Cap:19. ¡Cuñada!.

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Las mejillas de Rouss ardieron en vergüenza pero se mantuvo serena sin dejarse intimidar por la figura y voz poderosa de Daniel.

Los labios de Daniel se enroscaron en una pequeña sonrisa divertida al ver lo sería y tranquila que estaba pero con las mejillas ligeramente sonrojadas, ‘tan linda, tengo ganas de abrazarla’.

Justo en ese momento llegó la joven con la comida, dejándola en la mesa se marcha.

Los blancos y delgados  dedos de Daniel empezaron  a cortar el bistec bañado en salsa en trozos pequeños con delicadeza, al terminar, levantó el plato intercambiándolo con el de Rouss que apenas iba a empezar a cortar.

Desconcertada por la repentina acción del hombre, levanto la mirada mirándolo directamente a los ojos.

--No lo pienses mucho,  disfrútalo—musito Daniel con una pequeña sonrisa en sus labios.

--Gracias—agradeció en voz baja y sintiendo nuevamente  esa ondulación en su corazón que no le agradaba.

Daniel corto su bistec empezando a comer con una postura serena y majestuosa, ‘¡incluso comiendo se ve tan bien!’, pensaba Rouss  mirándolo furtivamente.

--¿Qué tal está el bistec?—preguntó mirándola tranquilamente dejando los cubiertos sobre el plato para tener toda su atención en ella.

Tomada por sorpresa al escuchar la pregunta, Rouss deja sus alimentos mirándolo también al responder. –Esta muy delicioso—respondió sinceramente.

Daniel asintió en respuesta –cada ves que te apetezca puedes venir en mi nombre y no te negarán la entrada—musito sin dejar de verla con un brillo desconocido en sus ojos.

El ceño de Rouss se levantó en confusión, apenas y se conocían, ¿Cómo se atrevería a usar su nombre para su beneficio?, este hombre estaba actuando seguramente sin pensar.

Sin dar una respuesta, volvió a concentrarse en sus alimentos.
Como no obtuvo una respuesta, Daniel también empezó a comer nuevamente,  lo mejor era no presionarla para no incomodarla.

Después de unos minutos terminaron sus alimentos. Rouss se encontraba pensativa, su mente la tenía trabajando en un plan para salvar la compañía. Su entrecejo se arrugó en molestia al pensar que esta podría irse a la quiebra.

Daniel se encontraba insatisfecho al verla distraída, ‘¿acaso no soy lo suficientemente atractivo e interesante ante los ojos  de esta mujercita para no tener todo su atención?’  se cuestionó molestó frunciendo los labios mientras la seguía mirando.

Por su parte Rouss se encontraba perdida en sus pensamientos mientras balanceaba la copa de vino en sus manos , reaccionando al escuchar la voz malhumorada de Daniel. –Al parecer mi compañía no es lo suficientemente agradable para señorita Wyner— se quejo con voz molesta e insatisfecha.

Las pestañas de Rouss revoletearon en confusión mientras dirigía sus hermosos ojos negros a los profundos e insondables de Daniel que la miraba con evidente molestia en ellos al tiempo que tenía los labios fruncidos e irradiaba un aura de penumbra.

Al verla mirarlo con aturdimiento se sintió aún mas insatisfecho, frunciendo sus finos y atractivos labios en una línea  recta, --la señorita Wyner debe tener algo en mente para que esté sumida en sus pensamientos—expresó con los dientes apretados en evidente molestia.

Al escuchar sus palabras, Rouss reaccionó dándose cuenta que efectivamente se había perdido en sus pensamientos dejando a Daniel en el olvido. –lo siento,  no es nada—vocifero con voz algo apenada.

--¿No es nada?—mascullo con los dientes apretados. --Si así fuera no fruncieras tanto el ceño. Si sigues así te volverás mucho mayor antes de tiempo--. Terminó de agregar reclinándose  en la silla ladeando algo su cuello y mirándola burlonamente.

“….” Rouss no sabía si reír y llorar. Este hombre en ocasiones actuaba como un niño imprudente, ‘tsk, soy un imán para este tipo de personas’.

--Bueno… es solo que..—callando sin saber si contarle.

Daniel la miro inquisitivamente alzando una ceja mientras esperaba que continuará.

Rouss soltó un respiró , de todos modos no tenía nada que perder al contarle. –Es solo que la compañía esta en una situación difícil,  si no consigo un inversionista la más rápida posible es probable que…-- siendo interrumpida por Daniel.

--Ya que me estas rogando, consideraré la idea de invertir en tu compañía—musito con voz perezosa y una pequeña sonrisa en sus labios.

“…--Pero yo no…--

--Esta bien, deja de rogar, hablaré con Matheus para que organice una junta con tu compañía. Ya no es necesario que me sigas rogando —agregó Daniel interrumpiéndola con un deleite en sus profundos ojos y tono de voz satisfecho.

“….”

¿Con qué odios escuchó y con qué ojos vio que le estaba rogando?.

--Yo no quise decirlo en ese…-- intentó una vez mas de explicarse pero nuevamente es interrumpida.

--Ya esta decidido, no tienes porque preocuparte, no daré marcha atrás en mi decisión. Ahora come de tu postre,  aún no lo has tocado--. Le ordenó con una pequeña sonrisa.

No había planeado invertir en una compañía tan pequeña, pero ya que Rouss era la dueña debía ayudarla, y así tendría la oportunidad de verla en cualquier momento con alguna excusa respecto a ese tema. Pensando así,  las comisuras de sus labios se elevaron aún más con deleite.

Sin saber como reaccionar,  Rouss comió un bocado del postre mientras que su mente estaba medio en blanco por la situación.

Por su lado Daniel se sentía muy bien y la penumbra que anteriormente había  a su alrededor  se transformo en una de inicios de primavera.

Al terminar , Rouss  se excusó mientras iba al baño para refrescar su rastro y lograr entrar en razón después de reaccionar sobre las palabras de Daniel. Ese hombre…¡la había enredado con sus palabras!. Aún no lograba entender que fue lo que sucedió realmente. ¿En que momento sus palabras se  tornaron en suplicas?. ¿Cómo es que al final terminó cediendo?. Negando suavemente con la cabeza con los dientes apretados se lavo la cara para calmarse.

Daniel le había dicho que la esperaría en la entrada, era mejor así,  ya estaba cansada de las miradas llenas de odio y envidia que le lanzaban todas las mujeres al verla a su lado.
Al secarse la cara salió del baño para ir a buscarlo, viendo a esa desagradable mujer entrando a este. Con un rostro sin expresión paso caminó sin dedicarle alguna mirada.

--¡Perra!, no te creas tanto por estar a su lado. Solo eres mujerzuela barata que pronto conocerá su lugar—espeto la mujer llenada de odio levantando la mano con la intención de darle una cachetada.

Rouss no se inmuto al escucharla ni muchos menos al verla levantar la mano, la cual tomo por la muñeca fuertemente haciendo que la mujer se quejara de dolor.

--La única  que debe conocer su lugar eres tú—vociferó con voz fría soltando su mano bruscamente haciendo que la mujer diera un paso  atrás cayendo al piso. –Ese es el lugar donde alguien como  tú  pertenece—terminó  de agregar Rouss con un aura de grandeza, fría y dominante haciendo temblar a la mujer ya que ante sus ojos Rouss se veía como una  emperatriz fuerte, glamurosa y dominante que estaba por encima de alguien común como ella.

Rouss reanudó sus pasos hasta salir del lujoso restaurante, viendo a Daniel a unos metros por delante con una joven de alrededor de unos diecinueve años colgada en su brazo.            

'Quizás esa joven era su pareja,  un hombre tan atractivo como él es normal que ya este en una relación'. Al pensar así,  de pronto una sensación de molestar se instaló en su pecho sin entender la razón. Frunciendo sus labios baja la mirada dudando si debía  acercarse o mantenerse en la distancia.

Cuando había decidido mejor marcharse y no interrumpirlo, una voz coqueta y varonil sonó juntó a ella la cual le  hizo alzar la mirada rápidamente. –Hola hermosa, ¿necesitas compañía?--.

Rouss observó al hombre que estaba invadiendo su espacio personal alzando ligeramente la ceja al ver su guiño coqueto. Pero tampoco podía negar que era muy guapo, tenía unos hermosos ojos claros que la miraban con una sonrisa en ellos.

--Déjala tranquila, no se te permite mirarla— una profunda voz molesta sonó al tiempo que el hombre era arrastrado por el cuello a unos pasos lejos de ella haciendo que Rouss volviera en si.

--Ahh, ¿pero porqué?,  ella es justamente mi tipo—indagó el hombre haciendo un puchero en sus finos labios.

Daniel lo miró fríamente con una obvia advertencia en su mirada haciendo que el hombre se cruzara de brazos molesto.

--Hermano Dany, ¿la conoces?—preguntó con voz suave la joven que estaba con Daniel.

--Mm,  esta conmigo—lo dijo mirando al hombre con superioridad y arrogancia.

--¡Oye!, ¡no me mires así!,  soy tan importante como tú—se quejo el hombre.

--Hermano deja de quejarte, son del mismo círculo y edad, pero la diferencia es tan grande—se quejo la joven mirando a su hermano al tiempo que rodaba los ojos.

--¡Tú, pequeña traidora!. ¡Yo soy tu hermano,  no él!—volvió a quejarse molesto haciendo que su hermana lo mirara como un tonto.

--Mm, señorita,  no le prestes atención al tonto de mi hermano. Soy Lara Mitchell, y el es mi hermano mayor Jeremy—musito la joven con una sonrisa  haciendo que sus rasgos juveniles florecieran mas hermosamente.

¿Mitchell?. ¿Por qué me es tan familiar este apellido?.

Rouss que miraba la interacción de los hermanos y de ves en cuando miraba  furtivamente el atractivo rostro de Daniel responde a Lara tranquilamente.

–Un gusto conocerla señorita Mitchell, soy Rouss Wyner—hablo asintiéndole en saludo a Jeremy que la veía con una sonrisa, la cual se borró  al escucharla --¡Cuñada!—gritó de pronto haciendo que Rouss se pasmara en su lugar.

INESPERADO AMOR DEL CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora