Emma
Desperté en un lugar que ni siquiera conocía. Me dolía muchísimo la cabeza y en general todo el cuerpo. No podía moverme con total libertad porque sentía atadas las piernas y los brazos. Lo primero que me vino a la mente fue aquella caída que tuve en la oficina, pero hasta donde yo recuerdo, el golpe no fue tan brutal como para que mi jefe me haya traído al hospital. Sentía que me había perdido de muchas cosas, pues nadie se veía a como lo recordaba antes de acostarme a dormir. Ni siquiera mis padres estaban tal como la última vez que los vi en la videollamada que nos hicimos y me comentaron de su futuro viaje a Londres hace un par de días.
¿En qué momento llegaron a Londres? ¿En qué momento llegué yo acá? ¿Por qué no estamos en Colombia? ¿Por qué siento que me he perdido cosas importantes a lo largo de mi vida? Todos los recuerdos que tengo son muy confusos.
Recordaba pocas cosas y las que sí lograba recordar solo llegaban a mi mente como pequeños fragmentos o se mezclaban entre sí y nada tenía sentido. En el intento de buscar más información en mi cabeza, el dolor me lo impidió. Sentía que en cualquier momento me iba a explotar con ganas.
Amelia no lucía como esa última vez que la vi en la universidad, pero tampoco lograba entender cómo fue que llegó acá y lo que estudié o en lo que trabajaba. Solo recuerdo a mi jefe y a muy pocas personas que ni el nombre sé, pero sus rostros sí llegan a mi mente. Una oficina espaciosa y un escritorio amplio era lo que más tenía en la cabeza, pero no daba con el lugar o a quién le pertenecía.
Pero lo que más terminó de incrementar ese dolor y esa confusión fue haber tenido de frente al hombre de mis sueños, a ese que he intentado olvidar y no he podido conseguir. Tuve que cerrar y abrir los ojos varias veces para darme cuenta que sí era muy real y no un espejismo.
¿En qué momento me respondió todos los mensajes que le dejé? ¿En qué momento conocí a mi amor platónico y frustrado? Porque recuerdo haber enviado muchos mensajes, pero ninguna respuesta de su parte. Y todavía más confuso que me haya tomado de la mano, me haya dicho palabras tan bonitas y me haya mirado con tanto amor e ilusión. El dolor en mi cabeza se hizo mucho más fuerte al recordar cada detalle de su rostro frente a mí, esa expresión de confusión y desilución tan inscrita y que me causó tanto dolor en el pecho.
—Doctor, ¿es normal que tenga recuerdos mezclados? No sé si me haga entender, pero recuerdo muy pocas cosas y lo que recuerdo está como muy enredado — aún me costaba hablar, la garganta me dolía muchísimo.
—Dime cuál es tu recuerdo más reciente. ¿Qué es lo que se viene a tu mente ahora mismo?
—Bueno, recuerdo por ejemplo a un hombre — carraspeé incómoda y avergonzada—. Es decir, no lo conocía ni nada, solo por fotos y ahora resulta que sí nos conocemos... mi punto es que olvidé como es que nos vimos en persona.
—¿Te refieres al Sr. King? — inquirió curioso—. Sí me comentó ayer de tu falta de memoria con él. ¿Qué recuerdas de él?
—Su nombre no lo recuerdo bien, pero sé que sentía gusto u admiración por él. No sé qué es. Cuando lo vi recordé que le había enviado muchos mensajes de felicitaciones, pero él nunca me respondía. También recuerdo que tengo muchas fotos de él en diferentes lugares, pero no sé cómo es que las conseguí. Y ahora está ese sentimiento de que nunca va a pasar nada entre los dos porque él no me conoce y tiene una mujer muy bonita a su lado...
El doctor tomó nota de todo lo que decía y las pocas cosas que recordaba hasta que mi recuerdo se murió en el día que me caí estando en una oficina.
—Recuerdas que te hablé del accidente que tuviste, ¿no es así?
—Así es, pero ese día no lo recuerdo. No sé cómo sucedió. Lo único que tengo en mente fue haberme caído de la silla y golpearme en la parte de atrás de la cabeza. De ahí no sé qué más pasó conmigo.
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Colin (Bilogía King II)(En Físico)[✓]
RomanceColin llevaba una vida plena y feliz junto a su novia Lili, pero su amor por ella se ve fracturado cuando se entera de la verdadera intención por la que ella estuvo tantos años a su lado, rompiendo así toda ilusión que guardaba en su corazón. Ha vi...