CAP.50. Negativo más negativo, igual a positivo.

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Actualización 1/2

Sam

¿Cómo estás, Sam?

Cómo cualquier estudiante con proyectos finales estaría, Erick — respondo burlona pasando la página de mi libro de aprendizaje y conducta para volver a leer la página que no entiendo.

Alguien está muy gruñona el día de hoy — dice en el mismo tono.

Alguien está muy idiota el día de hoy — contrataco.

Bien, no diré más — suspira — Así qué ¿Fuiste a Brasil?

— Bueno, no me iba a perder el cumpleaños de Lando — dejó mi trabajo a un lado para centrarme en mi hermano — Se que sigues molesto por lo que pasó hace tiempo, pero ha demostrado lo contrario, Erick.

— Lo sé, pero eso no le quita ser un idiota, Sam, solo ten cuidado, Lando se ha ganado un lugar en nuestra familia como tú en la suya, cuiden eso, el amor que se tienen, no lo arruinen.

— Tranquilo, Erick, sabemos cómo sobrellevarlo — sonrió — ¿Cómo esta Mich?

— Bien, esta vuelta loca con la mudanza — responde, él y Mich compraron una casa no hace mucho, después de haber rentado un departamento por meses, por fin han terminado de tramitar los papeles de su propio hogar.

Felicidades, hermano, lo han hecho muy bien — respondo emocionada, trato de levantarme de la silla para ir por una botella de agua al frigobar que está en una esquina de la habitación pero rápidamente siento como pierdo la estabilidad del piso y mi vista se torna negra regresándome a donde estaba desde el principio.

¿Sam? —pregunta mi hermano alarmado — ¿Estás bien?

Si, sólo un pequeño mareo, es todo — trato de enfocar de nuevo mi vista y centrarme en Erick.

— ¿Mareo? ¿Estas comiendo bien? — pregunta preocupada.

Si, bueno más o menos, entre los proyectos finales, el trabajo y mis actividades extras, no he comido a mis horas — respondo con tono bajo.

Joder, Samantha, sabes que no puedes pasarte de tus horas de comida, te puede hacer daño.

— Lo sé, lo siento, trataré de comer a mis horas ¿De acuerdo? — digo para tranquilizarlo.

Eso espero, mantenme al tanto y cuídate, Sam, por favor.

Lo prometo hermano, cuídate, adiós — me despido colgando la llamada, me quito los lentes refregándome los ojos.

¿Qué me pasa? Es la tercera vez en la semana que me mareo sin sentido, es cierto que no he comido bien, pero es porque no he tenido del todo apetito o me da asco.

Estos días descubrí mi cero fanatismo al pescado, el sushi ha quedado descartado de mi paladar en absoluta desde aquella vez que salí a cenar con mis amigos y terminé vomitando en el baño.

También he sentido el cuerpo sumamente pesado, llego de la universidad y lo único que deseo es descansar por horas, pero con las tareas y el trabajo, es imposible dormir como me gustaría, vuelvo la vista a mi ordenador para continuar con mi último proyecto de aprendizaje y conducta en cual he estado trabajo por días sin descansar, ha sido estresante todo esto.

Lo único bueno de esta tortura son las vacaciones de invierno qué están muy cerca y con ello, mi libertad por las próximas cuatro semanas, sin maestros, sin libros, sin estrés, solo familia, playa y Lando.

Amor a Distancia (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora