CAP 31. Bienvenido a México

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Sam

El tiempo consume aquellos momentos únicos y hermosos que has tenido a lo largo de la vida.

Los momentos que has compartido con tu familia y amigos, pero sin duda aquellos momentos únicos que compartes con esa persona especial.

Todos aquellos en los que añoras que nunca terminen y duren para siempre.

Quién iba a decir que ahora seria yo la que estaría parada en el aeropuerto frente a la puerta de salida esperado alguna señal del amor de mi vida — Si ahora él viene a México a pasar las vacaciones con mi familia en casa — es extraño ya que de ninguna manera entenderá mucho lo que hablemos o mi familia a la inversa.

Estoy ansiosa de verlo, hace más de cuatro meses que no estamos juntos y sin duda cada partícula de mi cuerpo lo extraña.

Ver a las personas pasar y saludar con gustó a sus familiares me pone más nerviosa, no sé si correr a él o esperar a que este cerca de mí, para nadie es secreto que estamos juntos, las pocas veces que nos han visto han sido suficiente para descifrarlo, estoy tan feliz de que por fin lo tenga solo para mí, serán los mejores quince días, tengo tantos planes para nosotros, que no puedo esperar más.

Levanto de nuevo la vista de nuevo esperando ver esa característica cabellera castaña llena de rulos y ojos azules que me encantan.

Su avión aterrizó hace treinta minutos y aún no aparece, estoy comenzado a preocuparme.

— ¿Y si le paso algo? — pienso, No, Sam tranquila, aparecerá pronto, solo dale unos minutos más, "no te distraigas". Sigo con mi vista fija y creo que por fin logro verlo.

A lo lejos veo entrar a un chico alto con gorra verde y sudadera rosa, trae lentes negros que me impiden ver sus ojos y una mascarilla que cubre la mitad de su cara, pero se perfectamente que se trata de él y que me ha reconocido por que viene hacía mi dirección, aún no me la creo que este momento llegaría tan rápido, por fin está aquí, conmigo.

No dudo en caminar rápido hacia él y al tenerlo frente me cuelgo de su cuello jalándolo hacia mi cuerpo, por su parte rodea mi cintura con sus brazos y me levanta del suelo apretándome contra él, las lágrimas me traicionan y salen por mis ojos, por fin está en mis brazos, mi corazón se calienta y mi alma también.

— ¿Estás aquí? — pregunto, si es un sueño no quiero despertarme, no ahora.

— Soy todo tuyo, nena — susurra en mi cuello.

— ¿Enserio estas aquí?

— Aquí estoy, Sam — separa mi cara de su cuello y hace que rodee su cintura con mis piernas colocando todo mi peso en su cuerpo.

— Te amo — no resisto más y bajo su mascarilla para estampar mis labios con los suyos, lo beso con cariño pero con urgencia, cuatro meses de no tenerlo conmigo, que no me abrazara, de no sentir su tacto, ha sido la peor tortura.

— Te deseo tanto, nena — me atrae más hacia él, su calor corporal me envuelve, el exterior ha dejado de existir en este instante, sólo somos él y yo.

También lo deseo más de lo que me había imaginado, pero no puedo hacer aquí un espectáculo, así que con toda la fuerza de voluntad desenrosco mis piernas de su cuerpo y me coloco de nuevo en el piso, me mira con el ceño fruncido y con la respiración jadeante, no se esperaba eso.

— También te deseo, pero aquí no, estamos en medio del Aeropuerto y no soy una exhibicionista — me suelto de su agarré y me compongo el vestido.

— Bien, entonces vámonos — se sube la mascarilla de nuevo y me agarra de la mano junto con su maleta para salir del inmenso lugar.

Amor a Distancia (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora