Episode 50

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Me contó muchas cosas que en un principio me hicieron avergonzar, pero después recapacité y me di cuenta que sí podría ser así como nos habíamos conocido. Entre más hablaba de nosotros, pequeños recuerdos se desbloqueaban en mi cabeza. Aunque no llegaban del todo y se revolvían con otros escenarios más íntimos, no dejé ni un solo instante en recrear todo en mi mente.

Me contó de aquel viaje a Colombia que hicimos hace unos cuantos meses atrás y olvidé por completo. De la manera en la que se sintió nuestro primer beso y en lo descarado que había sido estando bajo el efecto del alcohol. Me mostró fotografías de los dos en alguna boda, de muchas otras estando en su apartamento. De nosotros abrazados, dándonos besos, de una Emma bastante enamorada y alegre. De repente, entre la emoción de ir conectando con ciertas cosas y lo que él me comentaba, me vi acercándome un poco más a él a pesar de sentir dolor en el cuerpo. Quería sentir todo eso que se sentía a través de las fotografías y sus recuerdos.

—¿Cuántas fotos tienes de mí? — le pregunté en medio de risas, viendo la gran cantidad de fotos donde salía dormida o medio despierta.

—Muchas, dulzura mía — sonrió ladeado—. Mientras tenga la oportunidad, siempre voy a fotografiar a la mujer más hermosa y dulce de todo mi mundo.

Salió de esa carpeta y abrió otra donde salía de espaldas a la cámara completamente desnuda, con mi cabello cayendo al inicio de mis caderas mientras observaba por la ventana. Mis ojos se abrieron de par en par, no podía creer que me hubiera dejado fotografíar de esa manera.

—¿También de mi cuerpo? — quise saber, un poco tímida y avergonzada.

—Ah, sí — se relamió los labios y sonrió divertido—. ¿Quieres verlas? Cuando me siento solo las veo y te siento como en esos días... — me miró fijamente, acercando su rostro tanto al mío que no tuve opción que contener mi respiración—, entre mis brazos, siendo amada de la misma manera en la que amas.

De por Dios, pero que cosas tan buenas me habrá hecho y yo con una laguna en la cabeza. Eso no es nada justo, no señor.

—Q-quiero seguir viendo las fotografías — susurré.

—Faltaba más — descendió sus ojos a mis labios, pero se alejó soltando un suspiro—. Aquí tengo otras con Serena.

—¿Quién es Serena?

Me miró de inmediato, frunciendo el ceño y luciendo ahora sí fuera de lugar.

—Ah, no te creas — me reí—. Sé que es la bebé de Amelia y tu hermano, ¿no? Mimi ya me mostró fotos de ella. Es toda una hermosura mi sobrinita — suspiré—. Esto de no recordarlo todo es muy horrible.

—Poco a poco vas a recordar — acarició mi mejilla, trazando con sus dedos muy suavemente mi piel—, y vamos a hacer de cuenta que esto nunca pasó...

Se escuchó tan dolido. Aunque quiso sonreír, una mueca extraña surcó en su rostro.

—También voy a recordar todo lo que vivimos  — puse mi mano sobre la suya y me acerqué más a ese calor que su palma brota—, y vamos a ser muy más felices, incluso más de lo que éramos antes.

—Emma... — acercó mi rostro al suyo y descansó su frente sobre la mía.

No pude apartar la mirada de esos ojos tan bonitos y expresivos. Se ven tan cansados y a la vez con todas las ganas de seguir bien abiertos. Que él esté aquí, sin saber cómo fue que pasó, es algo que no doy crédito todavía. Pienso que sigo dormida, viendo todo desde un punto lejano y con el miedo de despertar y que se escape de mis manos.

Ahora que recuerdo un poco más de cosas, temo mucho perder lo que sea que haya entre los dos. ¿Esto es amor de verdad o solo es un sueño que él me está haciendo realidad?

Colin (Bilogía King II)(En Físico)[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora