Cap:55. Sra. Miller.

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El gran día del evento había llegado, los paparazzi acechaban los alrededores del gran salón donde se llevaría acabo la boda.

El lugar estaba decorado pulcramente de color blanco y dorado. Del techo colgaban unas lámparas con iluminación dorada, las mesas tenían decoraciones blancas y doradas. Todo se veía hermoso.

En una de las habitaciones Lizzy esperaba el momento con su gran vestido con una esponjosa falda que caía desde lo más alto de su cintura ayudándole a ocultar su vientre que estaba algo abultado, aunque le molestara un poco debía aguantarlo.

Mirando el gran reloj en la pared, no faltaba mucho para que la boda diera inicio, su mirada se dirigió al gran ventanal que estaba abierto viendo el hermoso atardecer que estaba pintando el cielo con sus coloridos colores.
¿Cuándo fue la última vez que admiro uno?.

--Los atardeceres son muy hermosos, es una pena que no nos tomemos el tiempo para admirarlos—vociferó de pronto una voz fría haciendo que Lizzy se asustara al estar desprevenida.

--¿Qué diablos haces aquí?—inquirió con una expresión severa y llena de odio.
Rouss caminó tranquilamente por la habitación sin inmutarse ante su hostilidad.

--¿Porqué no debería estar?, soy tu hermana, hoy te casas y vine a felicitarte por supuesto—respondió con una sonrisa ladina llena de sarcasmo.

Los ojos de Lizzy se abrieron como platos quedando pasmada en su lugar al escucharla. Esas palabras…eran tan parecidas a las que les había dicho hace cinco años.

--T-tú, ¿Qué estás tramando?, ¡no te las des de lista porque lo pagarás muy caro!—espeto lleno de ira con la mirada llena de hostilidad.

--No estoy haciendo nada, solo viene a felicitarte por lograr lo que alguna vez no pude—musito con voz tranquila pero acompañada de briznas de frialdad.

Una sonrisa arrogante llena de superioridad se enroscó en los labios de Lizzy, su postura se hizo mas recta elevándose al cielo mientras  levantaba su mentón con altivez.

--Una perra como tú jamás podría haber ocupado el lugar de la gran Sra. Miller, solo eres una bastarda despreciable que no merece nada—escupió con repugnancia y odio, su mirada era oscura y malvada al mirar a Rouss.

--Oh, ¿es así?—inquirió Rouss como si preguntará sobre el clima tranquilamente.

--¡Por supuesto!. Nunca estuviste ni estarás a la altura de él, solo le hicimos un favor de quitarle una b*sura como tú de su camino—escupía con malicia y desprecio.

--¿Con pruebas falsas?—inquirió Rouss levantado la ceja con frialdad.

Al ver que su expresión imperturbable se estaba quebrando, Lizzy se lleno de regocijo y arrogancia, haciendo que su ego se elevara tomando más confianza al ver que le estaban afectando sus palabras.

--¿Y que si son falsas?. ¿Quién le creería a una z*rra como tú?, la única que sabia la verdad ya esta muerta…-- Lizzy se calló abruptamente al darse cuenta que estaba hablando de más.

El rostro de Rouss se oscureció al escucharla, la temperatura descendió en cuestión de segundos y una oleada de frialdad se extendió en dirección a Lizzy causando que su cuerpo temblará sintiendo la frialdad en todo su cuerpo.

--Espero que te guste y disfrutes el regalo que he preparado para ti—musito fríamente Rouss antes de marcharse de la habitación dejando a Lizzy entumecida en su lugar.

‘Nuevamente esas palabras…’

La tez de Lizzy se volvió pálida, un miedo y un nerviosismo se elevo por todo su cuerpo. ¿Qué quiso decir con esas palabras?.

La ansiedad subió por su garganta causándole arcadas haciendo que la cien le empezara a palpitar, ‘¿Qué está tramando esa p*rra?, además, ¿Quién podría creerle si dijera algo?’.

Ella solo era una perra desvergonzada que no tenía ningún valor y mucho menos una voz que pudieran escuchar y creer.

Mientras que ella era la pequeña hada, tenía una reputación bien formada, todos la veían como un ser puro sin malicia o mancha.

Era claro a quien le creerían, solo necesitaba una apariencia desolada y agraviada para tener a todos de su lado.
Era simple, ella estaba en la cima y pronto tocaría el cielo, se elevaría cada vez más en lo alto mientras que esa m*aldita estaba en abismo y cada vez caería más profundo.

Pensando así, una sonrisa arrogante se elevo en la comisura de su labio ladinamente, toda su ansiedad se desvaneció volviendo a tener confianza.

Esa p*erra no tenía nada contra ella, solo estaba ardiendo en celos porque ella tenía el amor de Bratt y seria la Sra. Miller.

--¡Nuestra Lizzy se ve tan hermosa!—exclamó Fanny con una sonrisa al entrar a la habitación junto a su esposo y la vieja señora Wyner.

Lizzy se tranquilizo aún más al ver a su familia, si ellos estaban presentes, nada malo pasaría, así que no les dañaría su felicidad con las intrigas de esa bastarda.

Después que la halagaron un poco más, se marcharon ya que la ceremonia iba a dar inicio.

Lizzy había aceptado la petición que el evento fuera live streaming, así que muchas personas estaban conectadas viendo a la pequeña hada en el gran día de su boda.

Toda la ceremonia ocurrió sin percances, la pequeña hada ahora era la Sra. Miller, todos aplaudían felicitando a los recién casados.

“¡Nuestra Lizzy se ve tan hermosa!. ¡Que sean muy felices!”.

“La pequeña hada se ve muy radiante, el embarazo la hace ver muy hermosa”.

“Lo único que no me gusta es que su vientre se más abultado de lo que debería, seguramente es debido a la esponjosa falda”.

Eran algunas de las comentarios que dejaba la audiencia.

--Felicidades a los nuevos esposos, que tengan un matrimonio lleno de felicidad y amor—dijo el anfitrión animadamente tomando el micrófono haciendo que todos aplaudieran deseándoles lo mejor.

El anfitrión dijo algunas palabras más e invito a los esposos a responder algunas preguntas para ver cuanto se conocían.
La pequeña hada sólo había fallado en una respuesta, mientras que Bratt fallo en cinco, pero esto no hizo que la pequeña hada se desanimara.

--Ahora es momento de invitar la señora Miller a pasar al frente ya que le dedicará una canción a su esposo—musito el anfitrión entregándole el micrófono a Lizzy al llegar junto a él.

--Espero no causarles daño con voz—vociferó Lizzy tímidamente haciendo que los presentes sonrieran.

Un brillo desconocido pasó por sus ojos al ver a Rouss en una de las mesas apartadas.

‘Solo mira quien es la señora Miller. Te he vencido y siempre lo haré’.
Como si Rouss la hubiera escuchado, levantó perezosamente la copa en su dirección con una sonrisa misteriosa en sus finos labios. Aunque no quería asistir al evento, al final tuvo que hacerlo.

Daniel no pudo acompañarla porque estaba fuera de la ciudad, llegaría en dos días, así que su única acompañante era Hannah ya que Janet estaba rodando.

La suave y melodiosa voz de Lizzy empezó a sonar mientras cantaba sobre el amor floreciendo en primavera, el cual iba abriendo sus pétalos como las hermosas flores de Albaricoque.

Mientras Lizzy cantaba, sus ojos desbordantes de amor no dejaron de mirar a Bratt mientras que a su espalda empezaban aparecer imágenes de ellos juntos.

En cada imagen se podía ver lo mucho que se amaban.

Bratt también la miraba con una sonrisa y ojos cálidos, pero de pronto su sonrisa se fue extinguiendo y la calidez en sus ojos se transformó en una llena de incredulidad para posteriormente ensancharse en una de odio.

Lizzy empezó a sentirse inquieta al ver el cambio en Bratt, no soló él, el salón de pronto se vio envuelto en un silencio a pesar que su voz seguía sonando.

Mientras Lizzy cantaba y las fotografías Iban mostrándose, la multitud se quedó pasmada al ver las siguientes fotos, en esas fotos estaba Lizzy, pero no con su actual esposo, sino con alguien más.

En cada foto se veían muy cariñosos e íntimos, no parecían unas simples fotos de amigos, además, en cada foto se podía ver la fecha y todas eran recientemente.

De pronto, un jadeo de sorpresa y asombro escapó de las gargantas de todos. ¡Lizzy estaba en la cama con otro hombre!, ¡las evidentes marcas de pasión eran evidentes en su cuello expuesto!.

INESPERADO AMOR DEL CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora