Episode 59

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Colin

—¿Nervioso? — me preguntó Harper, con ese mismo tono divertido con el que yo le pregunté un año atrás antes que Amelia arribara en la iglesia—. Seguramente ya tuvo que haber salido corriendo y no es para menos. En su lugar, lo haría y ni siquiera me tomaría el tiempo de mirar hacía atrás. Faltaba más...

—¿Quieres callarte? Tu verborrea me pone el doble de nervioso — acomodé mi pajarita por enésima vez.

—No tienes de qué preocuparte, capullito. Es normal sentir que te vas a hacer encima, pero es por la necesidad de verla llegar y unir sus vidas cuanto antes. Cada segundo que pasa y no se han dicho ese «sí» frente al altar, parece ser una tortura.

—No me estás ayudando, florecita.

—Es que no se qué otra cosa decirte — apartó mis manos de mi pecho y me acomodó la pajarita en su lugar una vez más—. Quédate quieto, ¿quieres?

—Sigues sin ayudarme.

—Respira. Relájate un poco — miró su reloj de muñeca—. Ya falta poco para que entre la novia y al paso que vas, te va a dar algo.

—Es que se está demorando mucho — lo pensé por un momento—: ¿Será que se arrepintió?

Harper esbozó una sonrisa, más no dijo nada. Estaba tan nervioso, ansioso y con la cabeza puesta en otro lado, que no me percaté de que su mirada estaba fija detrás de mí.

—Eres muy afortunado, hermanito — puso sus manos en mis hombros y me giró lentamente—. Ahí está la verdadera mujer de tu vida; tan bella, sonriente y única para ti.

El mundo se detuvo a mi alrededor. Aquellas voces se callaron para darle paso a una melodía pausada, suave y muy bien entonada. Tomada del brazo de su padre, en un vestido blanco ajustado a su silueta y su larga cabellera suelta, Emma venía hacia mis brazos a paso lento. Una sonrisa contrastó con esa mirada tan bonita e ilusionada que me dedicó cuando nuestros ojos hicieron conexión. Sentí que todo se removió en mi interior, que incluso la tierra se sacudió bajo mis pies ante su belleza y ante el  hecho de tenerla un paso más cerquita de mi alma.

Las palabras quedaron atrapadas en mi garganta. Sentí la inmensa necesidad de llorar y no sabía por qué las emociones me estaban jugando de esa manera, pero me contuve de hacerlo y le sonreí con la misma emoción y alegría de verla llegar cuanto antes a mi mano.

Una vez Emma y su padre se detuvieron frente a mí, mi corazón se aceleró y mi piel se vio húmeda por el sudor. Mis piernas querían fallar, mis labios ardían con el hecho de tener su boca tan cerca y apetecible y no poder besarla como tanto lo deseaba. Se ve tan preciosa de blanco, como la muestra fiel de su bondad. Aunque me hice mil ideas en la cabeza, lo cierto era que ninguna se comparaba a la realidad. Deseo tanto fundirme en su alma para siempre.

—Te entrego a mi niña para que la sigas amando y protegiendo como hasta ahora lo has hecho. Confío en que esa mirada solo le pertenecerá a ella y a nadie más que a ella — el hombre puso la mano de Emma bajo la mía—. Les deseo una vida muy feliz y llena de bendiciones junto al pequeño Cris — miró a su hija—. Te amo mucho, mi amor.

—Yo también te amo — lo abrazó con fuerza y lágrimas al borde de sus ojos—. Gracias, papá.

—Cuida mucho a mi tesoro, Colin.

—Le aseguro que su hija está en buenas manos, Sr. Montenegro.

Dejó un beso sobre la frente de su hija y se sentó junto a la madre de Emma que nos miraba con ternura y nostalgia.

—Todos los días estás delicioso, pero justo hoy estás el triple de papacito, bizcocho — su sonrisa fue tan tierna como maliciosa.

—Tú no te quedas atrás, dulzura mía — la pegué a mi cuerpo, rodeando su cintura con un brazo—. No tienes idea de lo mucho que muero por comerte.

—No me provoques, porque te robo y nos comemos.

El carraspeo de Harper nos hizo reír. Emma se acomodó junto a Amelia y yo me hice junto a mi hermano.

—Te amo, futuro esposo — me susurró, entrelazando nuestras manos con firmeza y fuerza.

—Te amo, futura esposa — mordí mi labio inferior para no llorar.

¿Por qué mis padres nos hicieron tan sensibles y nobles? El padre ni siquiera nos ha unido y ya he llorado un millar de veces con el hecho de pensar que pronto será mi esposa y estaremos unidos para toda la eternidad.

El padre dio apertura a la ceremonia mientras mi mente se iba en blanco y recordaba todo aquello que atravesé para estar hoy aquí con la mujer indicada:

Me enamoré hace muchos años de una mujer bella, amable y llena de alegría. Su mirada estaba llena de pureza y un brillo de codicia típico de cualquier joven por alcanzar un camino lejos en su vida. Ella me mostró lo que era amar, lo que era entregarse en alma y cuerpo, pero no me enseñó a ser fuerte para recibir sus golpes. Todo eso que un día me mostró con tanto brillo, se desvaneció en la oscuridad de sus mentiras. No sabía que una sola persona fuera capaz de construir y destruir a iguales proporciones.

La amé y tardé en comprender que ella no era la mujer que estaría de mi mano el día de mi boda. Quise presionar un nada inexistente, con la necesidad de ser amado por alguien y no estar en la soledad y en la tristeza. Me dejé llevar por la humillación muchas veces, y fue ella misma la que me enseñó a construir bases sólidas para las mentiras y la traición.

Pero en cada tempestad hay una luz de esperanza que nos dice que todo va a estar bien. Siempre está ese ángel guardián protegiéndonos del mal y de la maldad de las personas. Mi ángel estuvo detrás de mí por muchos años, no lo vi hasta que se mostró tan llena de bondad y amor frente a mí.

Emma me armó pedazo por pedazo hasta dejarme completo y sin heridas. Se tomó el tiempo de hacerme un hombre feliz y bendecido con todo ese amor que guardó con tanto recelo y ahínco solo para mí. Gracias a ella es que pude conocer el verdadero significado del amor.

Nuestro amor nació y floreció rápido, más nunca creo que pueda llegar a marchitarse. Hemos atravesado duros momentos, hace unos meses atrás incluso sentí perderla para siempre y tuve mucho miedo de estar sin ella, sin su amor, sin sus atenciones, sin sus tiernas caricias, sin su presencia, sin todo eso que ella brinda de corazón y no pide nada a cambio.

Verla bien, entera y de mi mano me hace pensar en lo afortunado que soy en la vida al tenerla. Agradezco que hubiera invertido tanto tiempo en mí. Y que, a pesar de tantos años amándome en silencio y lejos de mi vida, aún su corazón estuviera dispuesto a ser mío.

Y ahora con nuestra unión, la misma vida me demuestra los giros y las personas que nos pone en el camino. Me quitó a Lili y sentí que moría por dentro, pero en su lugar, me trajo al más bello motivo de mi existir y de mi verdadero vivir:

A esta mujer que en un tierno beso lleno de tanto sentimiento, después de un sí lleno de emoción y felicidad, se ha entregado a mí hasta el día en el que su corazón deje de latir, de la misma manera en la que yo me he entregado por completo a ella.

Sentí que me perdí toda la boda entre mis pensamientos. Caí en cuenta cuando mi rostro húmedo por las lágrimas se unió en alma y cuerpo a la mujer que tanto idealicé en mis sueños.

—Te amo, esposo mío — se separó de mis labios, haciendo el gran esfuerzo de no seguir llorando—. Soy la mujer más feliz de este mundo.

—Yo lo soy mucho más, dulzura mía — la apreté más fuerte contra mi cuerpo, llorando igual de emocionado y feliz—. Soy afortunado en tener una esposa tan bella e inigualable como tú. Tú y nuestro hijo son lo preciso de mi vida. Los amo con todo mi ser.

Colin (Bilogía King II)(En Físico)[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora