Cap:17. Posible quiebra.

5.6K 361 0
                                    

Después que Emma le informara todo sobre la compañía y responder a todas sus preguntas, salió de la oficina para reunir al personal para que conocieran a Rouss como la nueva jefa.

Por su lado, Rouss tomó varios archivos que Emma le había dejado sobre el estado financiero de la empresa y la información de los artistas que actualmente  tenían bajo su ala echándoles un vistazo rápidamente antes que Emma volviera por ella.

Como lo suponía, la empresa no contaba con mucho fondo financiero para invertir como se debía en sus artistas, cerrando los ojos se apoya contra el respaldar de la silla tratando de pensar en el mejor método para buscar inversionistas o conseguir buenos contratos para sus artistas, pero antes de eso,  debía saber las fortalezas de sus estrellas.

Abriendo los ojos, se levantó saliendo de la oficina con destino al salón de prácticas. Al llegar,  la música provenía de este y las instrucciones del coreógrafo se podía escuchar.

Llegando hasta la puerta y observar por  la abertura de  vidrio de esta a los jóvenes ídolos al practicar fijamente.
Después de un tiempo de haberlos vistos, llego a la conclusión que en definitivas, ellos eran…¡pésimos en el baile!, ¿Cómo es que es así?,  a ese paso jamás podrían debutar. Frunciendo  sus labios apoya sus  dedos en su cien para masajear y disipar el dolor que se quería formar marchándose  para hacerle un buen plan a este grupo de cuatro integrantes.

--Rouss, te he estado buscando, ¿dónde estabas?—preguntó Emma desconcertada al verla, ya que la fue a buscar a su oficina y no estaba.

--Solo salí a echar un vistazo a la práctica de el grupo—respondió tranquilamente sin perturbación en su rostro.

--Ellos se están esforzando mucho para hacerlo bien—musito Emma en voz baja, sabía muy bien el desastre que era ese grupo. –ya los empleados están reunidos, vamos--. Le informó respetuosamente caminando junto a Rouss hasta llegar donde estaban todos.

Los ojos de Rouss escudriñaron el personal que había frente a ella con una mirada fría haciéndolos estremecer y contener la respiración. –A partir de este momento estaré a cargo de esta compañía, espero que todos puedan seguir haciendo un buen trabajo como lo han hecho hasta el momento—los alentó con una voz calmada y asintiéndoles en reconocimiento.

Algunas personas no les agradaba la idea que Rouss fuera su jefa, ya que la veían como una niña sin experiencia pretendiendo jugar a ser su superior donde nada bueno les esperaría, en especial a Lana Smith, ella se había quedado en esta compañía de bajo nivel con la intención de llegar a ocupar esa oficina de presidencia y hacerse conocer por su  talento. Pero ahora de la nada sale está mujer arrebatándosela cuando ya estaba por lograrlo haciendo que sus dientes rechinaron en disgusto  y sus ojos llenos de hostilidad miraran a Rouss. ‘será un buen espectáculo ver como terminas de desmoronar la compañía, y yo estaré en primera fila para verlo', pensó al tiempo que una sonrisa fría se dibujaba en sus labios.

--Rouss, él es Felipe Jones, el encargado de manejar los asuntos financieros de la compañía—le susurró Emma  mientras caminaban hasta  llegar a él.

Rouss le dio un pequeño asentamiento en saludo tomando la palabra --Sr. Jones, me gustaría hablar con usted, lo espero en la oficina más tarde--  musito con voz tranquila.

Jones también le correspondió el saludo confirmándole que la vería más tarde y posteriormente se marcho a su puesto de trabajo.

Emma siguió presentándole los empleados a Rouss. –Ella es Lana Smith, se encarga de la área de marketing y publicidad, ella es la mejor del equipo que tenemos—bajando la voz y acercándose a Rouss susurrándole –ella quería el puesto que actualmente tienes ahora, también es muy orgullosa y le gusta servirse de los demás,  temo que pueda tomar represalias en tu contra—le termino de decir en voz baja y preocupada.

Rouss ya la había notado desde que llego, Lana tenia alrededor de treinta años, era una rubia muy bonita y por lo que intuía era como un zorro astuto medio disfrazado  de oveja al igual que Lizzy.

--Un gusto conocerla señorita Wyner—musito Lana con una sonrisa desprovista de emoción al verla llegar.

--Lo mismo digo señorita Smith, la estaré esperando  más  tarde en mi oficina—respondió Rouss con voz fría marchándose a su oficina.

Lana miro a Rouss con un semblante oscuro al verla partir.

Por su parte Rouss se encerró en su oficina terminando de revisar todos los documentos faltantes hasta que  llego Felipe para darle su informe detallado del estado financiero de la empresa.

--Como puede ver señorita Wyner, la empresa no ha tenido un ingreso favorable desde hace cinco años, solo han habido ingresos menores y si esto sigue, en unos pocos meses la compañía puede declararse en banca rota— termino de informar Felipe con el seño fruncido por la preocupación. Aunque el podía  irse y conseguir un mejor trabajo en cualquier momento no le agradaba esa idea,  ya que fue la misma Sra. Larton que le dio el empleo y lo ayudo financieramente cuando su hija contrajo una grave enfermedad. Jurando que siempre le serviría en agradecimiento y daría lo mejor de si en su trabajo.

Rouss escucho el reporte adquiriendo una mirada seria frunciendo su entrecejo al escuchar lo de la posible quiebra, debía buscar inversionistas para que eso no sucediera,  mientras tanto daría un aporté de lo que tenía en su cuenta personal, aunque aún no había revisado, seguramente ya el Sr. Morris le había tenido que haber transferido el dinero de la herencia.

Después de intercambiar algunas palabras más,  Felipe se marchó y Lana había llegado, con una falsa sonrisa se sentó frente a Rouss.

--¿Qué estrategias de marketing has manejado hasta el momento?—pregunto Rouss seriamente.

--He hecho algunas publicidades digitales de la compañía y también he buscado algunos inversiones de la compañía  Stars Entertainment y de la familia Miller—respondió tranquilamente  Lana.

El ceño de Rouss se frunció en disgusto al escuchar esos nombres. –No ahí necesidad de tener sus ayudas, desde ahora queda descartada esa posibilidad—dijo Rouss secamente.

Lana asintió con su habitual sonrisa marchándose después de unos minutos.
Rouss siguió encerrada en su oficina leyendo y anotando lo que creía mas importante en su libreta y pensando lo que haría a continuación,  estaba tan concentrada que no se había dado cuenta que ya eran más  de las dos de la tarde y aún no había almorzado, volviendo en si al escuchar la voz de Emma que había entrado en algún momento a su oficina.

--Ya son horas de la tardé y aún no has almorzado, ¿Qué quieres que te ordené?—pregunto Emma preocupada al ver que no había almorzado cuando todos ya lo habían hecho.

Rouss estiro sus brazos al tiempo que pedía un menú sencillo. Después de haber comido se volvió a concentrar en los archivos.

Cuando volvió alzar la vista de los documentos  ya el cielo estaba oscuro y las luces brillantes lo adoraban. Mirando la hora,  ya eran más de las nueve de la noche,  'el tiempo se había ido tan rápido', pensó.

Guardando sus cosas en su cartera se levantó sintiendo sus piernas entusiasmadas, estirándose un poco salió de la oficina que estaba completamente sola, todos ya se habían ido.

Al salir del edificio,  la calle  se encontraba  sola desprovista de alguna otra persona, a excepción de  un  Maserati negro que estaba estacionado frente a ella. Desconcertada por ver un coche tan lujoso a esa hora frente a ella  su ceño se frunce tomando una postura precavida al ver la puerta del coche ser abierta y unos zapatos negros de cuero salir de ella junto a unas largas piernas –¿Sr. Bennett?.


INESPERADO AMOR DEL CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora