Tu Secreto En Mis Manos ©

°|Capítulo 13|•

—No todo lo que brilla es oro y no todo lo lindo es bueno

Anne:

Aarón continuó conduciendo como si nada mientras mi cabeza era un total lio.

Me había dicho que le debía una luego de salvarme de Blacke y eso me hacía pensar en si mi trato con Aarón acabaría una vez lo hiciéramos.

Tenía miedo de que Aarón nunca más me hablara luego de tener sexo.

Tenía más miedo aún de que luego de hacerlo contara mi secreto.

En fin, ¿Cómo se llamaban los sentimientos de Anne en ese momento?

¡¡¡El miedo!!!

De pronto llegamos a un edificio muy lujoso con garaje y toda la cosa, hasta cafetería tenía y se daba un aire de rascacielos pero no era de tal tamaño.

—Antes de que empieces con tu saga de preguntas, responderé:

1-Yo vivo aquí.

2-Vivo solo.

3-Porque me da la gana.

4-No tengo novia.

5-Mis padres viven donde me viste con ellos.

6-Compre este depa con mis ahorros.

7-Tiene un excelente servicio.

8-Te traje para hablar a menos que se me ocurra hacer otra cosa.

9-No te tocare a menos que quieras y seguro no querrás porque como según tú la otra vez estabas tomada y no lo repetirás.

10-Estas son las preguntas que creo que harías, si tienes más: NO LAS HAGAS. Gracias.

Me quede observándole como boba.

Eso no me lo esperaba.

Aunque si, tenía más preguntas pero ya que se había dignado a responder por sí solo no haría más preguntas, por ahora.

—Ookey.—Exprese para luego seguirle hacia el interior del edificio.

Era un lugar grande, muy primoroso y magnífico.
Parecía un hotel.

Las escaleras eran blancas y perfectamente limpias, los departamentos parecían ser amplios.

En el segundo piso nos detuvimos en un depa, Aarón sacó las llaves y abrió la puerta mostrando un mundo bastante sublime.

Era un departamento muy amplio, un poco más grande que el que comparto con Alice.

Unas lámparas con formas hermosísimas decoraban el techo, la sala era amplia, con televisión pantalla plana, sillones blancos que constataban con la decoración y muy cómodos, unos grandes ventanales con una vista encantadora hacia una playa cercana.

No me detuve en la sala sino que continúe caminando el lugar entero.

Tenía dos habitaciones con camas grandes, espejos, televisión, aire acondicionado y ese perfecto clima que te hace expresar:

De aquí no salgo masssssss.

Un baño con perfectos y hermosos azulejos.

Y una pequeña pero bonita cocina con todo lo necesario.

—¿Cocinas?—Pregunte observando la cocinita y sabiendo que él estaba atrás de mi.

—Sí. Disfruto de hacer mi propia cena, modestia aparte soy bueno en la cocina ya sea cocinando o para divertirnos.—Respondió sonriendo pícaro.