Colin (Bilogía King II)(En Físico)[✓]

Episode 35

—¿Qué es lo que buscas con todo esto, Lili? — la encaré directamente sin responder a la pregunta de mi madre

Ya estaba fastidiado y cansado con toda esta situación. No sé qué es lo que espera de mí, pero eso que busca, ya no lo va a encontrar nunca más en su vida.

—No busco nada...

—¡Deja de hacerte ahora la víctima porque ya me tienes harto! — exploté, perdiendo el papel caballeroso que me fu inculcado de pequeño—. Pensé que había sido claro contigo y realmente pensé que ya te había quedado claro que ya no me interesas para nada. Ahora llegas diciendo que ese es mi hijo cuando ni siquiera sabes de quién es en realidad.

—Colin — advirtió mi madre.

—Déjalo, mi amor — le dijo mi padre.

—Sé que es tuyo; nuestro — se oía segura de lo que decía.

—Hasta no ver el resultado de paternidad no tendremos la seguridad de que lo sea — suspiré—. Ahora, por favor, deja de hacer este tipo de cosas. ¿Qué ganas con venir a decirle a mis padres de que posiblemente esperan un nieto? Deja de ilusionar a mis padres, comprándolos con el cariño de un abuelo por su nieto.

Se mantuvo en silencio por largos segundos en los que mi madre parecía estudiarla y mi padre la veía quizás con el mismo fastidio en que lo hacía yo.

—Quiero recuperar al hombre que en verdad amo. Sé que es tarde, pero estoy segura que aún queda amor entre los dos. Solo dame la oportunidad de redimir mis errores.

El silencio fue atronador. No dije lo que pensaba porque ya no valía la pena seguir con un tema que ya está muerto y enterrado para mí. ¿Acaso no le ha quedado claro que ya perdió mi amor desde hace mucho con sus mentiras y su traición?

—No pierdas el tiempo tratando de recuperar lo que ya perdiste, Lili. No vengas ahora a decir que estando lejos tus sentimientos se aclararon al fin, cuando por ocho años estuviste amando en secreto a mi hermano. No vengas a decir más mentiras de las que ya has dicho. Aquí nadie cree en tu falsedad.

—Es por esa mujer, ¿no?

—¿Qué mujer? — quiso saber mi madre.

—Si hablas de Emma, no, no es por ella. O en parte sí, porque a diferencia tuya, yo sí sé valorar los sentimientos de las personas y ella tiene mucho amor para darme.

—No creo que la ames.

—Es muy pronto para amarla, pero de que la amaré, estoy seguro que la voy a amar. Resulta que ella es todo lo que estaba buscando en la mujer que tanto había soñado para compartir mi vida.

Volvió a hacer silencio, viendo un punto fijo en la pared. Ahora que pude contemplarla un poco, su panza se veía un poco crecida y, contrario a lo que una vez me imaginé, no sentí ni una pizca de amor o ilusión por verla embarazada. Siento por dentro pena y lástima por ese pequeño ser que no pidió venir al mundo.

—Estoy dispuesta a todo...

—Mi hijo ya ha sido lo suficientemente claro contigo, Lili. Por un momento me dejé convencer por el deseo y la ilusión de volver a ser abuela, pero tampoco pienses que voy a obligar a mi hijo a estar a tu lado cuando le hiciste mucho daño y me lo dejaste como si no fuese nada. Jugaste con sus sentimientos por años, aún así, te atreviste a ser egoísta y seguir alimentando un amor que no correspondido de la misma forma. No sé qué estás esperando o buscando de mi hijo, si cuando él te suplicó que intentaras amarlo, tu respuesta siempre fue la misma e inclusive no te importó que él se humillara y rogara. No sé cómo es que en algunos meses cambiaste tu forma de verlo y ahora sí pretendas amarlo — suspiró cansada—. Ahora me queda más que claro que fue una bendición que dijeras la verdad y desataras esos nudos que mi hijo tenía contigo. Agradezco mucho que ya no esté bajo la sombra de una mujer que no vale ni valdrá nunca la pena. Si te queda un poco de dignidad y sobre todo honestidad, deja de molestar la vida que  mi hijo ahora lleva en paz con esa chica que sí ha sabido amarlo como corresponde. En cuanto al bebé, haremos esa prueba de ADN, y como conozco muy bien a mi hijo, sé que él va a responder por cada una de las necesidades del pequeño si llegara el caso de ser suyo.

Ante las palabras de mi madre, todos quedamos en silencio. Se veía dolida y más decepcionada de lo que hace unos meses se encontraba, y no era para menos, mi madre quería a Lili como si fuera una hija más.

—Buenas noches — saludaron Amelia y Harper al mismo tiempo.

Lili los miró de inmediato. Pude darme cuenta que aún sentía amor por mi hermano, pues su mirada cambió de un segundo para el otro, aunque intentó lucir una sonrisa que fue más falsa y tensa que todas sus mentiras juntas. La mirada que le dedicó a Amelia fue de total disgusto, como si con solo mirarla pudiera hacerla desaparecer. Algo dentro de mí intuyó que la insistencia de Lili era por Harper, pero no entendía por qué joderme a mí para llegar a tener una oportunidad con él.

—Siento haber venido sin avisar, también les pido una disculpa por ese mal rato que les hice pasar — les dijo a ella a mis padres—. Quizás algún día me puedan perdonar.

Mis padres no respondieron nada, solo le dedicaron un leve asentimiento de cabeza.

—Cuando tengas el tiempo, podemos ir a hacernos la prueba.

—En vista del intento de aborto, tenemos que esperar a que el bebé nazca. Te sugiero que vayas buscando al hombre que, posiblemente, pueda ser el padre del bebé.

—Yo sé que es tuyo, Colin — repitió por encima vez.

—No quiero ser descortés, pero es mejor que vayas a casa, Lili — corté su cuento y ella agachó la cabeza—. Cuando des a luz, avísanos para hacer la prueba de paternidad.

—Una vez les pido perdón a todos — su voz se quebró—. M intención nunca fue hacer daño.

Todas las miradas cayeron en ella. Podría llevarse un premio por mejor actriz, pero su papel es tan falso como sus lágrimas, que nadie es capaz de apostar por ella. Su capacidad de mentir, fingir y hacerse la víctima me sorprende de sobre manera. Nunca había visto una persona capaz de llegar a tanto sin razón o motivos.

Se levantó del sofá, y en el denso silencio que se había formado entre todos después de sus últimas palabras, cruzó por nuestro lado sollozando y luciendo arrepentida de verdad. Aun cuando salió de la casa, ninguno mencionó nada. Es como si no hubiese venido a casa de mis padres con alguna intención oculta que dejó en evidencia solo ante mis ojos.

Ella no busca nada de mí, lo supe en el mismo instante en el que Harper hizo presencia con su esposa e hija y su mirada la delató por sí sola.

—Vayan a la mesa, en un momento estoy con ustedes — mi madre se levantó de su lugar y se marchó escaleras arriba a paso rápido.

—Iré con ella — mi padre no tardó en seguir sus pasos.

—Ven con tu tío el más cool y el más guapo — tomé a Serena en mis brazos y me perdí de los cuestionamientos de Harper.

Ahora que me siento en calma y soy feliz, no necesito amargar mis días con una mujer que hace mucho quedó en el olvido.