemos aprender a vivir con ello, aceptando que después de ellos vendrán más, por favor, te lo pido, no te guardes esto, habla con alguien, entiendo que no quieres hablar de esto conmigo, entonces habla con Lucian, él fue un Ranger, sabe lidiar con estas situaciones- la pelinegra suspiró mientras lo analizaba, ella quería actuar como si nada pasara, porque no quería que Kol la mirara con preocupación, eso no le ayudaba, pero como había dicho, no podía culparlo, pero tampoco quería hablar con alguien de esto.

-Lo pensaré...no me mires así, es incomodo, y quiero procesarlo primero, por el momento, me sirve que no me mires así Kol, me siento como si hubiese algo mal conmigo- dijo ésta con suavidad, no quería ser grosera, sin embargo, el castaño sonrió y asintió.

-Tienes razón, lo siento, eso no ayuda, pero no significa que no me preocupe-

-Lo sé, pero escucha, te juro que hablaré contigo y con Lucian y los demás guardianes, pero justo ahora me siento bien, así que quiero hacer algo más normal, y es increíble que diga esto, pero quiero ir a Midtown- Kol rió suavemente y asintió mientras se levantaba.