CAP.45. Viaje desastroso II.

1.1K 83 3
                                    

Sam

Ria no mentía cuando dijo que tendríamos un día ocupado.

Después de desayunar y broncearnos un poco con los chicos, me llevo de vuelta a la habitación del hotel para cambiarme por algo más cómodo y salir de compras, no sé qué se trae entre más, pero lo que si se, es que Lando tiene mucho que ver.

Estos últimos días ha estado muy extraño, habla por teléfono casi todo el tiempo, sale a "correr", entre otras cosas, disimule muy bien el hecho de no tomarle importancia a lo que hacía, pero claro que le tome importancia el hecho de que se desaparecía con alguna excusa siempre.

Ahora estamos recorriendo miles de tiendas de ropa en busca del "vestido perfecto" que me guste y a Ria, también.

— Ria, te quiero y mucho, pero enserió, no es necesario buscar un estúpido vestido — recrimino agotada de seguir caminando.

— Sam, cállate, no me estás ayudando a que esto sea fácil — responde gruñona entrando a otra tienda.

— Por qué nada de lo que me llama la atención te gusta — respondo a la defensiva.

— ¡Por qué no es apropiado para la ocasión! — responde de vuelta viendo algunos vestidos.

— Bueno, si me dieras una pista de cuál será la ocasión, tal vez las cosas fueran más sencillas.

— No, Lando me hizo prometer que no te diría na... — rápidamente se tapa la boca.

— Así que Lando tiene que ver en esto — me cruzó de brazos enarcando una ceja.

— Bien — suspira — te diré, pero solo porque quiero que sea fácil esto — se acerca a mi — Lando te está preparando una velada, me pidió que te llevara de compras, al spa, hacerte el cabello, todo para consentirte.

— ¿Eso te pido? — pregunto sorprendida.

— No sé qué le hiciste a ese hombre, pero me está volviendo loca con tanto mensaje — volteo los ojos en blanco y soltando una risa.

— Bueno — suspiro — ahora que se lo que estamos buscando, será más sencillo para mi — la rodeo y comienzo a mirar algunos vestidos que llaman mi atención, al estar en la playa, no quiero algo pesado o que me haga sentir sofocada con el clima.

Busco entre los estantes de ropa, pero nada me gusta, o es la forma o es el color, estoy por rendirme una vez más cuando algo llama mi atención por completo.

— ¿Encontraste algo? — pregunta Ria, asiento con la cabeza y camino al único vestido que se encuentra en una esquina, es blanco, con vuelos a lo largo de los hombros pero sin hombreras, tiene un escote profundo que llega hasta la mitad del pecho, la tela es ligera pero no trasparente, una cinta adorna la mitad de la cintura y una abertura en la pierna que le da un toque sexy.

— ¿Qué te parece este? — pregunto tomando el vestido y mostrándoselo a Ria.

—¿No te parece sencillo? — pregunta de vuelta.

— Lo sencillo me va bien — me encojo de hombros — me gusta.

— Bueno, pruébatelo y vemos — sonrió, checo que la talla del vestido sea la misma que la mía, ya que es la única pieza que veo en la tienda, entro al probador para quitarme la ropa y ponerme el vestido.

Es como si estuviera hecho para mí, mis pechos resaltan al igual que mi cintura, la abertura de mi pierna queda a la perfección para no mostrar de más, me encanta.

— ¿Qué te parece? — pregunto saliendo del probador y posando frente a Ría.

— Tenias razón cuando dijiste que lo sencillo te va bien — sonríe gustosa — Sam, te queda divino.

Amor a Distancia (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora