Cap:25. Volver a la oscuridad.

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La esbelta figura de Janet se quedó allí parada mirando las puertas del quirófano con la mirada perdida. 
Su alta figura y su vestimenta la hacían ver como una diosa inmortal ya que vestía túnicas blancas debido que la serie que estaba filmando estaba basada en la antigüedad.

La mitad de su cabello estaba recogido con una hermosa horquilla de jade blanco en forma de flor de cerezo, de la cual caían una pequeña flor más pequeña y de esta colgaban cuatro cadenas que al final tenían un jade blanco en forma de gota.

Su hermoso rostro tenía un delicado maquillaje y sus finos  labios estaban resaltados con un suave tono cereza. Se veía tan hermosamente que parecía una imagen plasmada en una pintura.

Esta tranquila y hermosa imagen fue destruida para dar paso a un sollozo mientras que la esbelta figura de Janet se dejaba caer en una de las sillas que habían en el blanco pasillo cubriendo su rostro con sus manos al tiempo que su cuerpo temblaba debido a los sollozos que eran amortiguados.

Las pesadas y saladas lágrimas mojaban sus manos deslizando por su mentón hasta perderse en el borde de las capas de túnicas que llevaba puesta.

El recuerdo de la muerte de su abuela llegó a su mente, mezclado con el miedo y el terror de poder perder a su hermana. Sentía que estos pensamientos la  estaban consumiendo  como un gran monstruo que la devoraba  lenta y malvadamente disfrutando cada segundo de su sufrimiento.

Sentía que aquella oscuridad que vivió en esos días y de la cuál le costó salir la volvía a consumir más intensamente mientras la asfixiaba, y si volvía caer en ella le sería difícil volver a salir.

Daniel y Matheus miraron  en silencio a Janet,  teniendo el mismo pensamiento de lo que debería estar pensando y sintiendo,  ya que todos sabían de su trauma por la muerte de la Sra. Larton.
A Daniel no le importaba lo que pasara con los demás, pero esta mujer era muy importante para Rouss. También sabia que Janet era muy fuerte  y verla derrumbarse de esa manera por su mujer podía ver lo importante que era Rouss para ella.

Quitando la mira de Janet la lleva nuevamente a la puerta del quirófano mirándola intensamente como si quisiera ver atreves de ella y  poder ver que pasaba con Rouss.

Por su parte, Matheus se sintió incómodo al verla llorar de esa manera. Siempre había seguido a Janet silenciosamente como un fans más y sabía muy bien lo fuerte orgullosa que era, y verla así de vulnerable solo quería decir que estaba sintiendo mucho dolor.

Dando un suspiro triste, se acerca a ella con una expresión decidida. –Señorita Morton, confíe en la señorita Wyner,  ella estará bien—le hablo suavemente tratando de reconfortarla, dibujando una pequeña sonrisa en sus labios al terminar de hablar y al tiempo que extendía la mano con un pañuelo para que secara sus lágrimas.

En la lejanía de la oscuridad y justo cuando el monstruo estaba apunto de devorarla completamente, Janet escucho una voz,  fue más como un susurró que la guiaba hasta encontrar la luz.
Quitando las manos de su rostro, enfoca borrosamente la figura del secretario de Daniel a una corta distancia con un pañuelo en su mano extendida y una pequeña sonrisa.

Janet agito sus largas pestañas disipando las lágrimas que habían en sus ojos, los cuales estaban rojos he hinchados de tanto llorar. –tú…gracias— dijo con la voz ronca después de ver claramente el rostro de Matheus.

--No es nada. Iré por agua—respondió Matheus aún sonriendo.

--Espera…-- sujetando la mano de Matheus, Janet lo detuvo y sin darle tiempo de reaccionar se  lanzo a sus brazos buscando algo de protección que estaba necesitando en esos momentos.
Cuando su abuela murió estuvo sola, en ese tiempo todo lo que escuchaba eran palabras vacías, decadentes de la calidez  y sinceridad que debían tener si buscaban reconfortarla.

Pero las palabras de Matheus eran calidez y sinceras ,haciendo que Janet despertara la necesidad de sentirse segura y protegida  como nunca logró sentirse en el pasado.

Como un pequeño cervatillo que había vuelto a casa después de estar perdido.
Matheus fue tomado por sorpresa al ser abrazado repentinamente por Janet,  sus manos quedaron suspendidas a su lado con temor de tocarla y poder faltarle el respeto.

Daniel los miró en silencio. Al final, por más fuerte que fuera una mujer, llegaría un momento donde anhelaría sentirse protegida y segura así sea por un corto tiempo, y más en una situación donde sientes que estás cayendo en un vacío y no sabes como volver, es ahí donde te aferras a la mano que te es extendida como un ancla que te sostiene y te cuida evitando que vuelvas a caer.

Las manos de Matheus se bajaron lentamente hasta sostener los hombros temblorosos de Janet dándole sutiles palmaditas.

Estuvieron así por unos minutos,  hasta que Janet se alejo con la cara roja debido a la vergüenza y el llanto, viendo la camisa mojada de Matheus por sus lágrimas. –Lo…lo siento, llamaré a mi agente para que te consiga una camisa—musito Janet con la voz ronca y apenada.

--No se preocupe señorita Morton. ¿Se encuentra mejor?—indagó al tiempo que se volvía osadamente limpiando las lágrimas de Janet suavemente con el pañuelo..

La boca de Janet se abrió y cerró  pero ninguna palabra salió de esta y sólo miraba a Matheus. Cuando por fin encontró las palabras, están se quedaron atoradas en su garganta al ver la puerta del quirófano abrirse.

--Familiares de la señorita Wyner—preguntó la enfermare al salir.

Janet se levanto rápidamente dejando a Matheus y Daniel atrás.

--Soy su hermana,  ¿Cómo está Rosy?— indagó con voz temblorosa.

--La señorita esta estable,  afortunadamente se hizo el lavado estomacal a tiempo; en estos momentos el doctor la está preparando para llevarla a una habitación y les dará más información—informó la enfermera pacientemente.

--¿Cuándo podré verla?—preguntó Janet ansiosamente.

--Después que este en la habitación pueden verla, pero primero debe llenar estos documentos y cancelar la cuenta de los gastos—

Janet asintió tomando los documentos y con la intención de ir a cancelar la deuda , pero es detenida por Daniel. –Señorita Morton, me haré cargo de los gastos, usted lleno los datos—sin esperar una respuesta,  Daniel personalmente se dirigió a pagar la deuda.

Sacando una Black Card con bordes de oro se la  entregó a la recepcionista que no dejaba de comérselo con los ojos y los cuales brillaron más al ver la tarjeta.

Daniel le dio una mirada fría y repugnante, haciendo que la mujer temblará encogiéndose de hombros y realizara el pago rápidamente.
Suspirando aliviada cuando Daniel se había marchado, aunque aún quedaba algo de frialdad haciéndola temblar.

Al escuchar la información de la enfermera, Daniel suspiro aliviado, ahora era tiempo que se encargará de esa familia.

--Tienes menos de una hora para que me des un informe completo —ordenó fríamente Daniel a Matheus que estaba a su lado.

--Así lo haré señor—respondió seriamente Matheus, tomando su móvil y empezando hacer llamadas.

A Janet en estos momentos no le importaba quien pagará los gastos de Rouss,  lo único que quería era verla para poder calmar su corazón.
Justo cuando había terminado de llenar los datos, Joseph llegó junto a ellos, se veía exhausto y cansado.

--Antes que vean a la paciente, quiero decirles que aunque esta estable, aún ahí un indicio de peligro, ya que aunque logramos limpiarle el estómago, aún la droga se encuentra en su sistema circulatorio y por ende el componente del cual es alérgica—informó seriamente Joseph.

--Qué…¿Qué quieres decir?—preguntó Janet con voz temblorosa. –Rosy es alérgica a las nueces—termino de agregar en un susurró.

Daniel y Joseph escucharon su susurró. Quizás halla la posibilidad que hallan alterado la droga con esta sustancia.

--Es bueno saber este dato para prevenir lamentaciones en el futuro-- expresó. --Por el momento debemos esperar a que los resultados de la prueba de alergias que se le realizó este lista para suministrarle el antídoto correcto. También le avisare a la enfermera encargada de vigilar su avance que no permita ningún alimento que contenga nueces en su alimentación—

--¿Puedo verla?—preguntó Janet.
Joseph asintió guiándolos hasta la habitación 203.

Al abrir la puerta, Rouss se encontraba acostada tranquilamente en la camilla con una máscara que le proporcionaba oxígeno. Su rostro había recobrado algo de color.

Janet se acercó a ella tomando la mano de Rouss que estaba fría entre sus temblorosas manos dejando caer algunas lágrimas.

--Ella no despertara durante algunas horas, su cuerpo necesita reponer energía—informó Joseph tomando una silla llevándola junto a Janet para que se sentará.

--Gracias—agradeció Janet.

Joseph asintió marchándose.

Al verlo marcharse, Daniel se acercó,  miró por unos segundos a Rouss con una mirada alividia y cálida,  luego se fue a sentar en un sofá de color negro que había cerca de la ventana con una expresión aterradora y llena de maldad.

Afuera se podían ver las brillantes luces neón y una media luna en la lejanía rodeada por nubes negras.

INESPERADO AMOR DEL CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora