CAP.53. Déjà vu.

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Sam

El ultimo al que abrazo es a mi papá, quien deja un beso sobre mi cabeza antes de separarme.

¿Estarás bien? — pregunta antes de soltarme por fin después de mucho tiempo entre sus brazos.

— Lo estaré papá, descuida no es la primera vez que viajo a otro país — me encojo de hombros — La pregunta aquí es ¿Tú estarás bien? No quiero irme y dejarte aquí.

— Lo estaré, bastante hiciste con el haber venido por unos días, nos veremos después de año nuevo, hija — me rodea de nuevo en un abrazo más fuerte.

— Te amo, papá, te veré después, supongo — asiente con la cabeza.

— También te amo, Sam, salúdame a la familia de Lando — responde.

— Lo haré.

— Vamos, Sam, tenemos camino aún — dice mi hermano, asiento y me despido de Andy igual dándole un abrazo largo, subo a la parte trasera del coche de Erick para que Mich suba adelante con él.

Conduce por un par de horas hasta llegar a nuestro destino, Erick me ayuda con mi maleta mientras que Mich, me ayuda con mi caja de regalo y caminando a mi lado.

— ¿Sam?

— Mmm — respondo siguiendo mi camino.

— ¿Tienes algo qué decirme antes de irte? — pregunta, frunzo levemente el ceño ante su pregunta, pero niego rápidamente.

— No creo que no se me olvide nada ¿Por qué? — deja escapar un suspiro.

— No sé, estuviste extraña todos estos días, que asumí que te había pasado algo pero no lo quieras decir— mis hombros se tensan por un segundo.

— Estoy bien, Mich, no tienes por qué preocuparte— tomo su mano para darle un apretón y tranquilizarla.

— Eso espero, peque, no dudes en que estaré para lo que necesites — responde dándome un abrazo al final.

— ¿Tú estás bien? — pregunto ahora después de separarnos y quedarnos así por unos segundos.

— Lo estoy, solo el trabajo — se encoge de hombros — diviértete y salúdame a Lando.

— Lo haré, gracias por todo — respondo, giro para ver a mi hermano quien se acerca caminando hacia nosotras, rodeo con mis brazos su cuerpo despidiéndome de él cuando se para a nuestro lado.

— Cuídate, Sam y come bien, por favor — responde a mi abrazo y deja un beso sobre mi cabeza.

— Comeré por dos, no te preocupes, hermano— respondo en doble sentido, Erick suelta una risa apartándose.

Tomo mi mochila dándoles una última miranda a mi familia antes de caminar hacía la puerta de abordaje, me esperan muchas horas de camino para poder llegar a Mónaco.

[....]

La suerte estos días no ha sido para mí, últimamente me ha tocado los peores vuelos de todos, acompañantes groseros, climas horribles o simplemente, retrasos de vuelos y hoy, fue la triada perfecta una vez más.

El vuelo se canceló por sobre venta de boletos, una tormenta azotó a la costa de Francia por lo que Mónaco también fue afectado por la lluvia intensa y si no fuera poco todo eso, la señora más desagradable en años se sentó junto a mí y no paro de insultarme por no darle el espacio necesario para acomodarse.

Amor a Distancia (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora