CAP:18. White Pearl.

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Rouss miró a su alrededor percatándose que eran los únicos en el lugar,  la calle estaba sola y silenciosa, volviendo a mirar nuevamente a Daniel con una mira sospechosa y un vago pensamiento en su interior.

--Sr. Bennett, ¿Por qué esta aquí a esta hora?—indagó seriamente frunciendo el ceño.

La mirada tranquila de Daniel se poso en ella mientras decía: --Todo es culpa del ineficiente de mi asistente—dijo con voz fría mirando de reojo a Matheus que acababa de salir del coche.

“….”

¿Cómo que era su culpa?, ¿Qué había hecho mal y él no lo sabía?.
Matheus se quedó de pie  sosteniendo la puerta  del coche con la mente en blanco sin entender lo que su jefe decía.

La hermosa ceja de Rouss se alzó mirándolo  inquisitivamente al tiempo  que entrecerraba  los ojos habló –oh, ¿así que es así?—preguntó con voz burlona .
Daniel miro el hermoso rastro de Rouss con un brillo en sus ojos negros  mientras pensaba ‘por lo que veo es muy inteligente,  no se deja engañar tan fácilmente ‘.

--Así es, Matheus me llevaba a una cena con unos accionistas y por su negligencia el coche se quedó sin gasolina en este lugar—respondió con supuesto enfado en su voz.

Matheus que  nuevamente había sido usado como excusa por su jefe lloraba  lágrimas silenciosas de sangre en su corazón. ¿Cuándo se quedó el coche sin gasolina?, ¡justo antes de salir había llenado el tanque!.  ¿Qué estaba tramando su jefe?. 

A este punto se volverá loco gracias a él. Llevaban esperando a la señorita Wyner hace aproximadamente  tres horas. Daniel primero le había dicho que se estacionara a unos metros de distancia de la empresa,  cuando vio que todos habían salido le pidió que acercara el coche para esperarla en la entrada, ¿Cómo es que un trayecto de unos pocos metros un tanque que acababa ser llenado se iba a sacar?.  Acomodando sus lentes,  Matheus vocifero resignado en su papel de culpable. –En unos minutos llegara el chófer a recogerlo señor, perdóneme por ser negligente —expresó sin más opción de aceptar una culpa que no tenía y al mismo tiempo le enviaba un mensaje de texto al chófer de la villa.

Daniel lo miro seriamente –andas muy distraído  últimamente, tu salario de este mes será reducido como tu castigo--. Expresó  fríamente haciéndolo congelar en su lugar.

“….”

Matheus estaba que estrellaba su cabeza contra el coche…¿pero que diablos?...¿Cómo es que llegó a este punto?. ¿Acaso su jefe se había vuelto loco?.  Las lagrimas invisibles brotaban de sus ojos como un río.

'Cuando la señorita Wyner sea mi  nueva jefa debo buscar la manera de  recompensar la pérdida injustificada que acabó de sufrir'.

Ya que Daniel estaba tranquilo sin ninguna ondulación de mentira en él y Matheus se disculpo,  entonces debía  ser así, ya no tenia motivos para desconfiar. Cuando estaba apunto de disculparse y marcharse, Daniel habló primero.

--Señorita Wyner,  la noche  es fría,  por favor, entra en el coche hasta que llegue Marcos para llevarte a tu apartamento. Las calles están solas y es peligroso que tomes  cualquier taxi a esta hora—le propuso con una mirada sincera y cálida.

Rouss lo medito decidiendo  tomar su oferta,  dando las gracias ingresó al coche seguida por Daniel --¿estas trabajando en esta compañía?—le preguntó Daniel.

--Si—respondió Rouss con Voz cansada.
--Cuida tu salud, te ves algo cansada--  musito Daniel mirándola preocupado con ganas de tomarla en sus brazos y protegerla.

--Gracias por el concejo, también aplícalo para ti—respondió en respuesta,  no entendía porque se le hacia fácil hablar con Daniel.

Después de unos minutos el chófer llegó con el coche. –Secretario Parker, siempre eres tan cuidadoso en todo, ¿Cómo es que te quedaste sin gasolina?—indagó Marcos con curiosidad.

La herida de Matheus fue nuevamente abierta al escuchar esa pregunta sintiéndose impotente por esa situación –no lo pienses  demasiado,  solo espera hasta que no nos veas y te pones en marcha—instruyó antes de subirse al otro coche marchándose.

Marcos no entendía porque Matheus se veía tan deprimido, simplemente se había quedado sin gasolina,  ¿Cuál era el problema?. Negando con la cabeza se sube al coche encendiéndolo,  dándose cuenta que el tanque estaba lleno. Rascándose la cabeza  sin entender nada se marchó cuando ya no estaban a la vista como Matheus le indicó.

--¿Quieres ir a cenar antes de ir a tu casa?—le preguntó Daniel con voz magnética  y suave repentinamente haciendo que el corazón de Rouss se estremeciera en su pecho.

Rouss se sorprendió por un momento por la reacción  que tuvo,  calmándose a los segundos lo reconsideró. La verdad  no había comido nada , solo se comió unos cuantos bocados y había dejado el resto. Ahora que Daniel lo mencionaba,  le dio un poco de hambre –esta bien—respondió tranquilamente tratando de ocultar la sensación en su pecho al ver los ojos  negros del hombre que estaban fijamente puestos en ella.

--Matheus, dirígete  a White Pearl—le ordeno sin dejar de ver a Rouss,  en verdad que esta mujercita le encantaba muchísimo.

Matheus confirmo en respuesta mientras pensaba: ‘mi jefe cada vez que esta cerca de la señorita Wyner se vuelve algo, como decirlo…¿tonto?... ¿estúpido?,  ¿mentiroso?, mmm, quizás esas no son las palabras correctas, pero actúa tan diferente de lo habitual que pareciera un tonto enamorado’. Con este razonamiento estacionó el coche frente del restaurante –estaré cerca por si me necesita señor— le informó respetuosamente volviendo a entrar al coche.

White Pearl era un lujoso restaurante al cual cualquiera no podría ingresar,  si querías comer en el debías hacer una reservación con anterioridad, inclusive semanas antes del evento. Daniel no contaba con una reservación, pero quería ver quien era el valiente que se atrevería a negarle la entrada.

--Sr. Bennett, que alegría tenerlo nuevamente en nuestras instalaciones—hablo una mujer con voz coqueta guiñándole un ojo. La cual tenía un vestido de color negro que marcaba sus atributos y al caminar movía sus caderas sensualmente.

Daniel frunció el ceño en disgusto al escuchar su degradable voz y las ganas de vomitar le llegaron al oler su fuerte perfume –lárgate—demandó con voz  extremadamente fría y llena de  disgusto sin ni siquiera mirarla , haciendo que la mujer se quedara congelada en su lugar mientras miraba a Rouss con odio y desprecio.

Rouss frunció sus labios es disgusto al verla actuar coquetamente con Daniel.
Una joven ayudante se acercó respetuosamente a ellos y los condujo a una de las mesas alejadas del resto y la cual quedaba al frente de una cascada de agua que caía tranquilamente.

La joven les entregó el menú después de que tomarán sus lugares. Al ver los precios de los platillos,  Rouss quería salir corriendo de ese lugar, ¡solo un plato tenia el costo de dos meses de arriendo de lo que pagaba en su actual  apartamento!. Mirando el menú, iba a ordenar lo mas accesible pero Daniel se le había adelantado ordenando varios platillos sin ni siquiera mirarle los costos.

--Todos los alimentos aquí son tratados correctamente, el chef no utiliza muchos ingredientes, así que no te preocupes si piensas que te podrían caer mal—musito Daniel con voz cálida y una sutil sonrisa en sus labios.

Como si Rouss fuera hipnotizada por su voz, se quedó viéndolo fijamente, sus ojos eran tan negros como la noche con un brillo especial al verla. Sus labios contenían una pequeña sonrisa sincera en ellos. Su postura era segura y majestuosa haciéndolo ver como si fuera de la realeza y todos a su alrededor carecían de cualquier brillo. En definitiva,  Daniel era muy atractivo haciéndose notar en cualquier lugar sin necesidad de hacer nada.

--Si me miras así, me será muy difícil contenerme—vocifero Daniel con voz baja y varonil sacando a Rouss de su aturdimiento al verlo.

INESPERADO AMOR DEL CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora