Capítulo 33.

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<<Nunca estuve segura de lo que quería... pero sí estaba segura de lo que yo quería. Te quería a ti, conmigo, solo eso>>.

{Frida Kahlo}.

LALISA MANOBAL.

Gritarle fue una de las cinco cosas que pasó por mi cabeza que podía hacerle en ese momento, pero preferí utilizar la última: no gritarle, sino entregarle el regalo que le llevé pensando que estaría para recibirme, pero en vez de eso me encontré con ella envuelta en unas sábanas las cuales seguro estaban manchadas del perfume de ese hombre; de solo pensarlo me dan arcadas. Fui una ilusa al pensar que ella sí podría dejar de ser esa mujer, fui una tonta, pero es lo que me gano por confiar en ella. Al final del día, no somos nada.

Rosé tenía razón, quizá lo que para mí hubiese sido hacer el amor, pero para ella solo una follada más. Dejé la botella de agua de golpe sobre los bancos. No quería pensar sobre aquello, pero parecía seguirme, parecía no poder detenerme, en mi cabeza sólo caminaba eso y en la repulsión que me causó la escena que vi. ¿En serio le gustaba? por dios, a ella solo le gusta tener la atención de las personas, y lo logró, en serio que logra todo lo que se propone.

Es una mujer calculadora, fría, sin pizca de sentimiento y vino a mirarme con esa cara de arrepentida, no le voy a creer más, está muy equivocada si cree que volveré a caer en su maldito juego; en serio quería algo serio con ella, porque aunque me cueste admitirlo, esa mujer me gusta. Y no hablo del físico, hablo de lo sentimental, veo más allá de sus ojos <<o creía ver>> aparte de ser una mujer fuerte, que eso es muy atrayente, es una mujer con una sonrisa espectacular. Me fui de ahí con lágrimas en los ojos pero era más que obvio que me fui casi corriendo para que no me vieran hacerlo.

Porque me sentí humillada, puede que para ella esos besos no se hayan significado nada, pero yo sí me sentí bien. Mi sentimiendo hacia Jennie es uno de las emociones que no se sienten pasajeras y las que mas me sorprenden, porque nada fue planeado, nada de lo que siento por ella ha sido planeado. Ahora sé que para ella no significó nada todo lo que pasó entre nosotras... claro, si es que para ella llegó a pasar algo.

Me quedo pensando, en el aire, y no puedo evitar hacer muecas raras, por una parte me nace el reír, porque aunque parezca mentira y difícil de admitir, yo por primera vez estaba dispuesta a dejar de lado a mis padre, estaba dispuesta a desobedecer a mis padres, dejar a un hombre bueno como Jungkook y estar con ella; que estupidez iba a hacer.

—¿Están listos? —le pregunté a los chicos los cuales me sonreían de donde estaban.

—¿Y no falta Jennie?

Sonreí en una mueca, —Dudo que llegue... —hablé.

—Pues no lo dudes, Lisa —me di la vuelta, no negaré que si me tomó por sorpresa, pero supe disimularlo—. Aquí estoy.

Sí, aquí estabas, y que descarada podías ser a veces, me sorprendías, Jennie Kim, en eso sí tenía que sacarte tu plato aparte, siempre lograbas sorprenderme, ya sea para bien o para mal. Asentí, no quería hablarle pero tampoco serle indiferente para que los presentes encontraran algo por el cual empezar murmullos.

—Hoy haremos el baile en grupo —informó la profesora Jessi—. Como Jennie no se lo sabe, pediré que lo hagan ustedes primer chicos y que luego ella perfectamente pueda grabarlo y aprendérselo, luego de eso, empezáremos nosotros a enseñarle los pasos aquí y así, para que nos siga el paso.

—Bien —fue lo único que dije yo.

—Me emociona hacer esto, entonces empecemos —dijo Minnie ganándose una sonrisa de mi parte por su entusiamos. Era el alma del grupo y sin duda bailaba bien.

Strawberries And Cigarettes. (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora