Cap:26. La droga fue alterada.

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Las suaves cortinas se movían al compas del viento al tiempo que los cálidos rayos del sol se filtraba por la ventana iluminando la blanca y silenciosa habitación.

En una camilla se podía ver a una hermosa mujer dormida, su pecho subía y baja al respirar tranquilamente sin la necesidad de la máscara que tenía unas horas atrás.

Al lado de la camilla con la cabeza apoya en esta y sosteniendo la mano de Rouss se encontraba Janet dormida.

Daniel miró a las dos mujeres dormida con expresión tranquila,  mientras que tomaba un paño húmedo y limpiaba  delicadamente el rostro de Rouss y luego sus manos.

Sus ojos estaban llenos de amor y calidez mientras miraba a Rouss y una diminuta sonrisa se enrosco en sus labios al verla fruncir el ceño cuando el paño húmedo toco la palma de su mano, pero no se despertó, así que terminó de limpiar sus dedos uno por uno suavemente.

Después de terminar de limpiarla en silencio, Daniel acaricio suavemente el rostro de Rouss y luego delineo sus labios con la yema de su dedo.

Al escuchar pasos acercándose, Daniel retiro su mano frunciendo los labios en señal de disgusto por haber sido interrumpido.

La puerta de la habitación se abrió dándole paso a Matheus, él cual tenía unas bolsas con recipiente de comida en sus manos.

--Señor, aquí esta lo que me encargó—informó Matheus respetuosamente dejando las cosas en la pequeña mesa que había en la habitación.

Al girar su cuerpo y enfocar a su jefe, este se veía de mal humor mientras lo miraba fríamente.

“….”

‘¿Acaso hice algo mal?’.
Matheus miro los alimentos y luego a su jefe con una expresión confundida en su rostro.

Daniel resoplo sentándose en el sofá malhumorado tomando la taza de café que Matheus le había servido y tomando un sorbo.

“….”

La mente de Matheus se quedó en blanco al ver la actitud de su jefe.
¿Qué había hecho mal?.

Matheus se recupero de su estado confundido al escuchar un quejido,  viendo a Janet levantar su cabeza y masajeándose el cuello. Seguramente le dolía al haber dormido incómodamente.

Janet salió de su ensoñación viendo a Rouss aún dormida. Cuando iba a levantarse para estirar su cuerpo, una frazada se deslizo de este, al estar por caer al piso la sujeto rápidamente mientras la miraba pensativamente. Seguro la enfermera la había cubierto con ella.

--Señorita Morton, por favor coma algo, no ha comido nada en muchas horas— vocifero Matheus con voz calmada mirándola sostener la frazada con la que la había cubierto.

Janet lo miró y asintió viendo que ya eran más de las nueve.

Primero fue al baño y al salir se decidió por comer frutas picadas agradeciéndole a Daniel y Matheus al terminar por los alimentos volviendo al lado de Rouss.
Después de una hora, un toque sonó en la puerta, al recibir la confirmación la agente de Janet ingresó con varias cosas en las manos.

Saludo respetuosamente llegando al lado de Janet,  incitándolo que fuera a tomar un baño y a cambiarse de ropa.

Janet dudaba en ir, no quería dejar a Rouss sola, hasta que la voz de Daniel se escuchó. –No ahí necesidad de ir a otro lugar. Volveremos en medio hora— dijo al tiempo que se levantaba del sofá caminando hasta salir por la puerta que Matheus ya había abierto.

Aunque tampoco quería dejar a Rouss sola, debía ir a tomar un baño. Joseph le había preparado una habitación para que la usará.

Janet y su agente los vieron salir, antes de cerrar la puerta, Matheus le sonrió a Janet cálidamente y posteriormente cerrando la puerta.

Su agente miró a Matheus al irse y luego a ella con una mirada complicada. –No se en que estás pensado, así que mejor no dejes correr tu mente  Olivia—le advirtió Janet seriamente.

Olivia alzó las manos en defensa. –No he dicho nada, pero, ¿Qué hace el Sr Bennett aquí?—indagó desconcertada al haber visto al hombre más temido y poderoso de la ciudad en la habitación.

Janet levanto los hombros en señal que no lo sabía, tomando sus cosas camino hasta el baño, antes de cerrar la puerta le advirtió a Olivia. –A excepción de esos dos, no dejes entrar a nadie más— ordenó con voz fría.

Temía que alguien o mejor dicho, la familia de Rouss intentara algo contra ella.

‘¿Así que Daniel esta interesado en ti Rosy?’. Es bueno que alguien como Daniel que  puede cuidarte este interesado en ti'.

Después de media hora Daniel volvió cambiado y con su habitual rostro frío, detrás de él estaba Matheus y el doctor Joseph.

--Doctor, ¿Porqué aún no despierta?, ya es más de medio día—preguntó Janet preocupada. Ya habían pasado muchas horas y Rouss no daba señal de despertar.

--Es normal, su cuerpo estaba sobrecargado. Pero ya que se le administró el antídoto debería despertar en cualquier momento—respondió tranquilamente. –Anoche cuando se le administró el antídoto estaban dormidos. Así que ahora puedo decirles que había una gran cantidad de sustancia de nueces en su sangre, la droga fue alterada—terminó de informar.

--No solo la drogaron sino que intentaban algo más,  ¡esa m*aldita familia me las pagara!—mascullo Janet furiosa con los dientes apretados.

Joseph terminó de hacerle el chequeo a Rouss y posteriormente  se marchó.

Janet tomó un paño húmedo empezando a limpiar el rastro de Rouss, mientras que Daniel había salido a contestar una llamada y Matheus estaba cumpliendo una orden.

Cuando Matheus le había llevado el reporte a su jefe y este leyó los datos, su rostro se había vuelto extremadamente frío y aterrador. –Matheus, quiero que empieces acorralar a la familia Wyner lentamente hasta llevarlos a la quiebra. Compra todas las acciones de Stars Entertainment y hazlo todo en silencio. No dejes ninguno de sus negocios en pie—le había ordenado.

‘Voy a destruirlos lentamente y a jugar con ellos hasta llevarlos al borde de la locura y la desesperación, y justo cuando hallan encontrado una salida los aplastare como cucarachas’ pensaba Daniel.

Janet se encontraba mirando su móvil cuando la puerta fue abierta, viendo a Lizzy entrar junto con el bastardo de Bratt.

--¿Cómo sigue mi hermana?—preguntó  con voz suave y  una expresión preocupada.

Sin poder aguantar su hipocresía y su actuación barata, Janet le lanzó una cachetada con fuerza tomando a Lizzy desprevenida.

--Guarda tu actuación de mierda y tu hipocresía y lárgate por donde viniste m*ldita p*erra—escupió Janet llena de ira.

Bratt y Lizzy fueron tomados por sorpresa, el rostro de Lizzy estaba ladeado y su labio ensangrentado, sus ojos destilaban odio al mirar a Janet con ganas de matarla.

--¿Te has vuelto loca?—gritó Bratt tomando a Lizzy entre sus brazos mientras la miraba preocupadamente.

--Loca y demente esta esa m*ldita que tienes entre tus brazos. ¡solo mira como dejaron a Rosy!, son unos bastardos todos—gritó Janet fríamente.

--¡Janet Morton!, no cruces la línea—hablo entre dientes Bratt.

--¡¿Qué no cruce la línea?!—gritó enojada -- ¡pero ellos si pueden cruzar la línea hasta colocar la vida de Rouss en peligro!...—siendo interrumpida por Lizzy.

--Yo no sabía que mi hermana estaba…-- trataba de explicarse en medio de sollozos y un estado lamentable.

--¡Cállate p*rra!. ¿Dices que no lo sabías?, ¡pero junto cuando Rouss necesitaba ayuda de la nada te enfermaste!, ¿crees que soy estúpida como ese idiota?—gritó Janet señalando a Bratt  –¿que enfermedad tienes?. ¿Sufriste un paro respiratorio?. ¿O cual otro?. ¿Ya respiras bien?. Muéstrame la prueba de tu enfermedad repentina--  seguía gritando furiosa.

--…pero yo no… auch..-- Intento hablar Lizzy pero soltó un quejido debido al dolor de su rostro.

--Cuida tus palabras Janet Morton, no tienes ningún derecho de acusar injustamente a Lizzy. Ella no tiene nada que ver con lo que hizo su familia—
Janet se quedó mirando a Bratt y luego a Lizzy que no le ocultaba el deleite en sus ojos que estaba sintiendo en esos momentos.

--Me das pena Bratt Miller —soltando un suspiro. --Me imagino que debes saber esa frase que dice: ‘Entre cielo y tierra no ahí nada oculto que no salga a Luz’. Ya quiero ver tu cara cuando veas el  verdadero color de esa bruja que tienes por prometida, te vas a…-- Janet se calló al escuchar un quejido y un susurró.

--…Jini…-- la voz de Rouss era débil y ronca al llamarla.

Janet corrió rápidamente al lado de Rouss tomando su mano suavemente, --no te esfuerces, tu cuerpo esta débil—le pidió con voz suave.

Rouss la miró dibujando una pequeña sonrisa en sus labios –tonta, deja de preocuparte--.

--Tú deja de hacerme preocupar, no vuelvas hacer eso nunca más, ¿me escuchaste?. Porque sino es así,  yo misma te haré entenderlo—musito Janet con voz temblorosa.

--Si escuche…mamá—respondió  burlonamente al final.

Daniel entró a la habitación, viendo a Rouss despierta  con una cálida mirada, la cual se borró siendo remplazada por una de frialdad al mirar a las dos personas extras en la habitación.
Un brillo de satisfacción paso por sus ojos negros al ver el estado en que Janet había dejado a Lizzy dándole un pulgar arriba.

INESPERADO AMOR DEL CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora