Sam
— Esto es simplemente ridículo — digo frustrada sentándome en la cama viendo como Lando desempaca sus cosas y las coloca en el armario de la habitación de invitados.
Si, al final mi papá obtuvo lo que quería, mando a Lando a la habitación de invitados del otro lado de la casa y muy lejos de mi habitación.
— No es para tanto, Sam — se encoge de hombros despreocupado.
— ¿No? ¿Lo dices enserió? Qué paso con el chico que no dejo de meterme mano en el camino — enarco una ceja.
— Este chico es diferente — se encoge de hombros otra vez.
— ¿Enserio? — me recuesto sobre mis codos en la cama de modo que mi vestido se suba un poco dejando más piel de la debida a la vista, no traigo bragas así que pueda que le esté dando muy buena vista.
— Sam no hagas eso — advierte tensando la mandíbula.
— ¿Hacer qué? — pregunto mordiendo mi labio inferior inocente.
— Se lo que tratas de hacer y no funcionará — Continúa doblando su ropa.
— Wow sí que este Lando me ha sorprendido — me tiro sobre la cama de espaldas bajándome el vestido por completo — pero enserió esto es ridículo.
— Amor, está bien, entiendo a tu papá, créeme que si tuviera una hija hiciera lo mismo que él hizo contigo — se recuesta a mi lado, ladeo la cabeza y sus ojos conectan con los míos.
— Estas diciendo que si tuvieras una hija ¿no la dejarías ver a su novio?
— Estoy diciendo que si estuviera en mi casa, no dejaría que durmieran juntos, no soportaría escucharlos hacer sus cosas — hace una mueca de asco, suelto una risita.
— Serías un gran papá Lan y sé qué le darías lo mejor — acarició su rostro con ternura.
— Me gustaría ser papá algún día — responde — ¿y si hacemos un bebé? la parte divertida es hacerlos — sonríe con coquetería, abro los ojos como platos.
— ¡No juegues con eso! — golpeo su hombro juguetón.
— No estaba jugando — dice tocándose dramáticamente el lugar donde lo golpee.
— ¿Qué pasó con eso de vivir al tiempo?
— Lo podemos vivir — toma mi mano y le da leves caricias sobre mis nudillos — no digo ahora, te lo dije una vez y lo vuelvo a repetir, veo un futuro contigo, nos veo con un bebé de ojos cafés o verdes hermoso, nos veo el día en que gane mi primer campeonato de Fórmula 1, el día que cumplas todos tus sueños, nos veo el día de nuestra boda — mis ojos se cristalizan, tomo impulso y me subo a su regazo, sus manos viajan a mis muslos para sostenerse y así subir para quedar un poco por debajo de mi altura.
No creí verme así con alguien por mucho tiempo y que ese alguien sea con él, sin duda lo hace especial.
— ¿Y si te aburres de mi después? — no puedo evitar preguntar —No estás pensando bien las cosas Lan....
— Eso no pasará, Sam y si alguno de los dos dejamos de sentir algo por el otro, prométeme que haremos todo lo posible para reconquistarnos y hacer que funcione de nuevo — derramo una lágrima — Que empecemos desde cero.
— Te prometo que lo haré, eres mi presente y mi futuro y así quiero que sea por mucho tiempo, te amo —me besa con ternura, sus manos van a mi cintura y me aprieta contra su cuerpo sin romper el beso.
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Amor a Distancia (Libro 1)
Novela JuvenilSamantha Melgara es una chica mexicana apasionada por el deporte de la Fórmula 1, junto a su hermano han crecido viendo los autos correr. Su mayor sueño es ir a un gran premio de la ciudad de México y eso pronto se hará realidad, no obstante ella no...