cap:14. Gatito erizado.

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Después que Rouss ingresara al coche, su móvil vibró con un mensaje de texto, al tomarlo de su cartera y revisarlo,  era un mensaje de Janet.

--¿Ya estas en tu apartamento?.

--Voy en camino, no te preocupes.

--Ok, cuídate y no te dejes afectar por nada— respondió Janet con el  emoji de una carita sonriente y al fina un ‘te amo' con unos corazones y besos.

Una suave sonrisa se dibujo en los labios de Rouss. Aún tenia a su hermana del corazón que se preocupaba por  ella.

--También te amo— envió el  mensaje con corazones y besos.

Rouss guardo el móvil apoyando su cabeza en la ventana y cerrando los ojos llevando una mano a su corazón presionándolo para detener el malestar que quería surgir nuevamente.

Una arruga de disgusto se formo en su entrecejo ‘recuerda que solo lates para mantenerme viva, no se te permite latir por otro motivo diferente’ le hablo a su corazón volviendo afianzar la armadura a su alrededor.

Todo esto lo hizo sin percatarse que no estaba sola en el lugar de atrás, unos profundos y oscuros ojos negros la miraban sin pestañear, frunciendo los labios en disgusto al ver los corazones, besos y ese desagradable te amo, haciendo que su hermoso rostro se contrajera aún más.

Al verla cerrar los ojos y el indicio de dolor y disgusto en su hermoso rostro, ya no pudo seguir sin hacerse notar.

--No vale la pena sufrir por ello—expuso con voz fría mirando al frente,  viendo a Matheus con una sonrisa divertida en su rastro,  la cual borro automáticamente al sentir la profunda mirada helada en su nuca haciendo que todo su cuerpo se erizara del miedo.

Matheus  que veía todas las reacciones por el retrovisor de su jefe con una sonrisa divertida en su rastro, sintió su cuero cabelludo entumecerse al percibir la helada mirada de su jefe, con manos temblorosas,  activo la cortina del coche para  sentirse seguro, pero aún así,  todavía podía sentirla fuertemente.
Daniel resoplo disgustado al ver lo que hizo, ‘debo darle una lección al cobarde de mi asistente , esta fuera de control’, pensaba.

Rouss que se mantenía con los ojos cerrados, de pronto escucho una profunda voz varonil llena de disgusto justo a su lado, haciendo que brincara por el susto que le había dado golpeado su cabeza.

--¡¡Ahí por Dios!!, ¿acaso quieres matarme?— siseo con una mano en su corazón tratando de calmarse. Sintiendo el dolor en su cabeza después  de recuperarse del susto.

Al mirar a la persona a su lado, la vergüenza se apoderó de Rouss , ¡le había gritado a Daniel Bennett!, el hombre mas rico y temido de toda la ciudad, una palabra de él y estaba acabada. La noche anterior cuando había llegado a su apartamento había investigado a este hombre, siendo nada más y nada menos  que Daniel Bennett, el hijo primogénito de la familia Bennett, la familia más poderosa e influyente en toda la ciudad y con grandes conexiones dentro y fuera de ella.

No tenía hermanos,  por lo cual era el único heredero de todos los bienes los cuales eran muchos. Entre ellos estaba la gran compañía de entretenimiento Shining Intertional, con la que soñaría cualquiera en el ámbito del entrenamiento pertenecer a ella.

También había leído que este hombre odiaba el contacto físico, no le gustaba que nadie lo tocara o estuviera a menos de un metro de distancia de él. Este hombre tan poderoso y pulcro, el cual odiaba el contacto físico y ella le  acababa de gritarle.

Según los rumores,  no le gustaban las mujeres,  ya que a la edad veinte y ocho años jamás había tenido una novia o alguna aventura. Sus padres le habían presentado innumerables  mujeres hermosas y todas las había rechazado. por última opción, le habían presentado un joven de buena familia y muy atractivo, haciendo que Daniel destrozara gran parte de la villa llevado por la ira al ver las intenciones de sus padres. Desde ese evento, sus padres no volvieron a presentarle a nadie de los dos sexos.

