Mi madre y mi padrastro nos recibieron con emoción y una comida grande y muy apetecible. Siendo honesta, no tenía mucho apetito y me llevé la sorpresa al notar que Colin jugaba con su comida en lugar de devorarla como suele hacerlo. Mi madre cocina delicioso, todo lo que aprendí fue de ella. Entonces, ¿por qué no está disfrutando como cuando le cocino? Tal vez esté enojado conmigo o tan solo se arrepiente de haber venido a este viaje.
Mi madre nos intentó sacar conversación, pero ninguno de los dos parecía tener hilo para soltar la lengua. Simplemente nos dedicamos a responder en automático, despertando la intriga de mi mamá que se dio cuenta que algo no iba bien entre los dos.
Mientras mi padrastro y Colin conversaban de alguna cosa en común que tenían y no presté atención, mi madre empezó a sacarme las palabras casi obligadas. No sentía ganas de hablar, solo quería encerrarme en mi cuarto y llorar por lo estúpida que había sido con él. Un perdón no basta, no cuando ya dejé la espina venenosa en su cabeza luego de todos estos días estar batallando con lo que esa maldita cuchara soltó sin remordimiento alguno.
—¿No me pensás contar lo que te pasa, mi amor? — inquirió mi madre, dándole una mirada breve a Colin—. Se trata de él, ¿no es así?
—No pasa nada, mami — sonreí—. Estoy cansada.
—No me digás mentiras, Emma, que yo chupo tetero más no dedo.
Su comentario en doble sentido me sacó una risita, mi madre no tiene remedio alguno.
—Tuvimos una discusión pequeña. Nada importante.
—¿Nada importante? Si no han dejado de tirarse miraditas todas raras desde que llegaron. Además, a vos hay que controlarte la lengua para que no salga corriendo calle abajo. ¿Me querés contar qué pasa, mi amor?
—Es complicado, ma.
—¿Desde cuándo te complicás la vida? Si tu papá te escachara, te da cantaleta hasta para llevar. ¿Qué es eso tan complicado que está pasando con ese bizcocho? — sonrió ladeado—. ¿Ya no me tenés confianza?
—Claro que sí — suspiré—. Creo que la cagué a decirle que viniera.
—¿Por qué?
—Porque ese bizcocho me tiene llevada del hijueputas, ma. Y entre más trato de sacarlo de aquí—me llevé la mano al centro de mi pecho—, como que más se va metiendo.
—Eso es normal cuando estamos enamorados — me miró con ternura—. ¿Puedo saber por qué discutieron? Esperá, mejor vayamos a dar un vuelto por ahí y me contás con más calma.
Nos levantamos del sofá, atrayendo la mirada de ambos hombres al mismo tiempo. Me siento tan cohibida y nada ante esos ojos tan bonitos, aunque parece estar más tranquilo que hace unas horas atrás en el aeropuerto.
—¿Van a salir? — inquirió mi padrastro.
—Sí, mi amor, ahora venimos — mi madre entrelazó nuestros brazos—. No nos esperen despiertos.
—¿Cómo así? ¿A dónde es que van? — mi padrastro miró la hora en el reloj de su muñeca—. Y más a esta hora, Carmen.
—No se azare, mi amor — le restó importancia—. Tengo mucho que hablar con mi hija y no quiero sapos saltando en mi plato. Enseñalé la habitación a Colin por mí.
Dicho eso, salimos de la casa bajo sus penetrantes miradas en dirección al café bar donde solemos pasar el tiempo juntas sin que nadie nos interrumpa.
Desahogar mis temores y mis sentimientos con mi madre fue haberme quitado un peso enorme de encima. Luego de recibir los pro y los contra de mi situación, me aconsejó tomar la decisión que mejor me convenga y, lo más importante, que no me lastime en un futuro cercano o lejano.
ESTÁS LEYENDO
Colin (Bilogía King II)(En Físico)[✓]
RomanceColin llevaba una vida plena y feliz junto a su novia Lili, pero su amor por ella se ve fracturado cuando se entera de la verdadera intención por la que ella estuvo tantos años a su lado, rompiendo así toda ilusión que guardaba en su corazón. Ha vi...