Amor a Distancia (Libro 1)

CAP 19. Familia

Sam

Comienzo a removerme incomoda sobre la cama por un intenso ruido que logro escuchar muy a lo lejos, no lo distingo pero se escucha como un sonido agudo, pensé que estaba soñando hasta que lo volví a escuchar y me aseguré de que se trataba del timbre de la casa.

Lando está a mi lado profundamente dormido rodeando con su brazo mi cintura, dudo que haya escuchado el sonido por lo que al volverlo a oír me toca a mi despertarlo y no creo que lo pueda lograr.

— Lando despierta — lo remuevo un poco pero no obtuve respuesta — ¡LANDO VAMOS DESPIERTA! — logre moverlo un poco más.

— ¿Qué? — me aprieta más contra él — déjame dormir.

— Vamos Lando están tocando la puerta — volví a moverlo un poco más.

— Ve tú entonces — contesta con los ojos aún cerrados y hundiendo su cara en mi cuello ignorándome.

— Lo haría pero es tu casa y las visitas no abren la puerta, vamos flojo párate de una vez.

De mala gana logré que se levantará, se coloca solo el pantalón de pijama dejando su torso al descubierto, me gusta verlo recién levantado, me gusta su cabello revuelto y sus músculos tensarse, antes de salir de la habitación me da un corto beso en los labios y se dirigió hacia abajo.

Me levanto de la cama y voy directo a su closet por una playera para ponerla, me queda un poco debajo de mi trasero y a mitad de mis muslos, esto me recuerda  cuando John nos encontró en México la primera vez que estuve con él, una sonrisa se me dibuja en  el rostro, pues siempre nos despiertan.

Voy directo al baño a lavarme la cara ya que tengo restos de maquillaje por todos lados, me la enjuago y me preparo para bajar a desayunar, escucho muchas voces abajo pero no le tome la importancia necesaria ya que puede ser alguien que vino a dejar algún paquete, estuve a punto de abrir la puerta y salir de la habitación pero Lando entró evitando mi salida y cerrando la puerta tras de él asustado.

— Lan ¿Qué pasa? ¿Por qué tienes esa cara? — preguntó preocupada.

— No quiero alarmarte ni nada por el estilo... pero mi familia está aquí justo ahora allá abajo — se acerca a mí y me toma por los brazos inmovilizándome.

— ¡¿QUÉ TU FAMILIA, QUÉ?! — mi cuerpo comienza a temblar involuntariamente — No me dijiste que vendrían...

— Por qué no pensé que sería este fin de semana, mi mamá organizó un día familiar y le dije que sí, pero no creí que sería hoy.

— ¿Y ahora qué? — puse mis manos sobre mi cadera y me solté de su agarre, comencé a caminar por la habitación pensado en una alternativa a esto, quería conocer a la familia de Lando obvio que sí, pero no en una situación como ésta y menos después de una noche tan intensa como la de ayer.

— Báñate, vístete y bajamos, les dije que me diría una ducha rápida así que no tenemos mucho tiempo — camina a su closet para sacar ropa de sus gavetas.

— ¡No traje ropa conmigo! — respondo aún más alterada levantando los brazos en símbolo de frustración.

— ¿Y tú vestido? — pregunta.

— ¿Si recuerdas que este rasgado por allá? — señalo la esquina de la habitación — Me debes un vestido nuevo por cierto — lo fulmino con la mirada.

— Yo no hice eso...

— ¿A no? ¿Te recuerdo lo qué pasó anoche? — preguntó, sus ojos me observan, la comisura de su labio se levanta y me da una sonrisa coqueta ¡Este chico va a matarme algún día!