Las lagrimas silenciosas brotaban de los ojos de Rouss en su interior al pensar que si este hombre se enojaba, probablemente estaría acababa,  pero tampoco se iba a dejar intimidar tan fácilmente de este hombre.

Las luces de las calles se proyectaban sobre el hermoso rostro del hombre, sus cejas y nariz  eran afiladas y definidas,  sus ojos tenían una mirada juguetona, haciéndolo ver como una obra plasmada en cuadro tan encantador y frío.

--¿Te asusté?, discúlpame, déjame ver tu herida--  expresó con preocupación en su voz acercándose a Rouss, sin darle tiempo de reaccionar,  la atrae a sus brazos para revisarla – Matheus, dirígete al hospital – ordenó  aún con Rouss en sus brazos mientras la miraba con ternura y preocupación.

Rouss se encontraba shockeada entre los brazos de Daniel, su mente estaba en blanco sin entender que estaba pasando, en su aturdimiento,  sentía una mano acariciar sus cabellos y un cuerpo cálido cerca del suyo. Los sentidos de Rouss se activaron juntó  a sus defensas empujando al cuerpo lejos de ella -- ¿Qué crees que haces?—grito mirándolo conmocionada sintiendo su corazón latir rápidamente.

Daniel la miro divertido al ver su reacción , parecía un gatito erizado al tocar el agua   – solo revisaba  tu herida – respondió despreocupadamente mirándola de reojo tomando una postura casual al mirarla a los ojos y hablar – ya casi llegamos al hospital,  espera un poco más – expuso preocupado al creer que la mujercita frente a el se estaba haciendo la fuerte al no quejarse por el golpe.

Rouss se mantuvo en alerta en todo momento. Aunque este hombre a su lado destilaba un aire de grandeza y frialdad  haciendo que cualquiera se encogiera en su lugar presa del miedo, era como si esta aura a ella no la afectara porque estaría dentro y no expuesta a ella.

Quedándose  un momento aturdida por este pensamiento. ¿Por qué estaría ella dentro de esta aura?, solo estaba pensando de más. Además,  había violado otra regla tocándolo. Quizás ya estaba perdida, pero no lo demostraría. Aclarando su garganta,  decide hablar –señor Bennett, estoy bien, solo fue un ligero golpe, nada de que preocuparse,  así  que por favor, no se moleste en llevarme al hospital – musito con voz suave y una pequeña sonrisa en sus labios.

--¿Estás segura? – tanteo Daniel frunciendo su seño al mirarla sonreír como si nada,  ‘solo se esta haciendo la fuerte, que niña tan tonta'.

-- Estoy segura, gracias por su preocupación – le dijo suavemente – solo déjeme en mi apartamento,  con una pastilla es suficiente para calmar el malestar – pidió sinceramente, a pesar que no se sentía asfixiada por su aura, aún se sentía incómoda al respirar el mismo aire que él. Aún seguía siguiendo una figura poderosa  así  estuviera despreocupadamente como lo estaba ahora.

Los labios de Daniel se fruncieron ligeramente en disgusto, su intensa mirada estaba sobre los ojos de Rouss escudriñándola para saber si mentía, haciendo que Rouss se escogiera de hombros inconscientemente.

Al ver su reacción,  Daniel apartó la mirada – deja a la señorita Wyner en su hogar – demandó a regañadientes de mal humor a Matheus, sabiendo muy bien que el estaría pendiente a su conversación.

Con una confirmación,  Matheus retomó la vía con destino al hogar de Rouss,  llegando después de unos minutos. Bajándose rápidamente, le abre la puerta para que bajé.

Antes de bajarse,  Rouss le dio una mirada a Daniel,  el cuál tenía los ojos cerrados y se veía molesto. titubeando si hablar o no, decide cerrar la boca y no hablar,  ya que quizás Daniel estaría dormido – si tienes algo que  decir,  dilo – escucho la voz ronca y varonil  de Daniel a su espalda cuando estaba por salir.

INESPERADO AMOR DEL CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora