Epílogo

10.1K 748 145
                                    

Dos años después...

—¿Tienes algo que decirme, esposo mío? — la mirada que me dedicó Emma me estremeció de pies a cabeza—. ¿Por qué tan callado?

—M-me has dejado sin palabras, esposa — me fui acercando a ella lentamente—. Quién diría que debajo de ese vestido tan bonito y que te hacía ver tan tierna, estuviera el mismo diablo en persona.

—¿Diablo? — enarcó una ceja—. No era eso lo que quería escuchar.

—Mi esposa es una diablita muy sexi y hermosa — la tomé de la cintura y la atraje a mi cuerpo—. Y yo estoy dispuesto a quemarme en este infierno las veces que sean necesarias.

—Estás encadenado desde hace dos años a este infierno — acercó su boca a la mía—. Ya no tienes ninguna escapatoria, esposo.

—¿Y quién dijo que quería escapar? — tomé posesión de sus labios, adueñándome por completo de sus más profundos deseos y de sus más ansiosos suspiros—. Feliz aniversario, esposa.

—Querrás decir: feliz y rico aniversario, esposo mío.

La tomé de las caderas y la levanté en mis brazos. Ella no tardó en rodearme con su piernas y sus brazos, asegurándose de no caer al suelo. Mordí su labio inferior juguetonamente conforme avanzaba con ella en mis brazos por el pasillo de la casa en dirección a la sala. Cuando compramos esta casa hace dos atrás, no he dejado de pensar en la una y mil formas en la que quiero hacerla mía en cada rincón, pero ha sido casi imposible tener un momento largo y ardiente con mi divina esposa a causa del pequeño diablillo que complementa nuestras vidas y nos hace ser muy felices.

La deposité sobre la amplia barra de la cocina para contemplar a detalle su cuerpo y lo bien que le quedaba ese traje de encaje tan corto y sexi. Sus proporciones se ven en su punto, resalta su silueta curvilínea y la tela luce como una capa transparente y brillante sobre su piel.

Pasé saliva, sintiendo el deseo fluir por cada parte de mi ser y llegar justo en el centro de mi pecho. Acaricié suave y lento su piel, prolongando el deseo y fascinándome con esos suspiros y finos gemidos que iba soltando a la vez que acariciaba con pericia puntos más sensibles.

—¿Planeas hacerme enloquecer? — su voz, tan sensual y tierna me provocó escalofríos.

—Después de todo, la noche es nuestra, ¿no?

Volví a besarla, recorriendo su espalda con mis manos de arriba abajo muy despacio. La pegué a mi cuerpo y presioné mi dureza en su muslo, arrebatando un gemido al unísono. El beso escaló demasiado rápido de intensidad, ya no era suave y amoroso, estaba cargado de pasión, lujuria y ansiedad por el otro.

Ella no dijo alguna palabra más. Su boca solo buscaba ahogar cada gemido y jadeo en la mía. Envueltos entre una atmósfera caliente y húmeda empezó a quitar mi ropa lentamente mientras yo me deshacía de esas prendas tan diminutas y casi transparentes que cubrían su hermosa piel canela. Sus manos parecían tener electricidad, mi piel percibía chispas entre cada toque suave y violento que dejaba. Sus besos y sus caricias siempre han tenido el poder de hacerme perder la cordura, de hacerme alucinar y de volverme aún más adicto a su dulzura.

Desnudos, con la boca hinchada de tanto besarnos y la piel emanando calor, nos fundimos en uno solo una vez más. Nuestros movimientos eran lentos, acompasados y con ganas de morir en el momento de nuestra pasión. La manera en la que ella me retenía en su interior y esa lentitud y presión al moverse me tenía más que cautivado. En ningún instante dejé ir su boca, pues la mía aclamaba la suya con ganas de querer robar todo su aliento y vivir de el...

Nos tomamos en cuerpo y alma todas las veces que fuesen necesarias para dejar en claro lo mucho que este lazo de amor significa más que cualquier barrera, más que cualquier sentimiento de maldad o cualquier tipo de circunstancia que se atraviese en nuestro camino. No ha sido facil llegar a dónde estamos, pero tampoco ha sido imposible salir adelante tomados de las manos y decir al viento que lo estamos logrando. Que paso a paso, vamos llegando a dónde queremos.

Colin (Bilogía King II)(En Físico)[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora