Capítulo 36

831 90 14
                                    

—¿Estás seguro de que esto era necesario? —preguntó Nicholas mientras empujaba el gran y rodante bote de basura por el pasillo, dirigiéndose al elevador.

La tapa del bote se abrió levemente y Tobias, desde el interior, asomó los ojos, a pesar que desde su perspectiva ninguno de los dos podía verse.

—Ellington es capaz de pedirle a los empleados del hotel la grabación de sus cámaras, y nuestro plan es que si él no nos necesita, volveremos aquí y fingiremos que nunca fuimos a buscarlo, pero si yo hubiera salido caminando a tu lado, él lo vería en las grabaciones y ambos estaremos en problemas.

Y la tapa volvió a cerrarse.

—En ese caso las cámaras vieron que entraste a mi habitación y luego me vieron a mí saliendo a solas, volviendo con este bote de basura y saliendo nuevamente con él. —Siguió empujando, se detuvo para presionar el botón del elevador y luego subió, rodando el contenedor con él—. Eso evidenciaría que te saqué en esto o, si te llega a suceder algo en nuestra "aventura", hará creer a todo el mundo que te asesiné en mi habitación y luego saqué tu cadáver en esto. De cualquier forma estaríamos en líos.

Las puertas del elevador se cerraron pero un segundo después se volvieron a abrir, detenidas por las manos de alguien, y entonces Donovan subió al elevador.

—Lamento la demora —se disculpó para luego presionar el botón que cerraría las puertas otra vez.

La tapa del bote de basura se volvió a abrir y Tobias volvió a asomar una parte de su rostro.

—Como sea, Nicholas. Esto le pone un toque aventuresco a nuestra aventura y eso es divertido... Hola, Donovan.

—Hola, Tobias —respondió, con el ceño fruncido. Miró de reojo a Nicholas, pidiéndole una explicación, y éste se encogió de hombros.

—A mí me parece que solamente querías un paseo en esto.

—A mí me parece que es una de las mejores ideas que he tenido en la vida —respondió desde dentro, sin abrir el bote.

—Y a mí me parece que es mejor que dejen de discutir y se concentren en lo que sea que estén planeando, como los profesionales que quieren aparentar ser —dijo Donovan en medio de una risilla divertida.

°°°°°

—¿Es aquí? —preguntó Donovan mientras reducía la velocidad del vehículo que habían tomado del estacionamiento para ir a la dirección que William le había otorgado a su asistente bajo la clara y precisa petición de que no la compartiera con nadie. El guardaespaldas inclinó un poco la cabeza para mirar a través de la ventana el edificio por el que pasaban—. Me parece que son departamentos.

Era un edificio delgado pero alargado, de unos diez pisos. Tobias lo reconocía porque había pasado por ahí un par de veces. Siempre le había gustado el exterior del edificio porque la manera en la que estaba construido le hacía homenaje a la arquitectura de las casas comunes de Inglaterra, construidas varios años atrás.

—Sí, es aquí —respondió el rubio muy seguro mientras se quitaba el cinturón de seguridad y asomaba la cabeza por la ventana.

—¿Cuál es el plan? —preguntó Tobias, imitando la acción del asistente, guardándose la energía hiperactiva que comenzaba a crecer en su interior.

—Entraremos al edificio como cualquier persona, buscaremos el departamento de Sara y nos mantendremos cerca para entrar si creemos que el presidente está en peligro o el departamento se mantiene en silencio inexplicable. —Suspiró. Ahora que lo pensaba, no le parecía tan buena idea como cuando se le ocurrió la primera vez, y se preguntaba si conservaría el empleo luego de su maravilloso plan—. Donovan se mantendrá con nosotros.

El Hotel AlecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora