<<Nadie debería acostumbrarse a lo malo. Después llega lo bonito y cree no merecerlo>>.
{Elena Poe}.
LALISA MANOBAL.
Decir que no he tenido problemas con mi madre por estar llegando a altas horas de la noche y que hasta mi padre me ha regañado, sería mentir. He tenido que repartir mis horario muy bien, asimismo, tuve que colocarlos para que no chocaran con los días en los que veo a Jungkook. He tenido que estar pidiéndole disculpas a Minnie por las llegadas tardes; he tenido que pedirle perdón a mis otros compañeros, he inventado excusas tontas las cuales no sé hasta cuando me darán.
Ahora me encontraba recogiendo la sala de ensayo, esta tenía botellas de agua, no era mi turno de hacerlo hoy, pero me ofrecí por mi tardanza de esta tarde, ya que al faltar a clases anteriores, tuve que completarlas hoy. Eché todo a la bolsa negra de basura, y seguí así hasta quince minutos mas tarde que terminé de barrer el lugar. No me había cambiado y tampoco me había dado el tiempo de mirar la hora en el reloj; solo le limité a seguir limpiando mientras por mi mente pasaban todas las maneras en las que mi madre me insultaría.
—Creí que bailabas, no que te ponías a limpiar —me di a vuelta, encontrándome con un rostro conocido.
Me sorprendí, sin duda, no esperé que viniera a buscarme. Había pasado todo un mes sin tener pelos ni señales de ella. Prometí no buscarla y lo cumplí aunque muy dentro de mí quería que ella lo hiciera, nunca creí que esto pasaría en realidad, y es que, no dejé de pensar en ella ni un solo segundo. Estando sola, con mi familia, con Jungkook, por mi cabeza solo pasaba esa mujer de ojos verdes.
—¿Qué hace aquí? —seguí limpiando,no me pararía, traté de hablarle lo mas distante y seca posible.
Llevó sus manos por detrás, —Es raro verte así —me fijé mas en ella y en lo que llevaba puesto, tenía unas licras negras, unos tenis y un crop top del mismo color, era raro verla así de informal.
—¿Así cómo? —terminé de amarrar la funda negra y la lancé a un lado para agarrar el trapeador—. ¿Limpiando? —me mofé—. Es lo que hacemos las personas normales, señora.
—Ya no me llamas mi empresaria o mi señora —de reojo pude ver algo de desilusión en su rostro y su tono de voz también hacia notar ello.
Me detuve, —¿Qué quiere? ¿Qué hace aquí? —me crucé de brazos, estaba exhausta y lo que menos quería era ponerme a discutir con ella.
—No lo sé —dice con sinceridad—. No sé que hago aquí, supongo que últimamente no se lo que pasa en mi vida.
No mentiría, me gustaba que estuviera aquí y que no supiera la idea de porqué me quiere ver. Sin duda sentía que le importaba y que todas sus palabras no fueron mas que por miedo. Miedo a ser querida, miedo a ser alguien importante en la vida de otra persona, miedo a gustar de alguien. Dentro de mí se instalaba esa chispa que me decía que desde ahora, las cosas ibana a ser diferente, que equivocada estaba.
—Pues váyase, este no es lugar para usted —aseguré, volviendo a mi labor.
—¿Qué te ocurre? —quiso saber, dando un paso hacia adelante—. Esta actuando de una manera tan fría.
—Yo solo actúo como actúan conmigo. No sé que vino a hacer aquí, pero no es lugar para usted, es mejor que se retire —reñí. Y es que en realidad mi tono de voz era gélido, nunca había actuado de esa manera.
—Mírame —no lo hice—. Maldita sea, mírame —sin esperármelo, me tomó del brazo, logrando que esta vez sí la mire—. ¿Qué te ocurre?
—Nada —mascullé.
ESTÁS LEYENDO
Strawberries And Cigarettes. (Jenlisa)
Roman d'amourJennie Kim es una mujer la cual es una empresaria muy conocida, una mujer que tiene un mundo bajo sus pies, una mujer digna que está esperando el momento correcto para poder casarse y formar la familia perfecta. Lo difícil está en que es fría y reca...