Extra+

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"Era una niña, una romántica pero yo la amaba por eso. Tenía tantos demonios siniestros dentro de sí que no podía menos que agradecer su manera de ser".

(Charles Bukowski).

NARRADOR OMNISCIENTE.

16 años después.

—Bien, vamos a hablar, mamá —Ella lo tomó a Lisa de la mano y la llevó hasta el mueble, sentándola junto a ella.

—¿Qué me quieres decir? —Lisa dejó todo a un lado para concentrarse en su hija—. ¿Es muy grave?

—No, no es grave, pero depende de como te lo tomes —miró a Jennie la cual estaba parada, y apoyada de una pared, con una media sonrisa burlona.

Lisa la miró, —¿Sabes que es lo que me tiene que decir? —preguntó a la castaña.

—Tal vez, sólo escúchala, amor —Lisa se esperaba lo que sea, ya que aquellas dos mujeres no hacían más que cuchichear, creyendo que la rubia no se daba cuenta.

—Está bien —volteó a mirar a Ella—. Adelante.

Ella tomó un largo suspiro.

—Bien. Espero que no te agites, recuerda que estás en una edad y mamá se lo tomó con mucha calma.

Lisa entrecerró los ojos. La estaba preparando, conocía a su hija. Casi siempre fue así, la preparaba meses o días antes de decirle algo que sabía que a Lisa no te terminaría convenciendo.

Y Jennie casi siempre era su cómplice.

Se puede decir que Lisa era algo más explosiva en cuanto a Ella se trataba. Y Jennie había adoptado una postura más docil, y más cuidadosa. No se enojaba por todo, incluso, era la que calmaba a Lisa cuando eso pasaba.

Los años habían parecido invertir los papeles.

—Al punto, Ella —juntó sus manos.

—Bueno... —Ella rascó su nuca—. Tengo novio —lo dijo en un volumen tan bajo y tan rapido, que a Lisa ni tiempo de escuchar le dio.

Jennie se mordía el labio, tratando de ocultar la sonrisa.

—¿Qué? habla más fuerte, Ella.

—Que tengo novio —dijo sin más.

Lisa frunció su entrecejo, y miró a Ella por unos segundos, asimismo, volteó hacia Jennie para mirar a Ella otra vez. Incrédula, creyó escuchar mal, así que volvió a preguntar.

—Quiero creer, te juro que quiero creer que escuché mal. Repíteme otra vez lo que dijiste —pidió.

—Dijiste que no te ibas a enojar.

—Yo en ningún momento dije eso, Ella Kim Manoban, en ningun momento —corrigió Lisa—. Repítelo, porque te juro que no te escuché.

—Tengo novio, mamá. No es como si el mundo se fuese a acabar —dijo por fin, cruzándose de brazos.

—Mi nena tiene novio —Lisa parecía estar a punto de sufrir un paro cardíaco—. Tú estás muy pequeña para eso.

—Tengo dieciséis mamá —miró a Jennie buscando ayuda—. Dile algo.

—Prometí no meterme, Ella, te lo dije. Y tampoco es como que puedo hacer mucho.

—¿Tú estás de acuerdo con esto? —preguntó Lisa a Jennie.

—No me quieran meter en su lío, yo no he opinado nada.

—¡Pero si dijiste que estabas de acuerdo! —esa fue Ella.

Strawberries And Cigarettes. (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora