Sam
Sus labios se mueven posesivamente sobre los míos robándome el aliento, por un momento me quedo pasmada sin hacer ningún movimiento pero conforme me voy centrando en la situación voy correspondiendo.
Enrollo mía brazos sobre su cuello atrayéndolo hacía mí, sus manos bajan hasta mi cadera y me acerca más a él, jadeo de la impresión al notar un leve bulto en mi vientre.
—Lan ... — digo sobre sus labios.
—Shhh — me calla volviéndome a besar, sus manos bajan hacia mi trasero y lo levanta haciendo que mis piernas rodeen su cintura.
Sin romper el beso me deja sobre la cama de masaje y me toma con más posesividad, sus besos descienden por mi cuello y juro que eso dejara marcas, muchas marcas.
— Lan... — suelto un jadeo, me quita el abrigo ya que la temperatura ha subido demasiado, sus manos viajan a través de mi blusa y mi piel se eriza al sentir el tacto frío de sus dedos — Lando ...
—Sólo disfruta, Sam — sus besos siguen bajando por mi cuerpo, sus dedos presionan con aún más fuerza mi cadera, causando que un jadeo salga de mi boca.
—Lando alguien puede escucharnos.... — levanta mi blusa y de un tirón me la quita, vuelve a mi boca de igual manera.
Acaricia mi cuerpo en el proceso, jala mi labio inferior y siento el sabor metálico combinarse con nuestra saliva.
Sangre.
—Entonces procura hacer silencio, Sam — sus manos viajan a mi espalda a donde están los broches de mi sostén, con agilidad los quita y así mismo libera mis pechos, al estar excitada mis pezones se encuentran duros, se lleva a la boca uno y con una mano le da atención al otro.
—Dios — Gimo, me llevo una mano a la boca para callar mis jadeos pero no puedo negar que saber que alguien puede oírnos me excita.
—No, nena — dice devorando mi otro pezón — soy yo él qué estaba bajando el cielo para ti.
Sigue con su tarea, mis manos juegan con su cabello sudado, y lo jalo hacia arriba para que vuelva a mi boca y así lo hace, la devora como si nunca en su vida lo hubiera hecho, sus manos descienden por todo mi cuerpo has llegar al botón de mi pantalón.
— Me gusta cuando usas faldas — dice entre besos — pero estos pantalones le hacen justicia a ese culo — jadeo en su boca.
Levanta un poco el peso de mi cuerpo para que así sea más fácil deslizar el pantalón por mis piernas y así sólo quede en bragas ante su mirada felina, su mano toca ese punto sensible y comienza a dar toques sutiles sobre la tela, gimo en su boca.
Mis manos van a sus hombros acariciándolos y así bajando hasta encontrar el cierre de su mono que aún está arriba, me separo del beso sola para poder concentrarme en despojarlo de toda esa ropa que solo estorba.
— Creo que esto es innecesario — digo bajando rápidamente su mono por sus hombros hasta que llegue al piso, me ayuda sacándolo de sus pies.
En un rápido movimiento me toma de las caderas dándome la vuelta quedando mi pecho pegado a la cama, mi piel escuece al sentir un golpe seco sobre mi nalga, suelto un jadeo que oprimo contra la cama.
— ¿Te excito eso? — suelto un gemido al sentir otro golpe seco en mi otra nalga— responde.
— Ya...sabes la respuesta — suelto un jadeo con otro golpe en mis nalgas, juega con el elástico de mis bragas y con sensualidad las baja por mis caderas hasta llegar al suelo, me indica que salga de ella y así lo hago, lo único que tengo puesto son mis tenis.
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Amor a Distancia (Libro 1)
Teen FictionSamantha Melgara es una chica mexicana apasionada por el deporte de la Fórmula 1, junto a su hermano han crecido viendo los autos correr. Su mayor sueño es ir a un gran premio de la ciudad de México y eso pronto se hará realidad, no obstante ella no...