CAP 36. Rendirse no es una opción

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Sam

Sábado de clasificación en uno de mis países favoritos, creí que al estar en un mes de primavera no estaría con un clima frío, pero me equivoque el día amaneció un poco nublado pero eso no le quita que sea hermoso.

Nos dirigimos al circuito donde en un par de horas se llevará a cabo la clasificación del fin de semana, me emociona mucho estar aquí, es la primera vez que visito Italia y espero conocer más allá de Imola.

— ¿Lista? — preguntan, mi mirada va de la ventana a Lando quien tiene la mirada sobre mí, le sonrío segura.

— Lista — aseguro, me quito el cinturón de seguridad para colocarme los gafetes de acceso al Paddock y mi mascarilla, me coloco mi bolso de mano e intento abrir la puerta para salir del auto pero Lando le pone seguro antes de que pueda hacerlo, volteo viéndolo confusa —¿Por qué le pones seguro?

— Ante todo, déjame ser un caballero contigo — no espera una respuesta de mi parte y sale del auto para rodearlo y abrirme la puerta ofreciéndome su mano, lo miro incrédula por un momento con lo que acaba de hacer.

¿Enserio acaba de hacer eso, aquí? Niego con la cabeza divertida y con gusto acepto su mano.

— Gracias — susurró tomándola para salir, me bajo la mascarilla y me acerco para darle un beso en la mejilla como agradecimiento, me vuelvo a colocar la mascarilla en el rostro.

— Para mí es un placer, señorita — sonríe cerrando la puerta y yendo de nuevo a la suya para agarrar su mochila, se coloca su mascarilla en el rostro al mismo tiempo que llega a donde lo espero a un lado del auto, hace mucho frío así que tomo mi chaqueta y la aprieto contra mí pecho para generar calor — ¿Tienes frío? — pregunta al estar frente de mí.

— Estoy bien — aseguro — ¿Vamos? — pregunto, asiente con la cabeza.

Comenzamos a caminar por el estacionamiento y vemos algunos fans a lo lejos que le gritan a Lando para que se acerqué a ellos, Lando los saluda de lejos y sin pensarlo toma mi mano y la entrelaza con la suya.

Miro nuestras manos unidas y sonrió internamente por el gesto, siempre ha sido cariñoso conmigo pero no tanto ante las cámaras.

Seguimos nuestro camino hasta llegar a la entrada del Paddock, accedemos y seguimos pero no sin antes encontrarnos a una linda chica castaña y a un chico muy guapo de ojos azules quienes platican con otros miembros del equipo Ferrari.

Sonrío al ver a una Charlotte muy animada quien al voltear su mirada y encontrarse con la mía no duda en alejarse de su novio para dirigirse hacia nosotros con una sonrisa enorme.

— ¡No puedo creerlo! — me rodea con los brazos casi empujándome hacía atrás a punto de caerme, pero mantengo el equilibrio y le devuelvo el abrazo.

—¡Pero mira nada más! — contesto con alegría —que guapa estas, Char.

— Lo mismo digo, Sam — se separa de mí y toma mis manos levantándolas y dándome un vistazo — adoro tu conjunto ¿Es de tu colaboración?

— Si — me doy un vistazo — ¿Te gusta? Quería lucir elegante pero cómoda al mismo tiempo y el frío no ayuda en mucho — digo viendo el blazer azul marino, la blusa blanca básica y él pantalón de vestir color aperlado que forman mi conjunto y que combinan a la perfección con mis tenis blancos.

— Ya veo, me encanta — me vuelve a abrazar — tenía muchas ganas estar contigo de nuevo, han sido años, creí que ya no te vería más.

—Char, fueron meses no años — me separo de ella sonriendo — además será muy difícil que te deshagas de mí.

Amor a Distancia (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora