Pasó una semana y media, tiempo en el cual Tobias siguió siendo el empleado elegido de Ellingon, como lo había estado haciendo prácticamente desde que lo conoció.
Y claro, las críticas y la ley del hielo continuaron. Así como también los gritos, amenazas y ofensas del presidente hacia Nicholas, sus guardaespaldas y otros empleados y sujetos que estaban involucrados en reuniones de trabajo a las cuales él lo llevaba y en las cuales a Tobias seguían transmitiéndole un sospechoso y extraño sentimiento de incomodidad pero que para el ojiazul no había mucho problema porque estaba bien acostumbrado debido a todos los asuntos políticos a los que se sometía.
Seguían existiendo regaños y gritos hacia el más joven, claro. El hecho de que de vez en cuando tenían momentos sexuales y algunos otros cariñosos, no quitaba el que Ellington seguía sintiéndose el Ser Supremo del universo. Sin embargo, había comenzado a defender a su elegido de otros políticos en las reuniones a la que asistían o incluso de sus guardaespaldas que cuando estaban a solas con el presidente aprovechaban para criticarlo e insinuar la idea de reemplazarlo por alguien que luciera menos débil e incluso menos pusilánime.
—Con todo respeto, Señor. Considero que Winston no es el empleado tan asombroso y de excelencia que se presumía —comentó uno de ellos durante la hora de la comida.
Ese día Ellington le había dado el día libre a Tobias porque lo había estado notando muy estresado y en uno de sus segundos de nobleza, tomó la decisión. Así que todo lo que necesitó hacer ese viernes, lo hizo en compañía solamente de Nicholas y sus poco útiles guardaespaldas.
Tras escuchar a uno de esos valientes, dejó bruscamente su tenedor sobre la mesa, a lado de su plato con guisantes, ternera y puré de papa. Se le escuchó inhalar con aspereza.
—¿A qué te refieres, Eliott? —preguntó mientras hacía tronar su cuello y sonreía con cierto sadismo. Parpadeó dos veces seguidas.
El llamado Eliott se encogió de hombros. Supo de inmediato que su comentario no le agradó a su jefe, sin embargo no pensaba retractarse.
—Me refiero a que considero que hay mejores empleados, Señor. —Picó con su tenedor un trozo de pollo de su plato—. Winston es algo inútil en varios ámbitos, ¿no lo cree usted? Nos acompaña a lugares y está a su lado la mayor parte del tiempo... Y claro, sigue sus órdenes y presta sus servicios pero... —se rascó el cuello—. Considero que nos estorba. Usted lo lleva casi a todos lados y llega a ser incómodo tener que cargar con él, que es un simple empleado.
William escuchó a su guardaespaldas mientras se tronaba los nudillos de sus dedos sin abandonar su sonrisa ni el sentimiento de ira que comenzaba a crecer conforme él parloteaba.
—Si de simples empleados se trata, Eliott, tú eres uno; me parece que lo olvidaste. —Se pasó la lengua por los labios—. Yo le pedí que estuviera a mis servicios las veinticuatro horas del día. Debe ser esa la razón por la cual, como mencionas, está conmigo la mayor parte del día, querido Eliott —dijo en tono sarcástico—. Ese no es asunto tuyo —habló y sonrió ladinamente mientras lo miraba con perversidad. Luego miró de la misma forma a Nicholas y al otro guardaespaldas—. No es asunto de ninguno de ustedes —expresó con calma, a pesar de que la sangre le estaba hirviendo—. Y bien, si alguien más tiene una queja sobre Winston, puede decirlo ahora. Ya que soy tan amable y deseo escucharlos...
Aidan, el otro guardaespaldas, carraspeó mientras buscaba las palabras más corteses para dar su opinión también.
—Señor... —alzó una mano temerosamente—. Yo considero que...
Ellington levantó ambas cejas mientras observaba detenidamente al hombre. Nicholas comenzó a hacerse pequeño en su lugar, consciente de lo que venía a continuación porque no era la primera vez que los guardaespaldas se quejaban sobre el apego del presidente para con su empleado y tampoco era la primera vez que el presidente se agotaba de escuchar lo mismo.
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El Hotel Alec
RandomYA EN FÍSICO (Sí, solía ser una fic Larry) "¿Estás negándote a obedecer cuando con un chasquido de mis dedos puedo destruirte?" Cuando Tobias Winston fue despedido de su trabajo tuvo que abandonar el departamento que alquilaba con su mejor amigo. De...