Tu Secreto En Mis Manos ©

•|Capítulo 53|°

—Hay farsantes en cada lugar, cada uno peor y dispuesto a más que el anterior. Incluso tú, sin saberlo, eres farsante.

La pequeña farsante:

Las mentiras SIEMPRE son descubiertas o tú misma te cansas y cuentas la verdad.

Porque cuando dices algo falso es como si una maldición cayera sobre ti, una maldición que te acompañara por el resto de tus días hasta que tú farsa sea relevada.

La maldición no es más que tener que aumentar la mentira conforme tratas de ocultarla.

Lo que comienza siendo solo una farsa, termina siendo una tormenta de falsedades, mientras más tiempo pase, mientras más intentes ocultar la verdad más grande se hará la mentira.

Sé que les debo una explicación.

Al comienzo les dije que mi nombre era Ashley Afflets porque tú, tú que me lees desde donde sea que vives, no sé si eres confiable.

He estado escribiendo mi historia en esta laptop para plasmar todo lo que he vivido en Woonder, pero incluso mientras escribía debía tener cuidado de que nadie encontrara estos escritos.

Al comienzo dije que me llamaba Ashley por miedo a que alguien descubriera este diario o lo que sea, por esa misma razón luego dije que me llamaba Anne porque si Aarón descubría esto y se encontraba con que tampoco me llamaba Anne todo se arruinaría pero llegados a este punto, a esta noche ya no temo de que nadie descubra lo que he escrito porque ya la verdad ha sido revelada y ya todo lo que les estoy contando de la noche de la graduación ya sucedió.

Como conté a todos en la graduación yo no era una chica simple de pueblo, pobre y queriendo salir adelante como le hice creer a Aarón y a todo el que haya leído esto, tampoco era una chica millonaria, creída que llego a Woonder por el dinero de sus padres como creía media universidad.

Soy huérfana de madre y padre, me crié en las calles y allí tuve que aprender a sobrevivir.

¿Cómo?

ROBANDO.

Me convertí desde pequeña en una farsante, una niña que se fingía herida y cuando la ayudaban salía corriendo con el dinero del pobre infeliz que se detuviese a ayudarla.

Cuando crecí ya era una experta, seducía hombres en bares y les robaba sin que se dieran cuenta.
Era capaz de pasar por al lado de alguien y robarle la billetera en cuestión de segundos.

Me convertí en la ladrona más buscada en distintos lugares de Canadá. Cuando los bares parecían poco fingía ser rica y me hospedaba a hoteles con dinero robado y falsas identidades, conocía a millonarios, formaba parte de su círculo íntimo, muy íntimo y les robaba un buen día.

Nadie sabía mi nombre porque siempre daba nombres distintos en cada estafa y NINGUNO lo repetía.

Cuando una noche me encontré con un hombre de negro que me dijo que podría ganar mucho dinero, que su jefe estaba interesado en mí, que podía usar mis habilidades para algo grande, no lo dude.

Hable por tres días con X por móvil, él siempre usaba la voz distorsionada, me dijo que si aceptaba seria pan comido para mí:

Una universidad de niños ricos, idiotas y solo debía descubrir un secreto.

Acepte y fiche a mi próxima víctima: ASHLEY.

La seguí por semanas, la investigue y sabia que sus padres la obligaban a ir a Woonder, solo necesité saber su bar favorito y la noche exacta a la hora exacta, allí estaba yo como camarera mientras ella se emborrachaba.