Cap:11. Herencia.

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La escena  de despedida bajo la luz de la luna tenía muchas emociones encontradas, debías dejar que tus emociones se plasmaran en tu rostro sin hablar, era una escena bastante difícil de lograr.

Rouss repasó el guion en el tiempo que le dieron para prepararse.  La  heroína que debía interpretar era la única hija con sangre  pura de una familia influyente de la ciudad. Su nombre era Ashley  Evans, una chica de veinte seis años desenfrenada sin temor a decir lo que pensaba y actuar en el nombre de la justicia.

Su madre había muerto bajo sus ojos cuando tenía diez años,  después de cinco años. Su padre volvió a casarse y su actual esposa tenía una hija que  tenia veinte dos años.

La escena de la despedida era en una noche lluviosa bajo una paraguas,  la desenfrenada chica que nunca había amado, ahora sufría por amor, porque  una vez que lo hizo entregaría de todo de sí.

–Rouss, ¿estás lista?– le pregunto Thiago sentado despreocupadamente desde su silla con todo la atención puesta en ella.
Quería probar la capacidad de Rouss con esta escena donde tus ojos hablan sin palabras.

Por otro lado, en una habitación cerrada un par de profundos ojos negros miraban la gran pantalla que transmitiría la escena de Rouss,  esa mirada ardiente nunca se aparto del hermoso y tranquilo rostro de Rouss.
De vuelta a set, Rouss tarareo en confirmación, tomando su lugar con el paraguas sobre su cabeza, respiró hondo, dando  la señal para empezar. Su expresión fría e indiferente se transformo enseguida.

Una hermosa chica estaba de pie bajo su paraguas mientras las gotas Caín sin ningún compas sobre este  bajo la luz de la luna.  Su mirada era brillante , emocionada y expectante mientras esperaba a su amado que la había citado en este parque cerca de su casa.

Ashley  miro el familiar coche deportivo último modelo estacionarse a unos pocos metros de ella,  la alegría en su rostro brotó como una hermosa flor en primavera que habría sus pétalos y dejaba salir su exquisito aroma para cautivar a los demás.

Antes que sus pies logran avanzar hasta él, lo vio bajar con una resplandeciente sonrisa mientras rodeaba el coche abriendo la puerta del copiloto sosteniendo un paraguas con la otra mano.

El desconcierto genuino  resplandecía en el rostro de Ashley , la radiante sonrisa que podía eclipsar el mismo sol fue perdiendo su brillo poco a poco hasta extinguirse. Esos hermosos ojos que brillaban intensamente como dos estrellas  quedaron sin vida al ver  a su prometido rodear la cintura de su hermanastra íntimamente. El corazón partido de la joven se podía ver atreves de sus ojos mientras los miraba besarse. El dolor, la tristeza, la incredulidad y un sin fin de emociones más  cubrían su hermoso rostro.

Una lágrima silenciosa rodo por su mejilla tan caliente y pesada atravesándole la piel hasta llegar a su corazón desgarrarlo sin compasión. El  paraguas que sostenía calló al piso sin previo aviso y esa lágrima se fundió junto a la lluvia que acariciaba su rostro camuflando sus lágrimas y las gotas de sangre que goteaban desde su corazón.

La escena había terminado. El cuerpo de Rouss temblando un poco por el frío que estaba haciendo,  todos la miraban fijamente sin decir nada, ¿lo había hecho tan mal?, se cuestionaba.

El silencio entorno se rompió al escuchar un jadeo de sorpresa de Casandra que también estaba en el  lugar para  audicionar para un papel,  sacando a los demás de su estado de trance.

Thiago reacciono de su aturdimiento –rápido,  dale una toalla para que se saque– ordenó llegando hasta ella con la intención de abrazarla para brindarle calor,  acción que pretendía hacer sin pensarla. Haciendo que unos ojos negros lo mirarán tan fríamente a través de la gran pantalla. Lo que generó una reacción inexplicable de frío y entumecimiento en el cuerpo de Thiago.

Rouss retrocedió un paso al ver su intensión, –¡ah, lo siento!, lo hice sin pensar– se excusó dando un paso atrás viendo alguien del personal darle una toalla –ve a cambiarte, cuando vengas hablamos– le recomendó con una sonrisa frotándose los brazos, sentía un frío recorrerle el cuerpo sin entender la razón.

–Sr. Bennett, ¿Cuál es su orden?– indagó Matheus al ver lo hipnotizado que estaba su jefe al seguir viendo  la gran pantalla.

El ceño de Daniel se frunció en disgusto,  sus labios se fruncieron al terminar de ver la escena. Esa escena  le recordaba en cierta manera el pasado de Rouss Sintiendo una incomodidad. Y también por ver la actitud de Thiago hacia ella. Debía advertirle que no la tocara.

–Prepara un contrato para la señorita Wyner con nuestra compañía si acepta el papel, debe ser por  diez años y coloca una cláusula que estipule que no puede tener ninguna relación amorosa en todo ese tiempo,  si la llega a incumplir,  deberá pagar una suma de diez , no,  veinte millones de dólares– informo fríamente con voz firme.

La mandíbula de Matheus estaba abierta de incredulidad al escuchar a su jefe. ¿Acaso era el fin del mundo?.  ¿Ese era su jefe?, acaso... ¿estaba celoso qué alguien se acercara a ella?. Eso...no puede ser posible,  ¿Verdad?.

Daniel lo miro fríamente haciendo que su cuerpo se tensionará  reaccionando de su estado impactado siguiendo a su jefe para marcharse.

Después que Rouss se había marchado al camerino, regreso después  de unos minutos al set de grabación.

–Rouss,  me gusto mucho tu actuación,  este el contrato que ya he preparado,  por favor,  léelo y si no estas de acuerdo,  podemos discutirlo mas tardé– musito Thiago entusiasmado con sus ojos brillantes y una sonrisa.

Tomando el contrato con la intención de leerlo, el móvil de  Rouss sonó,  mirando el número,  frunció el ceño, percatándose de la hora. –Sr. Rossi,  debo disculparme, pero debo marcharme– expresó con una mirada serena y algo de culpabilidad en su voz.

–¿Es así?, entonces llévate el contrato para que le eches un vistazo, luego me das tu respuesta– respondió algo desanimado al no poder seguir viendo esta belleza. Pero al pensar que trabajaría con ella por unos meses y poder verla todos los días,  una sonrisa floreció en sus labios.

Ajena a estos pensamientos,  Rouss se marcho con destino a la villa de su familia , debía  averiguar que estaban tramando.

Ya eran horas de la tardé  cuando salió del set de grabación y aparte del desayuno,  no había comido algo más. Dudando en si debería comer algo antes de ir, su móvil vibro con un mensaje de Janet.

–¿Cómo te fue Rosy?.

–Bien,  ahora voy a la villa, nos vemos mas tarde– respondió el mensaje con una pequeña sonrisa, aún había alguien que  se preocupa por  ella.

–Cuídate, si algo pasa llámame enseguida – respondió Janet junto a una cadena de  emonjis de besos y abrazos.

Rouss guardo el móvil, tomando un taxi para ir a la villa, cuando se sentó en el puesto de atrás cerró sus ojos para descansar un momento , ya que tomaría aproximadamente veinte minutos para llegar. Cuando sintió que el taxi se detuvo, abrió los ojos, pagando al taxista, se bajó.

Sus ojos se inundaron de la villa que un día había sido su casa, donde fue inmensamente feliz cuando su madre aún vivía, cerrando los ojos y ajustando sus emociones  toca el timbre. Unos pasos resonaron en el interior de la puerta para posteriormente ser abierta, la sonrisa que tenía la empleada al abrir la puerta automáticamente se borró para dar una sonrisa de desprecio y una mirada desdeñosa.

Rouss no se inmuto en lo más  mínimo al verla,  si así la trataba la servidumbre, ¿Qué se esperaba de los anfitriones?, con pasos seguros se dirigió al  salón de donde provenían voces, aún era guiada por la empleada como si fuera una visitante y no su supuesto ‘hogar’.

–Informándole a la Sra. Sally, la primera señorita ha llegado– informó suavemente con la cabeza baja la joven.

–Rouss, ¿Qué haces parada todavía?, ven a sentarte–  musito la vieja señora Wyner tratando de ser amable.

Rouss dio una sonrisa irónico en su interior, dio unas zancadas rodeaba de un aura imponente y fría  que hizo titubear la falsa sonrisa de la vieja señora como la de los presentes.

‘¡Esta bastarda!, ¿de dónde saco el valor para volverse tan altiva y vivaz?’ rugieron en su interior.

–El señor  Morris ha venido a buscarte, ¿de que se trata tal asunto?’ Indagó Don sin ni siquiera emocionarse por ver a su hija.

El señor Ethan miró a Don y luego a Rouss sintiéndose mal por esta. Antes de morir,  la vieja señora Larton le había expresado sus preocupaciones por  su nieta, sabia muy bien que papel ocupaba Rouss en esta familia, suspirando suavemente,  toma la palabra –mi presencia es para leer el testamento que dejo la Sra. Larton, ya que la anfitriona ha llegado, lo haré inmediatamente– informo al tiempo que habría su maletín sacando unos papeles sin darles tiempo de reaccionar a los presentes.

–La Sra. Larton ha dejado una suma especificada que la señorita Wyner recibirá mensualmente. Como este pago ha estado atrasado, se le será reembolsado la cantidad pendiente inmediatamente después que termine la lectura, y posteriormente seguirá recibiendo la mismas cantidad establecida de ahora en adelante.

–También se le hará  entrega de una compañía bajo el nombre  de ‘Rolling Entertainment', que se le fue heredara por su abuela. Junto a un departamento ubicado en la mejor zona de la ciudad–.

–También se le hará entrega  de un Maybach totalmente nuevo. Como también deberás tomar bajo tu ala a la señorita Emma Termintglut como tu asiste, la cual te será leal sin importar qué--  el abogado termino de dar la información sacando los papeles de las propiedades llevándolo juntos a Rouss.

–Señorita Wyner, por favor firme estos documentos para que la compañía como los demás inmuebles pasen directamente a su nombre– le indicó suavemente el hombre de mediana edad a Rouss que aún no se había recuperado de su estado de shock al igual que su familia.

Por inercia, Rouss tomó el bolígrafo que le era entregado junto a los documentos sin estar aún en sus cinco sentidos, solo cuando sus ojos leyeron su nombre en la firma y el frío del bolígrafo traspasó las yemas  de sus  dedos,  se recupero de su aturdimiento.



INESPERADO AMOR DEL CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora