Capítulo 12.

7.4K 733 532
                                    

<<No me interesan las cosas a medias, ni las personas que quieren de vez en cuando, vacío ya tengo mucho, fantasmas también>>.

{Elena Poe}.

LALISA MANOBAL.

—¿No te gusta este lugar? —mi hermano intentó averiguar al verme con la mirada perdida sin haber degustado bien mi helado.

Moví mi cabeza de un lado a otro, —¿Qué dices?

—¿Dónde esta tu cabeza, Lisa? —preguntó dulcificando su voz.

Dejé la cuchara en el helado.

—Te quiero consultar algo, es así como un mini consejo que me darías —no podía hablarlo con Rosé, a aquella no le había tocado clase conmigo hoy, por lo mismo no nos topamos ni una sola vez y mi hermano debería tener experiencia.

—Claro. Cuéntame que es lo que te tiene tan así —en ningún momento dejó de comer su helado, pero al mismo tiempo me prestaba su atención.

—Es que... anoche me encontré con una persona y la traté mal —hice una pausa—. Muy mal.

—Aja, ¿y no sabes como pedirle disculpas?

—Algo así —ladeé la cabeza formando una mueca en mis labios—. Es que es alguien distante, algo fría y hasta insufrible.

Mi hermano me miró con un gesto algo burlón.

—¿Te gusta?

—¿Qué! ¡No! ¿de dónde sacas tú eso?

Volví a comer de mi helado, sin poder ya apartar ese lado que deja evidencia de mí. No me gusta, solo sé que actué mal y aunque quiera pedirle disculpas, no sé donde trabaja, no sé cual es su empresa <<si es que tiene una>> no sé nada de ella, por dios, puedo contar cuantas veces la he visto con los dedos de la mano. Pero aunque sea inexplicable para mí, aquella hermosa mujer, pelo castaño, ojos verdes y madre mía que si eran hermosos; con solo verlos podía ponerme de rodillas ante ella.

Desperté al sentir los dedos de mi hermano ser chasqueados frente a mí rostro.

—¿Qué?

—No te dije nada, pero te fuiste lejos, ¿se puede saber quien es ese que te tiene tan idiotizada? —una sonrisa cómplice se formaba en sus labios.

—¿Ese?

No, a ti no te tiraron, tú te tiraste y de cabeza.

—Sí, ese. Oh —me miró con duda—. ¿Esa? puedes decirme, yo no te voy a juzgar, no es nada del otro mundo. No sé que le encuentran de anormal a eso.

—Dejemos eso de lado. Aparte, no sé donde trabaja, que hace, donde vive... —me encogí de hombros.

—Pues no sabes nada, ¿cuantas veces se han visto tú y ella?

—¿Por qué supones que es una ella y no un él? —me crucé de brazos sobre la mesa.

Suspiró dejando su vaso de helado vacío y dándome una mirada de ojos entrecerrados.

—Deja de fingir conmigo, sé que no te gustan los hombres. Aparte, te referiste a esa persona como Fría —dijo como si fuese lo mas obvio.

—Sí me gustan los hombres —contradije su palabra—. Solo que soy selectiva.

Río un poco fuerte, —Sí, claro y yo soy una mujer vestida de hombre —soltó con algo de sarcasmo—. No me quieras venir con eso, se sabe que te gustan las mujeres y no te juzgo, no soy nuestros padres.

Strawberries And Cigarettes. (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora