CAP 32. Daños Colaterales

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Sam

— Esto es simplemente ridículo — digo frustrada sentándome en la cama viendo como Lando desempaca sus cosas y las coloca en el armario de la habitación de invitados.

Si, al final mi papá obtuvo lo que quería, mando a Lando a la habitación de invitados del otro lado de la casa y muy lejos de mi habitación.

— No es para tanto, Sam — se encoge de hombros despreocupado.

— ¿No? ¿Lo dices enserió? Qué paso con el chico que no dejo de meterme mano en el camino — enarco una ceja.

— Este chico es diferente — se encoge de hombros otra vez.

— ¿Enserio? — me recuesto sobre mis codos en la cama de modo que mi vestido se suba un poco dejando más piel de la debida a la vista, no traigo bragas así que pueda que le esté dando muy buena vista.

— Sam no hagas eso — advierte tensando la mandíbula.

— ¿Hacer qué? — pregunto mordiendo mi labio inferior inocente.

— Se lo que tratas de hacer y no funcionará — Continúa doblando su ropa.

— Wow sí que este Lando me ha sorprendido — me tiro sobre la cama de espaldas bajándome el vestido por completo — pero enserió esto es ridículo.

— Amor, está bien, entiendo a tu papá, créeme que si tuviera una hija hiciera lo mismo que él hizo contigo — se recuesta a mi lado, ladeo la cabeza y sus ojos conectan con los míos.

— Estas diciendo que si tuvieras una hija ¿no la dejarías ver a su novio?

— Estoy diciendo que si estuviera en mi casa, no dejaría que durmieran juntos, no soportaría escucharlos hacer sus cosas — hace una mueca de asco, suelto una risita.

— Serías un gran papá Lan y sé qué le darías lo mejor — acarició su rostro con ternura.

— Me gustaría ser papá algún día — responde — ¿y si hacemos un bebé? la parte divertida es hacerlos  —  sonríe con coquetería, abro los ojos como platos.

— ¡No juegues con eso! — golpeo su hombro juguetón.

— No estaba jugando — dice tocándose dramáticamente el lugar donde lo golpee.

— ¿Qué pasó con eso de vivir al tiempo?

— Lo podemos vivir — toma mi mano y le da leves caricias sobre mis nudillos — no digo ahora, te lo dije una vez y lo vuelvo a repetir, veo un futuro contigo, nos veo con un bebé de ojos cafés o verdes hermoso, nos veo el día en que gane mi primer campeonato de Fórmula 1, el día que cumplas todos tus sueños, nos veo el día de nuestra boda — mis ojos se cristalizan, tomo impulso y me subo a su regazo, sus manos viajan a mis muslos para sostenerse y así subir para quedar un poco por debajo de mi altura.

No creí verme así con alguien por mucho tiempo y que ese alguien sea con él, sin duda lo hace especial.

— ¿Y si te aburres de mi después? — no puedo evitar preguntar —No estás pensando bien las cosas Lan....

— Eso no pasará, Sam y si alguno de los dos dejamos de sentir algo por el otro, prométeme que haremos todo lo posible para reconquistarnos y hacer que funcione de nuevo — derramo una lágrima — Que empecemos desde cero.

— Te prometo que lo haré, eres mi presente y mi futuro y así quiero que sea por mucho tiempo, te amo —me besa con ternura, sus manos van a mi cintura y me aprieta contra su cuerpo sin romper el beso.

Amor a Distancia (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora