Episode 46

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Me quedé dormido en algún punto de la noche, quizás por el mismo cansancio que causa llorar por horas y horas sin descanso alguno. Me levanté más cansado de lo que me acosté, con un dolor de cabeza terrible y los ojos ardiendo, como si me los hubieran quemado a quemarropa y un insaciable vacío en el pecho que me dejó ese sueño tan real, pero falso que tuve con la mujer más dulce y amorosa que he tenido el gusto de conocer y amar con todas las fuerzas de mi ser.

Me adentré a la ducha sin pensarlo dos veces, necesitando salir de ese espacio que me mata y me asfixia tanto. Una vez mis músculos se relajaron un poco, salí del agua y me vestí con lo primero que tomé a la mano. Salí del apartamento sin siquiera probar un bocado de comida o calentar mi piel con una taza de té o café. Y realmente no necesito nada más que no sea Emma.

Miré mi teléfono y a infinidad de llamadas de Lili. Le dejé un mensaje que iba directo a la clínica, por lo que no tardó en responder que allí estaría en minutos. No quería ir, pero tenía que hacerlo y debía salir rápido de ese asunto. No presté atención si Lili ya había llegado o no, me acerqué a la recepción y pedí el resultado.

—En un momento el doctor lo atenderá — informó la enfermera, pasándome el sobre blanco que tardé un poco en recibir.

—Gracias.

El doctor tardó varios minutos para llamarme, pero lo hizo tan pronto despachó al anterior paciente. Lo que me pareció extraño fue el hecho de que Lili no hubiera llegado después de haber insistido ayer en venir a ver el resultado del análisis.

—Buenas tardes, Sr. King. Por favor tome asiento — indicó el doctor muy amable y formal.

—Gracias — carraspeé—. Verá, doctor, ahora mismo no tengo mucho tiempo, así que le voy a pedir el favor que vaya directo al grano y me diga el resultado del análisis, dejando de lado porcentajes y todo es discurso que suelen dar los profesionales de la salud —indiqué, dejando el sobre su escritorio.

—Muy bien — tomó el sobre y lo abrió—. La madre del bebé aún no ha hecho acto de presencia...

—Perdón por la tardanza — apareció Lili con el bebé en brazos—. Espero haber llegado justo a tiempo.

—Está a tiempo, señora.

—¿Y bien, doctor? — insistí, y el hombre asintió, desplegando la hoja doblada para ver el resultado.

Lili se hizo a mi lado, la sentí, porque ni siquiera me tomé el tiempo para mirarla. Tengo ansiedad por ver a Emma. ¿Y si ya despertó? ¿Y si preguntó por mí? ¿Y si está igual de ansiosa por verme como lo estoy yo? Debo salir de aquí cuanto antes. No me gusta esta presión que siento en el pecho y que apareció tan de repente.

—El resultado es noventa y nueve por ciento compatible — soltó justo como se lo pedí, rápido y sin tanta complicación—. Es usted el padre del bebé, Sr. King.

Sentí que me hundía un poco más si es que era posible. Estaba la posibilidad y la duda, pero hasta último minuto pensé que no lo sería, que ese pequeño inocente no tenía ningún vínculo conmigo. El nudo que se formó en mi garganta me impedía decir palabra alguna, me estaba ahogando con el poco aire que había en mis pulmones. Me sentí culpable y miserable por no sentir un poco de felicidad porque a fin de cuentas era mi hijo, pero es que por dentro no lo sentía mío y no había en mí un poco de cariño u amor hacía él.

—Te lo dije, Colin. Es nuestro hijo...

Y luché con todas mis fuerzas para no quebrarme ante esa mujer, porque ese "nuestro hijo" no lo quería escuchar de boca de ella, y pensar que se nos fue arrebatada la posibilidad de ser padres y vivir una bonita experiencia junto a Emma, desdichado, miserable y roto más me sentí.

Colin (Bilogía King II)(En Físico)[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora