CAP 47. Primer día, un esfuerzo doble.

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Capitulo especial dedicado a Fernando, gracias por estar para mi desde el comienzo, gracias por apoyarme en esto.

Sam

El ciclo escolar ha iniciado y con ello, mi primer día de universidad, La NYU me recibe con los brazos abiertos y cientos de estudiantes por todos lados, pero como es costumbre, voy tarde a mi primera clase.

Días antes fue difícil decirle adiós a mis padres y a mi país, llore como nunca, pero lo que me mantuvo firme de no arrepentirme de mi decisión, fue Lando, su apoyo me ayudó mucho.

Hablamos por videollamada o llamada todos los días sin falta, prácticamente cumplió su promesa de no dejarme sola, estaba triste porque esta semana es el Gp de Monza y no iba poder asistir por ser mi primera semana de escuela, aunque sabe que distancia lo apoyo siempre.

Corro entre los alumnos y llego al salón del profesor Scott, quien imparte la materia de inducción a la mente humana, agradezco que aún no ha llegado al aula, busco un asiento disponible entre los estudiantes y encuentro uno alado de un chico de cabello ondulado, voy ahí para sentarme, no sin antes sonreír amablemente.

No suelo socializar mucho con la gente extraña, pero en esta ocasión debo hacerlo, así que me armo de valor para ser la primera en entablar una conversación.

— ¿Primer año? — pregunto nerviosa ¿qué estupidez, Sam? Claro que es de primer año, si no, no estuviera aquí, él chico voltea así mí y observa curioso, es alto, muy alto por el largo de sus piernas, sus ojos son de color negro, cejas pobladas y un poco de barba que se asoma por el cubrebocas adornando su rostro, es lindo.

— Tercero — responde en tono bajo y lo miro confusa ¿acaso entre a la clase equivocada? — ¿Y el tuyo?

— Primero ¿entre a la clase correcta? — pregunto volteando a ver horario en mi teléfono.

— Lo es, primer año de psicología — responde, por lo cual levanto la mirada a él.

— Soy Samantha Melgara — digo extendiendo mi mano.

— Fernando Ontiveros — responde estrechando mi mano — ¿Eres de por aquí? — niego con la cabeza.

— Soy de México — respondo.

— Una hispana — responde en español lo cual me hace sonreír — me alegro de tener a alguien que hable mi idioma.

— ¿También eres de México? — pregunto aliviada y más cómoda.

— Si, pero vine a vivir a los Estados Unidos cuando tenía ocho — me sonríe — así que, tengo algo de experiencia por aquí.

— Jóvenes buenos días, guarden silencio y pongan atención, la clase va a comenzar — el profesor Scott hace su aparición colocando su maletín sobre su escritorio, es una un hombre de mediana edad, cabello negro con algunas canas en él, alto y de tes morena — Para los que no me conocen mi nombre es Dylan Scott y seré su profesor de inducción a la mente humana, no tolero los retardos, tampoco recibo trabajos fuera de la fecha y hora de entrega, la asistencia es indispensable y si quieren aprobar mi materia, deben entender desde hoy lo que trata mi materia.

Así pasamos las primeras dos horas de la primera clase de la carrera con Fernando, me he dado cuenta de que es un excelente estudiante, tiene la facilidad de recordar cosas y entenderlas, salimos del salón para dirigirnos a unas mesas del pateo, mientras hablamos un poco de nosotros para conocernos mejor hasta que una chica nos interrumpe.

— ¡Fer! — grita una chica de cabello rubio saltándole encima — ¿Cómo te fue? ¿Qué tal la primera clase? Dime por favor que está si es la buena.

Amor a Distancia (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora