El tiempo que Ellington estuvo ocupado, Tobias lo aprovechó para volverse a poner el uniforme y hacer el trabajo que se suponía debía hacer antes de haber sido confiscado. En el transcurso se encontró a Wendy, quien organizó una pequeña reunión con los miembros de su grupo de amigos para hablar respecto al despido injusto de John. Resultó que ya la mayoría de los empleados había corrido el chisme, y la razón: Tobias Winston. Y por eso prácticamente todos en el hotel sabían, o al menos es lo que les hacían creer, que John fue despedido por culpa de su aprovechado mejor amigo.
Claro que la culpa no era de Tobias, él ni siquiera se había enterado antes de que el mismo presidente se lo contara. Sin embargo todos creían que se había convertido en la puta de William Ellington, quien despidió al pobre John una vez que intentó hacer entrar en razón a ambos sobre lo que era mejor para ellos como empleado y huésped. También se corrió el rumor, y la mentira, de que por ser Ellington alguien importante en el hotel, Tobias trabajaba para él por interés. Se decía que él le hacía favores sexuales a cambio de un ascenso y beneficios en el hotel. No porque fuera el jefe del hotel, sino por ser el presidente. Solo había pasado un poco más de un día desde su llegada y ya asumían que si se las ingenió para que despidiera a un empleado sin ser más que un huésped, también se las ingeniaría para ascender a otro.
¡Ellington no llevaba ni cuarenta y ocho horas como huésped!
Las cosas habían comenzado a volverse escandalosas y la imagen de Tobias se había manchado un poco por ahora, así que tanto Wendy, como Nuria, quien insistió más, y Charlie, le sugirieron que le "dejara el trabajo a alguien más", pero él se negó y en cambio les dijo que al principio llegó a caerle mal y deseó que alguien más se hiciera cargo, pero que había cambiado de opinión. Dijo que Ellington no era tan mal jefe ni huésped como creyó al principio y que tal vez podría hacer tratos con tal de que se le devolviera el empleo a John.
Pero se ganó reclamos y hasta gritos de sus propios amigos, que comenzaron a amenazar con que si no se alejaba del presidente, ya no le hablarían por un buen tiempo.
"Es por tu bien, Toby. Tu imagen se está estropeando y si sigues así, pronto dejarás de ser el mejor del hotel" le dijo Wendy.
"Déjenme ver hasta donde puedo llevar esto" les respondió él.
Y en definitiva, se ganó la ley del hielo. Sabía que no duraría el "castigo" porque nunca duraba, sin embargo le llegó a preocupar porque ellos eran su única salida cuando de días grises se trataba y las cosas con Ellington el noventa por ciento del tiempo eran difíciles y consternantes, así que no tardaría mucho en necesitar de su compañía. Hizo un intento por que no le afectara la situación y pasó el resto de su día con normalidad.
°°°°
Cuando Ellington terminó de resolver sus asuntos le pidió que lo acompañara a otra reunión, en un edificio popular de la ciudad. Una reunión en la cual no había nada de espectacular ni razón para sentirse importante por ser acompañante del presidente. Simplemente hubo políticos sentados en una mesa grande, costosa y alargada en medio de una sala gigante con libros de historia y política, la bandera de Irlanda por todas partes y personas con algún cargo político o gracias a políticos. Hablaron sobre política y otras cosas referentes al pueblo de Irlanda, cosas que a Tobias poco le interesaban. Él simplemente fue de acompañante pero se ofreció a pasar papeles y hojas de aquí a allá y de una persona a otra.
—¿Te robaste al empleado de un hotel? —le preguntó a Ellington un hombre de avanzada edad y sin cabello alguno en su cabeza.
—Ahora trabaja para mí —respondió a secas, con su mirada puesta en un folder con hojas blancas que parecían tener en ellas algo de interés político.
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El Hotel Alec
RandomYA EN FÍSICO (Sí, solía ser una fic Larry) "¿Estás negándote a obedecer cuando con un chasquido de mis dedos puedo destruirte?" Cuando Tobias Winston fue despedido de su trabajo tuvo que abandonar el departamento que alquilaba con su mejor amigo. De...