Colin (Bilogía King II)(En Físico)[✓]

•Episode 13•

—No quiero acercarme a ti con mentiras y malas intenciones, por eso te voy a dictar mi carta de presentación para que luego no salgas corriendo como otros — desvié la mirada—: Soy intensa, un poco sarcástica y grosera cuando hace falta relucir la clase. A veces no controlo lo que digo, pero estoy trabajando en que mi lengua no se vaya sin sentido alguno cuando no hace falta. Hago amigos con facilidad, soy bastante sociable y agradable cuando me lo propongo, pero soy el tipo de persona que insiste en construir amistades hasta con personas que no quieren saber nada de mí. Así como tengo temple para decirte las cosas en la cara sin pañitos de agua tibia, también soy una estúpida. No sé por qué razón las personas se alejan de mí, si lo único que trato de hacer es ser siempre yo. Muchos me han dicho que es porque soy intensa y que voy muy rápido en la vida, pero no sé cómo es andar a paso de tortuga. Trato de cambiar y de controlar mis defectos, pero no funciona, siempre seré la chica agradable y agraciada por un tiempo, pero la intensa y casi psicótica cuando me conocen a fondo y se llevan todo de mí. La única que me soporta desde hace unos años es Amelia, y a veces me pregunto cuándo se irá de mi lado y me dejará sola. Aunque también me digo que es imposible que lo haga, ella me sabe comprender y escuchar siempre. Es la única que no me juzga.

—No tienes que cambiar por nadie, Emma. Hay quienes estarán a tu lado por lo que eres, sin importar que hables disparates y cambies la conversación a algo que no tiene sentido. Amelia se refiere a ti como tu hermana y lo único que tiene en su vida, dudo mucho que algún día vaya dejarte sola. Cuando hay un lazo de hermandad, es difícil que alguien pueda romperlo — tomó mi mano y la apretó con suavidad, noqueando mis sentidos ante su toque—. A mí me agrada que hables de todo lo que piensas o haces en tu día, porque así me hago una idea de quién eres y a lo que te dedicas. ¿Sabes? No somos tan diferentes, al igual que tú, me han rechazado por mi falta de seriedad y mis malas bromas. Soy imprudente y no mido las consecuencias, solo hago lo que esa parte traviesa clama por satisfacer. Mi tío es un pollo hormonado, lo que es cómico porque es un tipo grande y de cara dura, pero toda una damita por dentro; y así lo aceptamos y lo queremos en la familia. Es cuestión de que te rodees de las personas correctas, no de las que pasan por tu vida y se llevan lo mejor de ti sin ser merecedores de tu amistad o de tu corazón. Créeme, no vale la pena desgastar la mente y el corazón en personas que no son sinceros y genuinos con uno.

Nos quedamos en silencio por largos segundos, en lo que no encontraba cómo estabilizar esos latidos furiosos de mi corazón. Él tampoco se veía mejor, parecía frustrado y pensativo.

—Escuché lo que ella dijo — me atreví a mencionar luego de aquel silencio. 

—Lo supuse. No te lo había dicho porque no habíamos tenido tiempo de hablar, pero ahora que estamos solos, gracias por ayudarme. Si no hubieras llegado, no sé qué hubiese sucedido.

—¿Te refieres a volver con ella? Digo, eso no era lo que iba a preguntar. No tienes que contarme nada, solo...

—Ya no la amo, si es lo que quieres saber — sonó tan sincero y sin ningún atisbo de duda—. Con todo lo que confesó hoy, se ha salido por completo de mí.

No voy a negar que sus palabras me causaron gran emoción y sinfín de locas fantasías. 

—¿Crees que el bebé sea tuyo? — una parte de mí me decía que todo era un sucio plan de esa maldita cucaracha para tenerlo en sus manos—. O sea, ¿ustedes...?

Que bajara la cabeza con las mejillas sonrojadas fue una confirmación que me apuñaló el corazón, pero era de esperarse, después de todo, esa alimaña era su amor y su mundo en ese momento de fragilidad.

—No me voy a justificar, me humillé e hice una estupidez, pero eso no quiere decir que vaya a volver a caer a sus pies solo por un hijo. Tomaré la responsabilidad si lo es, sino, aunque suene cruel de mi parte, que ese bebé que no tiene la culpa de nada, no sea mío, sería el mejor de los milagros.